DEL TURÓ DE LA ROVIRA AL TIBIDABO

Las mejores vistas de Barcelona... gratis

BEATRIZ PÉREZ / BARCELONA

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El ‘skyline’ (o línea del horizonte) de Barcelona es uno de los más especiales de las grandes capitales europeas. Los turistas lo saben y son pocos los que se despiden de la ciudad sin haber tomado antes una fotografía panorámica de ella. Barcelona, en su plenitud, se puede contemplar desde diferentes puntos. Con su mar de fondo -brillante y luminoso, como es siempre el Mediterráneo- emergen las construcciones más significativas y que más la caracterizan: desde la torre Agbar hasta Montjuïc, pasando por la Sagrada Família, las torres Mapfre, el hotel W, el monumento de Colón o las tres chimeneas del Paral·lel, entre otras muchas.

Barcelona es una ciudad para mirar. Y, según desde donde se haga, toda ella parece caber en una mirada, ya que su superficie (101 kilómetros cuadrados) no es tan grande como la de otras capitales (Madrid, por ejemplo, tiene 605 kilómetros cuadrados; Londres, más de 1.500). Desde un punto alto, se puede contemplar a la perfección su geometría cuadriculada sobre la que reinan las dos vías principales: la Gran Via de les Corts Catalanes y la avenida Diagonal. Contemplar Barcelona desde un punto alto merece la pena en cualquier momento. La nitidez del día permite identificar cada uno de los elementos dispuestos en el paisaje, pero los centelleos de las luces nocturnas -que discurren como regueros por algunas calles y barrios- le confieren a la ciudad una particular belleza que plasmaron con precisión en sus libros novelistas de la talla de Juan Marsé, Carmen Laforet o Eduardo Mendoza, por ejemplo.

Así pues, encontrar un lugar desde el que obtener unas buenas vistas de Barcelona es sencillo. Lo difícil -o no tan fácil- es que estas sean gratuitas. La Sagrada Família, el Park Güell, la torre de Collserola… ofrecen una buena panorámica de la ciudad, pero siempre previo pago. Aquí presentamos ocho espacios -muy populares algunos, desconocidos otros- desde los que contemplar Barcelona en todo su esplendor. Y de manera gratuita.

1. TURÓ DE LA ROVIRA (HORTA)

Es un clásico. De hecho, suele estar bastante abarrotado de personas (foráneas y autóctonas). Es un espacio patrimonial donde se conservan los restos de una batería antiaérea construida durante la Guerra Civil española para intentar defender Barcelona de los ataques de la aviación fascista. Se puede llegar en metro o en bus, pero desde la parada hay que subir durante unos 10 minutos por una cuesta bastante empinada. El Turó de la Rovira, y especialmente el barrio del Carmel, son también un escenario recurrente en la novela 'Últimas tardes con Teresa', de Juan Marsé. Por ser, dentro de la ciudad, una de las zonas más elevadas, sus vistas abarcan toda la costa urbana. A lo lejos, a la derecha, se divisa El Prat y a la izquierda, también a lo lejos, Badalona.

2. TERRAZA DEL HOTEL AXEL (EIXAMPLE)

En el número 33 de la calle de Aribau está el hotel gay Axel, a cuya terraza se puede subir durante todo el año. Desde ella, se obtienen unas bonitas vistas del interior de la ciudad y, especialmente del Eixample. Apenas se divisa, sin embargo, el mar y se ve solo la punta de edificios como la torre Agbar o la catedral. Sin embargo, ofrece una bonita panorámica de los tejados y terrazas del barrio. Una curiosidad: justo en el chaflán de enfrente se encuentra el edificio número 36 de la calle de Aribau, donde nació Carmen Laforet y en el que se desarrolla buena parte de su célebre novela 'Nada'.

