La dinamización del comercio

Miles de barceloneses se vuelcan en la 'shopping night' de la Diagonal

Una multitud de barceloneses y turistas pasea por la Diagonal entre el género expuesto por algunas de las tiendas que participaron en la noche de comercios abiertos.

Una multitud de barceloneses y turistas pasea por la Diagonal entre el género expuesto por algunas de las tiendas que participaron en la noche de comercios abiertos.

PATRICIA CASTÁN / Barcelona

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Más que una mera noche de tiendas es una fusión de comercio, cultura, fiestas y gastronomía, bautizada como Intenz Diagonal y que sigue la estela de la exitosa Shopping Night oficial del paseo de Gràcia. Pero las fechas previas al éxodo vacacional y las altas temperaturas que invitan a callejear de noche se han aliado con esta nueva cita, que en su segunda edición volvió a atraer anoche a una marabunta de barceloneses (y turistas) no solo con ganas de diversión, sino también de compras chollo. Las promociones lanzadas por muchos establecimientos, los brindis de cava y las degustaciones a pie de calle propiciaron un ambiente relajado y festivo que animó las ventas. Pero también fue una oportunidad para disfrutar, sin coste, de un despliegue de actividades circenses en todos los escenarios desplegados entre L'Illa Diagonal y Pedralbes Centre, motores de la cita.

Más de 200 tiendas (esencialmente en los dos centros comerciales y  unas pocas tiendas del entorno) se aliaron con hoteles de la zona para lo que Albert Garriga, director de la cita, calificó como «un hermanamiento de comercio y cultura» que no solo «dinamiza» el comercio, sino que se convierte en acontecimiento ciudadano.

A las nueve de la noche, el lado mar de la Diagonal entre Entença y la plaza de la Reina Maria Cristina era ya un enjambre de curiosos, compradores, familias y turistas arriba y abajo, con afán de no perderse nada. Al contrario que el paseo de Gràcia, el Intenz Diagonal, más concentrado territorialmente, tenía el doble componente de noche de tiendas y de un cierto aire de verbena popular.

DESCUENTOS DE HASTA EL 30% / En los centros comerciales, un sinfín de establecimientos lanzaron anzuelos previos a las rebajas, como descuentos de hasta el 30%, cheques regalo, detalles para el comprador, sorteos, performances… y mucho cava. En la calle, aunque solo abrieron algunos gigantes de la zona, como H&M y Benetton, que sacaron cabinas de disyóquey a la vía pública y elevaron la temperatura festiva, hubo muchas sorpresas para quienes llegaban con ganas de compras alternativas. Uno de los mejores rincones lo brindaron los jardines Ferran Soldevila, con un mercado de jóvenes creadores y artesanos que se extendía hasta parte de la Diagonal. Tiendas de Gràcia y de otros barrios montaron también su propio puesto, diversificando la oferta.

El circo era el eje temático de la velada, y desde primera hora malabares, acróbatas, magos, bailarines, ópera y hasta la banda del Triangle de Sants convirtieron la acera en una fiesta. Pepa Plana, la premiada payasa de Valls, fue uno de los puntos fuertes del espectáculo, en los jardines Clara Campoamor, pero otros muchos artistas se desplegaron por la plaza de Valdivia y el entorno de L'Illa, en los diversos escenarios habilitados hasta las dos de la madrugada.

Como novedad, y pese al ambiente de fiesta popular, la tecnología se abrió paso con la presentación de una aplicación pionera en España, Intenz app, basada en la tecnología iBeacons, que permite interactuar con el cliente cuando se encuentra en un radio de unos 50 metros. Unos parches colocados en distintas tiendas y escenarios posibilitaban a quienes contaban con la aplicación recibir descuentos inmediatos, alertas, saludos e incorporarse al instante en las redes sociales, que también se sumaron al montaje.

DEGUSTACIONES / Con o sin móvil, miles de personas se entregaron a pasiones más mundanas, como degustar los platillos que sirvieron diversos puestos del mercado de Les Corts, bajo un entoldado y a dos euros la ración de jamón, canapés, fruta o vinos, así como los gintónics y tapas que preparaban restaurantes de la avenida a precios contenidos y algunas marcas que montaron su propio estand de degustación en la calle.

Hubo colas también para visitar el gastrobus de Carles Gaig, donde regalaban algodón de azúcar, para maquillarse gratis, probar cosméticos y servicios… y muy poca prisa por volver a casa.