El vehículo eléctrico avanza a pedales

El periodista A. Jackson Marshall escribió un artículo en 'The New York Times' sobre las bondades del taxi eléctrico. Sostenía, textualmente, que el consumo es muy inferior al de gasolina, que las reparaciones son mucho menos costosas, que es más limpio, menos ruidoso, y que la batería es muy eficiente. Explicaba que el señor Scriminger, el chófer más veterano de Detroit, la cuna del motor, había abandonado su antiguo coche de gasóleo por uno con batería. “He llegado a la conclusión de que el único taxi seguro y sano para la ciudad es el eléctrico”, concluía el reportero. Demasiada obviedad para tratarse del periódico más prestigioso del planeta. Si no fuera porque el artículo se publicó el 9 de mayo de 1915. El vehículo enchufable ha pasado casi un siglo en el ostracismo. Ninguneado por el motor de explosión, por una industria que encontró más rentabilidad en los caballos que en los vatios. Ha vuelto, y aquí, en Barcelona y su entorno, avanza a pedales. Pero avanza.

La estadística da dos visiones del tablero. El número de autos y motos con batería respecto al total, una cifra microscópica; o la penetración de estos modelos, esto es, las ventas, que en el caso de la capital catalana ya alcanzan al 1,5% de todo lo que sale de un concesionario, un porcentaje ligeramente superior a la media europea. Las cifras muestran también dos velocidades: la de la Administración -el ayuntamiento dispone de una flota con batería de 320 unidades- y la de los particulares. En Barcelona hay registrados 1.944 vehículos eléctricos, de los que 1.119 son motos. Todos juntos pueden parecer muchos. Migajas -el 0,2%-  si se tiene en cuenta que la ciudad tiene censados 928.512 vehículos, de los que 844.063 son coches y motos.

Menos humos en el bus y el taxi de Barcelona

POR DELANTE EN ESPAÑA

Los expertos prefieren tomar como faro las ventas. Y ahí la ciudad exhibe datos esperanzadores, aunque aún tímidos, en el largo camino hacia la movilidad sostenible. Ángel López fue director de Movilidad en los tiempos de Jordi Hereu y hoy es el responsable del plan municipal de vehículo eléctrico y del programa LIVE. Señala que aquí la penetración de estos modelos no contaminantes es “seis veces superior a la de la media española -que es del 0,26%-“, lo que sitúa a Barcelona “al nivel de países como Alemania o Francia”. Lejos quedan estados como Noruega, en el que el 22,4% de los autos nuevos llevan batería.

En Catalunya, aporta López, hay unos 5.000 vehículos eléctricos. La mayoría de los 3.000 no matriculados en Barcelona están censados en el área metropolitana, pues, asegura este experto, la presencia en el resto de provincias es residual. A estos hay que añadir las flotas enchufables que las empresas de ‘renting’ y alquiler inscriben en municipios pequeños con los que mantienen ventajosos acuerdos sobre el impuesto de circulación.

El lento avance del vehículo eléctrico tiene un par de explicaciones: la industria y la recarga. Los fabricantes de coches y motos con batería evolucionan a gran velocidad, lo que genera que el potencial usuario no encuentre el momento adecuado de animarse ante el temor de que en unos meses su vehículo quede desfasado. Algo similar a lo que sucede con la tecnología móvil. Pero según los expertos, en este sector los avances se suceden con mayor frecuencia y son determinantes. El factor determinante, apunta López, es la autonomía. “Ahora estamos en 300 kilómetros, pero pronto se llegará a los 400. Es comprensible que la gente quiera esperar”. Lejos quedan las características de hace menos de una década, cuando las primeras unidades requerían de un punto de recarga cada 70 kilómetros.

PROMOCIÓN Y AYUDAS

Patrick Renau, presidente de la asociación de promoción del vehículo eléctrico Volt-Tour, comparte el diagnóstico: “La propia evolución del sector detiene a los que quizás se atrevirían a dar el paso”. Esta plataforma calcula que Catalunya podría alcanzar en el 2021 la cifra de 20.000 vehículos eléctricos. Dependerá “de las políticas de promoción, de las ayudas y también de la legislación”. Renau se queja de las trabas administrativas, de cómo el Estado “no liberaliza los sistemas de producción de energía que permitirían el autoconsumo” en los hogares. En Barcelona, detalla Ángel López, hay 16 puntos de recarga rápida, y otros tres en el área metropolitana. La cifra -hay que añadir los 300 enchufes de carga lenta en aparcamientos subterráneos municipales- es todavía escasa. La clave, sin embargo, son los puntos de recarga en los párking privados, en las comunidades de vecinos. "Si eso evoluciona -señala López- se dará un gran impulso al sector".

Con el objetivo de que la escasez de puntos de recarga no sea una excusa para pasar de la gasolina a los vatios, la Generalitat tiene entre manos un plan estratégico a tres años vista que debería ayudar a despejar dudas y miedos. Entre los objetivos, instalar 100 estaciones de recarga en la red viaria, pues son muchos los conductores que temen que al marcharse de fin de semana se pueden quedar tirados. Son cinco millones de euros de inversión, que no es mucho pero menos es nada.

{"zeta-legacy-despiece-horizontal":{"title":"Ventajas del coche con bater\u00eda","text":"Las administraciones se han esmerado en promocionar la movilidad sostenible focaliz\u00e1ndose en uno de los lugares m\u00e1s sagrados del ciudadano: su bolsillo. Los veh\u00edculos el\u00e9ctricos matriculados en Barcelona est\u00e1n exentos del pago de las zonas verde y azul de aparcamiento. Disponen tambi\u00e9n de una reducci\u00f3n del 75% del impuesto anual para veh\u00edculos de tracci\u00f3n mec\u00e1nica, y pueden recargarse gratuitamente en las estaciones municipales distribuidas por la red de aparcamientos subterr\u00e1neos. Tampoco tienen que abonar un solo euro en las autopistas propiedad de la Generalitat de Catalunya (no se aplica para motos el\u00e9ctricas) y pueden usar el carril bus-VAO aunque en su interior vaya solo un ocupante. El pasado mes de septiembre, el pleno del \u00e1rea metropolitana de Barcelona aprob\u00f3 una tabla de beneficios basada en el modelo de la capital catalana con el objetivo de que los 36 municipios del entorno apliquen los mismos beneficios. De este modo, el conductor que cruza de L\u2019Hospitalet a Les Corts al pasar un sem\u00e1foro no se encuentra con que las condiciones bajo las que circula su veh\u00edculo no son las mismas, cosa que s\u00ed sucede a d\u00eda de hoy."}}