BARCELONEANDO

Las 'cases grans' de Montcada

La desaparición de las aglomeraciones a la puerta del Museu Picasso permite recuperar la calle para el paseo.

La desaparición de las aglomeraciones a la puerta del Museu Picasso permite recuperar la calle para el paseo.

NATÀLIA FARRÉ

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Mucho se ha escrito y se ha dicho sobre la calle de Montcada, una de las de más solera de la Barcelona antigua y una de las más visitadas por los turistas. Una calle que pasa por haber sido la más aristocrática intramuros, por estar custodiada por numerosos palacios góticos y por deber su nombre al linaje catalán por excelencia, el de los Montcada. Unos tópicos que sin ser falsos no son ciertos del todo. Así, aunque en la vía residían ricos mercaderes que formaban parte de la baja nobleza, la plaza de Santa Anna y las calles de Portaferrissa o Ample tenían más aristócratas titulados por metro cuadrado. Y lo que ahora se llaman palacios nunca lo fueron, pues en la discreta y poco ostentosa Barcelona bajomedieval se hablaba de 'cases grans'. Tampoco su bautizo tiene al noble Guillem Ramon de Montcada como protagonista, sino al mercader Martí de Montcada, un comerciante sin ninguna vinculación al preciado linaje.

Todo esto lo cuenta Albert Garcia Espuche en 'Dues cases. Un carrer. Una ciutat', libro publicado a raíz del recientemente inaugurado Museu de Cultures del Món en los antiguos palacios -perdón, 'cases grans'- Nadal y Marquès de Llió. Y cuya apertura supone un nuevo cambio para esta calle que primero fue sumidero de aguas residuales, luego zona residencial y comercial, y más recientemente polo cultural. Más oferta museística pero no más colas. Las visitas al nuevo centro se prevén escalonadas y las avalanchas en el Museu Picasso han sido controladas a través de la venta previa de entradas según horario. Y esto, la desaparición de las aglomeraciones frente a los palacios -la costumbre puede con la terminología correcta- Aguilar, Baró de Castellet, Meca, Mauri y Finestres es una de las mejores noticias para los comerciantes de la zona y para el ayuntamiento de la ciudad. Este último ve más cerca el objetivo largamente perseguido de recuperar la calle para el paseo; y los primeros hacen realidad una de sus grandes reivindicaciones: mantener sus puertas despejadas.

"Sufríamos mucho las aglomeraciones. Los turistas se acumulaban en la puerta y taponaban la entrada", explica Stephanie, dependienta de una de las tiendas situadas junto al Picasso. "Aunque tenía un lado positivo: había más gente y más potenciales clientes". Una percepción, esta última, que no comparten para nada en otro de los comercios, Mô Art.  "No podíamos trabajar. En los días de fuerte afluencia la entrada no se veía, la gente hacía de valla. Ahora todo está mejor organizado y todos salimos ganando", apunta Norma, que se afana en pregonar su no beligerancia contra el Picasso: "No tenemos nada en contra del museo, todo lo contrario, nos parece perfecto. Poco queda ya de cultura en la calle de Montcada...". Norma habla con causa pues la tienda en la que trabaja forma parte de los bajos del Palau Cervelló, una de las edificaciones más bonitas de la calle, antaño ocupada por la galería Maeght y ahora cerrada a la vista del público.

Artesonados con galeras

Pero mientras surge la posibilidad de que el ayuntamiento la adquiera, como ha hecho con la mayoría de las 'cases grans' de la calle, y se pueda contemplar de nuevo su fantástico patio gótico, los paseos por una ya descongestionada calle de Montcada dan para disfrutar de otros tesoros que conserva la vía y que hasta ahora estaban vetados al paseante: las pinturas de los artesonados de la que fue casa, y ahora es palacio, del Marquès de Llió. "Contienen espléndidas pinturas realizadas a principios del siglo XIV, justo cuando la corona catalanoaragonesa se expandía por el Mediterráneo. Las pinturas representan precisamente las galeras que exploraban territorios desconocidos y lejanos", cuenta Josep Lluís Alay, director de Patrimonio del ayuntamiento y responsable del  Museu de Cultures del Món.

La entrada, hasta el 7 de abril, es gratuita.