MOVILIZACIÓN vecinal

Nueva protesta en Ciutat Vella contra el hotel proyectado en el Rec Comtal

HELENA LÓPEZ / BARCELONA

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La nueva edición de la campaña ciudadana Fem plaça, impulsada desde hace unos meses por la Xarxa Veïnal de Ciutat Vella para reivindicar la necesidad de recuperar el espacio público del distrito para los ciudadanos, se celebró ayer frente al solar en el que el grupo Núñez y Navarro prevé levantar un hotel de 99 habitaciones, justo encima de una parte aún a la vista del histórico Rec Comtal. Con la acción, un encuentro vecinal de ambiente festivo, los ciudadanos reivindican el solar para el barrio -el espacio fue prometido por el alcalde Clos en 1999 para construir vivienda pública-, se oponen frontalmente a la construcción del hotel -de este y de todos- y visualizan una vez más su hartazgo por la parquetematización del casco antiguo.

Ciutat Vella concentra el 26% de las plazas hoteleras de la ciudad mientras representa solo el 4,58% de la superficie de Barcelona, y los vecinos llevan meses organizándose para evitar que esa situación vaya a peor. La de ayer no fue la primera muestra pública de rechazo vecinal al futuro hotel, que cuenta con todos los permisos del consistorio. El pasado 18 de septiembre, la asociación de vecinos del Casc Antic y los Vecinos en Defensa de la Barcelona Vieja cortaron el paseo de Lluís Companys para pedir al consistorio que pare del proyecto de Núñez y Navarro sobre el Rec Comtal y que construya en el solar las viviendas protegidas que hacen falta en el barrio de Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera.

PATRIMONIO HISTÓRICO / Además de la, a sus ojos, más que evidente saturación turística que vive el distrito, «que justifica ya de sobra una negativa», los vecinos inciden también en que en el suelo sobre el que está previsto construir el macrohotel pasa el Rec Comtal de la ciudad. Asistió ayer al encuentro Enric H. March, una de las personas que más ha estudiado la milenaria acequia.

Como había ocurrido en las otras ediciones de Fem plaça, la edición de ayer sirvió también para que pequeños -se trata de una  merienda popular con un carácter inminentemente infantil- y grandes proyectaran en el muro qué sueñan para el lugar, antaño fuente de vida.