Barcelona seduce al turista musulmán

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PATRICIA CASTÁN / BARCELONA

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Su paso suele dejar huella. A veces por las peculiaridades de sus demandas a la hora del alojamiento, o por viajar en grandes grupos familiares, o por dejar algunas propinas vertiginosas, cuando son viajeros de lujo. Las lllegadas de viajeros de Oriente Próximo crecen del orden de un 11% anual desde hace cinco años, según el registro del aeropuerto de El Prat y en torno al 45% de los que visitán España eligen Barcelona, donde se sienten particularmente a gusto. Pero dentro de esa región y de países de otras zonas, el viajero musulmán se considera uno de los segmentos con más proyección de crecimiento a nivel mundial y Barcelona lo ha situado entre sus turistas prioritarios, con varias acciones este año para captarlo, acogerlo y conquistarlo satisfaciendo sus necesidades.

Una ambición que forma parte de la estrategia de selección de viajeros y de las consignas de calidad frente a masificación que ahora promueve Turismo de Barcelona, acorde a la filosofía del gobierno de Ada Colau de no alimentar el turismo genérico.

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La más reciente iniciativa fue hace unos días, cuando en el marco de la asamblea anual sobre el programa Barcelona Premium del consorcio público-privado se dedicaron ponencias a este floreciente mercado. Se aleccionó a miembros del programa (de todo tipo de empresas del sector) sobre la evolución de ese visitante, sus costumbres y las medidas que están llevando a cabo algunos hoteles, restaurantes y comercios para ser reconocidos como espacio halal, es decir, donde se desarrollan buenas prácticas y servicios aptos para los musulmanes y acordes con el islamismo. El Hotel Palace, por ejemplo, ha obtenido esta certificación, junto con el centro comercial La Roca Village, entre otros.

FUTURO CRECIMIENTO

Tanto ese establecimiento de lujo como el Majestic, Mandarin Oriental o Arts, entre otros, están entre los más elegidos por este viajero. Un turista, explica Sukeina El Badaoui, formadora para empresas de lujo en Barcelona, mucho más interesado en ocio y compras que en visitas culturales, y que suele buscar actividades para hacer en familia. Otro motivo por el que suelen venir es el sanitario, para intervenciones médicas, especialmente oftalmológicas.

La especialista en esta comunidad enfatiza que el 21% de la población mundial es musulmana (el término define a la comunidad religiosa), mientras que por árabe se apela a la comunidad étnica, sea cual sea su religión. “No es equivalente aunque la mayoría de musulmanes son árabes”, enfatiza.  Esos 1.600 millones de personas dibujan un viajero con un comportamiento como consumidor-turista no muy conocido.

Cuenta Tomás Guerrero director de la Oficina de Madrid del Instituto Halal y director de Halal International Tourism, que diversos estudios apuntan a un crecimiento rápido de este mercado turístico, ya que su población alcanzará los 2.200 millones en el 2030, residen en países emergentes donde el PIB crece incluso por encima del 6%. Un turismo halal que representa el 11,2% del gasto turístico en el mundo.

Pero además, su clase alta es consumidora de lujo y servicios Premium. Lo que el ayuntamiento prefiere llamar como “experiencias” y que se traduce en un turismo más individualizado. Guerrero destaca que los turistas procedentes de los Emiratos y Qatar lideran el gasto medio por persona de compras (por encima del de estadounidenses o chinos), aunque la lista de viajeros de alto presupuesto llega también desde Arabia Saudí, Indonesia, Malasia, Singapur, Turquía y otros países emisores de viajeros con prácticas halal, detalla el experto. 

Según datos municipales por regiones (no existen cifras locales según religiones), el turista del Próximo Oriente (no están segregados) gasta una media de 105,7 euros por persona y día por alojamiento, frente a la media de 60,7 euros. Y en compras, de casi 201 frente al gasto medio de 85,4 euros.

 Paul Haddad, chef en el Mandarin Oriental de la capital catalana, ha desarrollado una carta halal (sin cerdo, sangre, animales carroñeros, ni alcohol… y con carne sacrificada según dicta su religión) y también ha habilitado un área de su cocina solo para esas recetas, que le posibilita hasta crear una paella halal, cuenta, aunque ellos prefieren su gastronomía antes que las propuestas occidentales.  “Hay que garantizar sus necesidades porque son un cliente muy agradecido”, añade.

BUENAS PROPINAS

Lo agradecen con palabras y repitiendo visitas, y también con generosas propinas. En hoteles de lujo y restaurantes de alta gama y servicios son frecuentes billetes incluso de dos ceros para el personal. También hacen muchas peticiones de servcios extra como coches deportivos de lujo, yates y helicópteros para estos visitantes, que con frecuencia reservan plantas enteras para alojar junta a su prole.

A lo largo del año pasado y desde Barcelona Premium, se organizaron diferentes viajes de prensa y promoción para dicho mercados de Arabia Saudí, Emiratos Árabes, India, Kazakhstan, Malasia y Singapur, entre otros con población musulmana. Mercados que este año contarán con nuevas acciones de promoción y con más establecimientos preparados para recibirlos.