La T-10 bajará a 9,95 euros a partir de enero tras el pacto Trias-Collboni

La T-10 costará 9,95 euros a partir del 1 de enero. Son 35 céntimos menos de lo que vale hoy. Así que con el estreno del año no solo no subirá como lo ha hecho sin excepción a lo largo de toda su historia, sino que la tarifa bajará. El precio del transporte público era la condición innegociable del candidato del PSC a la alcaldía de Barcelona: el jueves fue el día de Jaume Collboni al anunciar que había arrancado este compromiso a Xavier Trias, lo que aplana el camino para aprobar los presupuestos municipales del 2015.

Collboni insistía desde hace semanas en que quería "poner los recursos al servicio de la gente", es decir, que el superávit del Ayuntamiento de Barcelona (141 millones en el 2013) sirviera para invertir en aspectos que mejoren la vida de los ciudadanos. El transporte público, cuyo precio ha escalado, por ejemplo, más de un 20% en los últimos tres años en el caso de la T-10, es protagonista del hartazgo de los usuarios. Por eso, el alcaldable del PSC ha insistido machaconamente en que para dar su sí a las cuentas de Trias (en forma de abstención) debía producirse una rebaja "tangible", que los usuarios notaran en el bolsillo.

25 servicios más en hora punta

Pero el pacto entre Collboni y Trias sobre el transporte público no se centra solo en la T-10. También incluye una ampliación del universo de las personas beneficiadas por la tarjeta rosa gratuita, ya que ha bajado el nivel de renta exigido para que así haya más favorecidos. La red de autobuses es la tercera pata de las mejoras que han acordado en este área, ya que se pondrán en marcha 25 vehículos más en hora punta. Este punto del acuerdo lleva aparejado por parte del equipo de gobierno la admisión de que tras la puesta en marcha de la nueva red de bus el servicio ha empeorado.

La T-10 rebajada, los buses adicionales y más tarjetas rosas costarán al Ayuntamiento de Barcelona 16,4 millones de euros, una cifra considerable a la que se deben añadir otros 3,5 millones que aportará el Área Metropolitana de Barcelona (AMB), que preside Xavier Trias y cuyo vicepresidente es el alcalde de Cornellà del Llobregat, Antonio Balmón. Las nuevas tarifas se tendrán que ratificar en el consejo de administración de la Autoritat del Transport Metropolità (ATM) que se celebrará el próximo día 12.

Supeditados al Govern

Collboni insistió en que se trata de unos "presupuestos de transición" que acabará gestionando el equipo que surja de las municipales del próximo mes de mayo. Y se avanzó a las posibles críticas: "No hemos compartido la filosofía presupuestaria del gobierno de Trias porque ha estado supeditado a la Generalitat, pero soy muy consciente de la coyuntura política en la que estamos y objetivamente creo que este acuerdo beneficia a los ciudadanos".

"No hay que hacer tanta retórica. Es inevitable que haya interpretaciones políticas legítimas, pero ahora tengo la oportunidad de cambiar las cosas y lo hago", añadió el alcaldable. Para esquivar los resquemores acerca de la falta de cumplimiento de los acuerdos con el gobierno municipal, Collboni explicó que crearán una comisión técnica de seguimiento, además de que dejarán en manos de un organismo externo la evaluación y rendimiento de cuentas de los pactos.

Plan de rescate social

Mientras el discurso acerca del transporte público estaba muy detallado, todo lo referente al plan de rescate social acordado con CiU deberá esperar unos días. Sí reveló que se desembolsarán 20 millones de euros para programas de ayuda a los parados, jóvenes y niños, pero hasta la semana que viene no se harán públicos. Lo mismo ocurre con la ampliación del número de guarderías públicas en la ciudad, que debería garantizar el acceso a las familias con niños de 0 a 3 años.