3. TERRAZA DEL HOTEL BARCELÓ (CIUTAT VELLA)

Una de las panorámicas más especiales de Barcelona. Y poco conocida. Se trata de una zona bastante elevada (un undécimo piso) relativamente cerca del mar, en la rambla del Raval. Debido a la forma del hotel (cilíndrica), esta terraza ofrece unas vistas de 360 grados sobre la ciudad. El Tibidabo, la torre de Collserola, los tejados del Raval, el World Trade Center, Montjuïc (con su piscina municipal), las tres torres industriales del Paral·lel, la Sagrada Família son solo algunos de los espacios al alcance de la vista de quien a ella suba. Desde la terraza del Hotel Barceló del Raval se percibe el crecimiento hacia la montaña de Collserola que Barcelona ha experimentado en las últimas décadas. Merece la pena visitarla tanto de día como de noche. Abre solo de mayo a octubre.

4. TIBIDABO (SARRIÀ-SANT GERVASI)

Es la cima más alta de la montaña de Collserola con 512 metros de altura. Desde la zona del templo se obtienen las mejores vistas de la ciudad, similares a las del Turó de la Rovira, pero desde un punto aún más elevado. Barcelona se dibuja así a los pies de quien la contempla y se ve a la perfección la geometría cuadriculada de la ciudad, con el puerto industrial a lo lejos y el gran Mediterráneo. La desventaja del Tibidabo es que, sin coche propio, llegar es algo complicado. Para ello, hay que tomar los Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya hasta la parada Avinguda Tibidabo y, una vez allí, el tradicional tranvía azul. Finalmente, el funicular hasta arriba.

5. MIRADOR DE LAS ARENAS (SANTS-MONTJUÏC)

En lo alto del centro comercial, que se construyó en la antigua plaza de toros de las Arenas, la terraza superior ofrece vistas de 360 grados, pero debido a su lejana ubicación no se ve, por ejemplo, el mar. Al atardecer, cuando se empiezan a encender las primeras luces de la ciudad, las vistas de la majestuosa plaza de Espanya con los coches discurriendo a su alrededor son especialmente bonitas. En el lado opuesto del centro comercial se encuentra el Palau Nacional, sede del Museu Nacional d’Art de Catalunya, con unas buenas vistas también desde su terraza-mirador, cuyo acceso hay que pagar (gratis, eso sí, para quienes hayan adquirido la entrada del museo).

6. MIRADOR DE LOS JARDINES DE MIRAMAR (SANTS-MONTJUÏC)

Es el espacio que está delante del hotel Miramar, en la montaña de Montjuïc. Este hotel fue inaugurado en 1929 con motivo de la Exposición Internacional; luego fue reconvertido en 1959 en la primera sede de TVE en Catalunya hasta el año 1983. En el 2006 se recuperó para uso hotelero. Desde los jardines de Miramar se puede ver el puerto industrial de Barcelona y contemplar una buena panorámica del litoral marítimo. Las torres del Paral·lel, el World Trade Center, la estatua de Colón y el barrio del Poble Sec son algunos de los elementos y espacios más cercanos que se pueden divisar desde estos jardines.

7. PARQUE DEL TURÓ DEL PUTXET (SARRIÀ- SANT GERVASI)

El hecho de que el Putxet esté situado encima de un pequeño montículo le hace gozar de unas buenas vistas de Barcelona. La subida hasta su parte más alta ofrece una buena panorámica de la ciudad, desde la montaña de Montjuïc hasta la torre Agbar, aproximadamente, así como un trozo de mar. Pero la mejor la da sin duda su mirador, desde el que se pueden disfrutar vistas de la ciudad en 360 grados.

8. CARRETERA DE LES AIGÜES (NOU BARRIS)

La carretera de les Aigües discurre por la sierra de Collserola, por la vertiente que mira hacia Barcelona, desde Vallcarca hasta Pedralbes y Esplugues de Llobregat. Está muy transitada por personas que corren y ciclistas. Las vistas de la ciudad son inmejorables y abarcan Barcelona y gran parte del mar. De noche, además, se ven con claridad los siete haces de luz que emanan del Palacio Nacional.

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