Barcelona echa el anzuelo al turismo familiar

A estas alturas de mandato, el ayuntamiento de Ada Colau tiene claro que no puede ni debe poner coto al turismo en genérico. Como en todos los ámbitos, hay turismo bueno y turismo malo (mucho más del primero), y la clave estriba en propiciar la llegada del que se considera más idóneo para Barcelona. En el marco de ese "turismo de calidad" que ahora reivindica el consistorio, el turismo familiar está llamado a ser uno de los visitantes objeto de deseo de los próximos años. El consorcio Turismo de Barcelona ha echado el anzuelo a este segmento, centrado en los viajeros que llegan con niños, lo que determina su agenda e intereses. Un programa de actividades y facilidades para moverse en familia por Barcelona se promocionará en redes sociales y en las próximas acciones comerciales.

El concepto de turismo familiar está ligado sobre todo a destinos de sol y playa, es decir, a puro ocio. La Agència Catalana de Turisme distingue con ese sello a los municipios que "son especialmente sensibles a esta demanda y ofrecen equipamientos y servicios adaptados a familias con niños", tanto en materia de seguridad, como animación, instalaciones adecuadas (públicas o alojamientos) y actividades diarias. Entre las 25 localidades con certificado figuran una mayoría de playa, y un puñado de naturaleza y montaña. Los destinos urbanos, por el contrario, no suelen ser considerados como los más óptimos para ir con una prole menor de 15 años.

Sin embargo, la creciente oferta de actividades infantiles y para adolescentes en el ámbito turístico de Barcelona ha llevado al consorcio a desarrollar un apartado específico de difusión para las familias, en catalán, castellano, francés e inglés. Con solo dos clicks, desde la web de promoción que consultan millones de visitantes se puede acceder a numerosa información centrada en este nicho de mercado en Barcelona. Los datos y planes para viajar en familia abarcan desde visitas culturales con algún plus que mantiene interesados a los menores, hasta restaurantes con una oferta específica para estos o transportes públicos más apropiados.

Mònica Terol, responsable de Turismo Familiar en el consorcio, señala que tras detectar el potencial de este segmento, que “es tendencia” y tiene una gran demanda, han decidido aglutinar la creciente pero dispersa oferta al respecto en un solo apartado, En Familia. Este capítulo se promocionará en las campañas que desarrolle Turismo de Barcelona en redes sociales y en sus acciones desplegadas en ferias y mercados extranjeros. La planificación completa aún está en proceso. La iniciativa encaja de pleno en las preferencias del ayuntamiento para el sector.

Menores de 15 años

La especialista detalla que aunque el concepto familia es amplio, aquí se ha acotado a los adultos que viajan con niños/adolescentes de hasta 15 años. Se considera que este target viajero es muy positivo para la ciudad porque es consumidor de cultura, ocio y restauración, pero además es un visitante respetuoso, tranquilo, que realiza un gasto notable. Lo opuesto al turismo juvenil de juerga que, sin buscarlo, ha proliferado en los últimos años ante la abundancia de vuelos baratos y cierta tolerancia municipal con el incivismo.

En busca de un turismo de "calidad", que va desde el consumidor cultural al de alto poder adquisitivo, el familiar está llamado a ganar peso. Según la estadística municipal, su porcentaje en Barcelona es ahora modesto: las personas que viajaron en el 2016 (último dato disponible) a la capital catalana con menores de 15 años representaron un 3,8%, que se eleva al 5,8% si se contabilizan a cualquiera que llegue con hijos, independientemente de su edad. Pero entre los 12 millones de alojados anualmente en Barcelona (según el Observatorio del Turismo en Barcelona), ese primer grupo supone unas 500.000 personas al año, enfatizan. Un mercado alentado por los pisos turísticos, donde el 68% de reservas son de familias, más un 12% de grupos de amigos y familia.

El abanico de actividades lúdicas que configuran un plan para las familias va de la oferta más obvia (observar los tiburones del Aquàrium o recorrer el cambiante frente litoral desde las Golondrinas) a opciones que algunos espacios modelan específicamente para este perfil multigeneracional. Por ejemplo, el Museu de la Xocolata, el Marítim y el Blau cuentan con actividades específicas para los pequeños; el programa Gaudí Experiencia se vale de tecnología en 4D, efectos, pantallas interactivas y otros recursos para sorprender incluso a los más pequeños que aprenderán jugando sobre el universo del genial arquitecto; Barcelona Bosc Urbà brinda en la plaza del Fòrum un parque con 50 actividades (de tirolina a puenting); el Poble Espanyol ha multiplicado su agenda para familias…

Agenda al día

El programa En Familia incluye también una agenda al día de qué hacer con la prole en función de cuándo sea la visita y si coincide con montajes especiales. Y, no menos importante, datos sobre otros aspectos clave como la gastronomía. Se detalla información sobre restaurantes con zonas o menús infantiles, o donde los niños son bienvenidos. Por ejemplo, en AN Grup sus 11 marcas (30 locales) cuentan con el Project Kids, que incluye una carta para críos, donde no hay precocinados. La hamburguesa es de ternera de Girona y se remata con unos ojos y una sonrisa de kétchup –casero-, la butifarra infantil es de Vic, y los polos helados de zumos naturales… (en diferentes opciones según se trate de un restaurante Mussol o del NBA Café), pero las servilletas-carta ocultan también láminas para pintar y juegos. Y los niños se van con globos. En Mextizo, el restaurante del chef Adrián Marín, a partir de primavera incluso se crea un espacio específico en el jardín, con una animadora infantil que entretiene a la tropa mientras los padres comen dentro.