Subirachs versus Gaudí

Josep Maria Subirachs, escultor de la sagrada Família.

Josep Maria Subirachs, escultor de la sagrada Família. / SANTIAGO BARTOLOMÉ

CRISTINA SAVALL / BARCELONA

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Josep Maria Subirachs ( (Barcelona, 1927-2014), el polémico escultor de la fachada de la Passió de la Sagrada Família, y el japonés Etsuro Sotoo (Fukuoka, 1953), autor de algunas tallas de piedra y de las puertas de bronce del Naixament, les une la adoración y la entrega desmedida al templo modernista de Gaudí. Sus estilos son como la noche y el día, pero ambos reconocibles y muy personales, aunque la aportación de Subirachs ha sido más radical, más invasiva con el proyecto original, lo que viene levantando ampollas desde hace décadas, especialmente en los años 90. Historiadores y arquitectos, entre ellos Jean Nouvel Benedetta Tagliabue, analizan estas intervenciones y cuestionan la necesidad de continuar una obra totémica nacida a finales del siglo XIX.

Nouvel teme que se pierda la idea de materialidad que caracteriza a la obra de Gaudí. "Es muy complicado que la Sagrada Família llegue a ser un proyecto verdadero". Aún así, el arquitecto francés reconoce que se trata de un edificio muy atractivo, que llama la atención en todo el mundo. Para él, Subirachs es un escultor maravilloso. "El problema es que su fachada no sigue la mirada de Gaudí", matiza Nouvel. De Sottoo valora su magistralidad. "Pero ocurre lo mismo, y eso deriva en que en la Sagrada Família hay tres artistas muy diferentes, lo cual puede terminar en un pastiche".

MÁS ALLÁ DE LA ESTÉTICA

Benedetta Tagliabue, arquitecta que dirige la Fundació Miralles, se declara una romántica de la estética. "Cuando llegué a Barcelona contemplaba la Sagrada Família como una ruina en el paisaje urbano. Me fascinaba. Ahora me da pena, aunque sé que es una cuestión que va más allá de la belleza. Tiene muchas conotaciones. Es Gaudí y es una catedral católica y a muchas personas les encanta poder presenciar cómo avanzan las obras". Dice que no puede opinar sobre Sotoo porque no ha visto sus aportaciones al templo. Y sobre Subirachs apunta que ha hecho lo que ha podido. "A mí no me convence. Aunque intervendrán tantas manos que al final pasará desapercibido", señala Tagliabue.

Miquel Barcelonauta, administrador de un blog que sigue día a día el desarrollo de las obras de la Sagrada Família, encuentra espléndidas las nuevas puertas policromadas de Sotoo. "Para sacarse el sombrero. Estoy seguro que el propio Gaudí estaría orgulloso", afirma el historiador. Subirachs no se encuentra entre sus escultores favoritos. "Pero su estilo de formas angulares y poco redondeadas incrementa el impacto visual de dolor y sufrimiento que Gaudí quería transmitor. Digamos que con el tiempo me he ido acostumbrando a y quizás ahora ya no las entendería diferentes".

A LA ALTURA DE JUJOL

Al historiador Daniel Venteo, autor de 'La Sagrada Família desconeguda', le gusta  mucho la obra del artista japonés. "Me parece muy cercana a Gaudí y a sus estrechos colaboradores, sobre todo Jujol. A diferencia de las intervenciones de Subirachs, las obras de Sotoo se atisban de forma muy orgánica y natural con  los tiempos de Gaudí. Sorprendentemente Sotoo parece él mismo un discípulo que hubiera conocido y trabajado codo en codo con Gaudí", explica Venteo, que recuerda la controversia que rodeó a Subirachs cuando trabajaba en los 14 conjuntos escultóricos de la fachada de la Passió.

Su opción de emprender una obra personal, alejada de Gaudí y en consonancia con los tiempos actuales despertó duras críticas en el mundo intelectual. "Creo que se trata de un error. El hecho de que sea un templo expiatorio no significa que debamos castigarlo con esas esculturas", declaró el filósofo Xavier Rubert de Ventós en la revista cultural 'Artics', que llegó a organizar una manifestación ante el templo en contra de Subirachs. El poeta visual Joan Brossa dijo que la pared comenzó con 'Parsifal' y se estaba terminado con 'Els Pastorets'. Y el arquitecto Oriol Bohigas argumentó que la consecuencia de "la marranada arquitectónica de los falsos continuadores de Gaudí es lógico que sea una marranada escultórica". Es importante recordar que el propio Subirachs había firmado en 1965 un manifiesto en contra de la continuación de las obras de la Sagrada Familia, junto a Antoni Tàpies, Joan Miró, Le Corbusier y Bohigas.