AYUNTAMIENTO DE BARCELONA

La oposición a Colau fuerza un pleno extraordinario sobre Ciutat Vella

Un momento de la actuación de guardias urbanos y mossos en el narcopiso ubicado en los bajos de un edificio de la plaza de los Traginers, ayer,

Un momento de la actuación de guardias urbanos y mossos en el narcopiso ubicado en los bajos de un edificio de la plaza de los Traginers, ayer,

El Periódico

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Cuando todavía no ha pasado una semana desde el pleno que tumbó dos de los planes estrella del primer mandato de Ada Colau (tranvía por la Diagonal y multiconsulta) la oposición ha vuelto a unir fuerzas para (intentar) asestar otro duro golpe a la línea de flotación del gobierno de Barcelona en Comú. El resto de grupos municipales, a excepción de la CUP, ha respaldado la propuesta del PSC de convocar un pleno extraordinario sobre la degradación de Ciutat Vella

El objetivo del pleno -apoyado por PDeCAT, Ciutadans, ERC y PP- es reprobar la acción del gobierno municipal en el distrito más canalla de la capital catalana, en especial en el barrio del Raval, y pedir medidas urgentes e integrales. Los cinco grupos han destacado el acuerdo para convocar el pleno extraordinario en las ruedas de prensa que este lunes han convocado por separado para presentar las iniciativas que llevaran a las comisiones municipales de esta semana.

Para el presidente del grupo municipal socialista, Jaume Collboni, "estamos ante una auténtica crisis de ciudad, porque Ciutat Vella es el corazón de Barcelona y si no late sufre, el conjunto de la ciudad". "La situación está fuera de control", ha añadido Collboni, porque "por primera vez no se adoptan medidas claras para resolver el problema".

Lista de clásicos

Este ha sido su diagnostico de los fenómenos que se han visto en los últimos meses en el Raval, como la proliferación de narcopisos, explotación sexual, ocupaciones e inseguridad, que ha subrayado que "hace años que no se veían", "se están extendiendo a otros barrios de Ciutat Vella" y "ponen en peligro el legado que dejaron a la ciudad los ayuntamientos democráticos" que invirtieron más de 570 millones de euros en rehabilitar el distrito.

Collboni ha denunciado que "los vecinos se sienten solos, las entidades están desbordadas, la Guardia Urbana se encuentra en una desmotivación sin precedentes y no se siente suficientemente apoyada por su alcaldesa". "Emplazamos a la señora Colau a abandonar la pasividad y a rectificar y, en concreto, a que ponga sobre la mesa un plan de acción" con inversión urbanística y medidas "extraordinarias" y "contundentes en materia de acción policial y seguridad publica", ha explicado el socialista. El resto de grupo municipales también han denunciado la situación de Ciutat Vella y han cargado contra la alcaldesa Colau.

El portavoz del grupo Demòcrata, Jaume Ciurana, ha señalado que en "Ciutat Vella se está sufriendo un proceso de degradación social y de los servicios municipales" por el "doble fracaso" de Colau en políticas sociales y seguridad y porque el gobierno municipal, a su juicio, ha "abandonado" el distrito.

"Dejadez municipal"

Por su parte, la presidenta del grupo de Ciudadanos, Carina Mejías, ha asegurado que "la situación en la ciudad se sigue degradando" por "dejadez municipal" mientras que la alcaldesa Colau "cambia el nombre de calles y va a manifestaciones independentistas al lado de los responsables del 3%". Mejías ha recordado que a iniciativa del su grupo, el pleno aprobó por unanimidad un plan de choque en el Raval con medidas de seguridad, sociales y sanitarias que ha reclamado que se implemente. 

Por su parte, el presidente del grupo del PP, Alberto Fernández ha señalado que el PSC ha apoyado la petición de un pleno extraordinario sobre Ciutat Vella ahora que está en la oposición y no lo hizo en septiembre, cuando los populares propusieron un plenario para abordar el fenómeno de los narcopisos.

Para Fernández "el deterioro de la convivencia y la falta de respuesta y servicios municipales ya no es exclusiva del Raval y se extiende por Barcelona", que en su opinión es ahora como en "los peores años 80".