LA NORMATIVA MUSICAL MUNICIPAL

Calle, bodas, banquetes y bautizos

Los artistas callejeros completan sus irregulares ingresos con otras actividades en torno a la música

Un músico callejero ante la Catedral de Barcelona.

Un músico callejero ante la Catedral de Barcelona. / periodico

BEATRIZ PÉREZ / BARCELONA

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¿Cuánto gana por día un músico callejero? Todos los artistas interrogados coinciden en que se trata de una pregunta difícil (si no imposible) de responder dada la irregularidad a la que el colectivo está sometido. "En un turno de dos horas [las permitidas por la normativa], gano normalmente entre 15 y 20 euros -cuenta el guitarrista clásico Enric d’Armengol-. En un día bueno, puedo hacer hasta 40, pero hay días en que son solo 6 o 7 euros". Hay quien en dos horas han llegado a ganar tan solo un euro.

Todos los músicos que actúan en la calle son profesionales (independientemente de que hayan estudiado en escuelas o de manera autodidacta) y la mayoría viven de la música. Pero, eso sí, han de dar clases, actuar en bares y, a menudo, tocar en bodas, bautizos y comuniones para poder subsistir.

"Toco en la calle porque me gusta y porque lo necesito", cuenta el saxofonista ruso Ilya Matveev. "Depende del lugar, de la estación del año y del tipo de música, pero suelo ganar entre 20 y 60 euros en dos horas", desvela.

TRAMPAS

Dado que el proyecto Música al Carrer no permite al músico vivir de sus actuaciones en la calle, muchos de ellos recurren a las 'trampas'. Por ejemplo, tocan en horarios y lugares para los que no tienen autorización, aprovechando los huecos que a veces dejan otros colegas. "La policía ha multado y decomisado instrumentos por cosas como estas", explica D’Armengol.

Una de las 'trampas' recurrentes en el sorteo mensual que tiene lugar en el Convent de Sant Agustí (tras el que se eligen los lugares para tocar) es apuntarse como individual cuando en realidad se trata de un dúo, por ejemplo. Así, consiguen dos puntos en vez de uno y pueden actuar el doble de veces.

Francesco Casatta, 'Tano', es el cantante del grupo Microguagua. No tiene licencia para tocar en la calle porque la Guardia Urbana y el ayuntamiento se la retiraron en el 2012. Ahora actúa en terrazas. "Es rápido y, por tanto, difícil que la policía te coja". Explica que cada músico tiene su punto favorito para tocar. "Por ejemplo, para los grupos el mejor punto es Portal de l’Àngel. Si actúas individualmente, la Catedral. Pero además depende del día y del horario", cuenta.

También denuncia las dificultades de aquellos que no tienen licencia: "De momento, están equiparados a ladrones". "Lo único que pedimos es que por favor se rebaje la presión policial mientras no haya una nueva normativa", demanda.

SIN LICENCIA

El documental 'Sin permiso', que se estrena este viernes a las 19.00 horas en el Aribau Club en el marco del festival In-Edit, retrata el "acoso" al que se enfrentan en Barcelona los músicos callejeros que no tienen licencia, según Ingrid de la Torre, su directora. Para De la Torre, la presión policial a este colectivo aumentó a raíz de la publicación de un reportaje en agosto, firmado por Nando Cruz en este diario, sobre el documental. "Poco después del artículo, le decomisaron la guitarra a Dani Lança. Y después, el ayuntamiento le invitó a tocar en la Mercè. Es un doble discurso", sostiene.

Entre el 2011 y el 2015 se decomisaron más de 2.000 instrumentos en Barcelona. En el 2014 fueron 616 y en el 2015, más de 1.000, como ya informó este diario. La directora asegura que no existe "ninguna comunicación" entre los músicos sin licencia y el ayuntamiento de Colau.

"Por eso le pedimos diálogo y que no solo tome como interlocutores a entidades constituidas", expone De la Torre. Para ella, que no exista regulación para el colectivo que no tiene licencia lleva a la policía a "estar encima" de los músicos y obliga a a estos a tocar en horarios "molestos". De la Torre pone como ejemplo Granada como ciudad en la que se puede hacer música en la calle con libertad, a diferencia de Barcelona.

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