UN HOMBRE Y UNA MUJER / 110 METROS CUADRADOS EN CIUTAT VELLA

Una separación y cuatro relevos

Silvia, con unos amigos, en el salón del piso de Ciutat Vella que comparte con Víctor.

Silvia, con unos amigos, en el salón del piso de Ciutat Vella que comparte con Víctor.

P.C. / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Hubo un tiempo en que Víctor L. creía que el amor era para toda la vida, así que... ¿por qué no invertir ahorros e ilusión e hipotecarse hasta las cejas con la que fue su pareja durante años? Tras un primer piso -en la época en que rápidamente se revalorizaban- dieron el salto a esta encantadora vivienda en el barrio de Sant Pere. Los 110 metros cuadrados podían ser para siempre, la hipoteca para varias décadas... pero el romance se acabó y Víctor decidió que no quería dejar su casa. Como tantos, tuvo que apostar por relevar a su pareja por algún eventualroom matepara poder asumir la deuda con el banco y el propio mantenimiento de su hogar. «Tuve claro que tenía que ser gente recomendada, conocidos o amigos de amigos, no quería sorpresas», explica. Y ya ha encadenado cuatro compañeros de piso. Han sido dos chicos y dos chicas, pero confiesa que ahora ha dado con la convivencia perfecta.

No conocía a Silvia, pero esta venía sobradamente recomendada. «Es como una hermana pequeña, nos llevamos genial y llegas a casa y tienes ganas de encontrarte y comentar cómo nos ha ido el día». Elcaseroasegura que con casi 40 años, va madurando la idea de por fin poder vivir solo, o tal vez de nuevo en pareja, pero que el coste de la vida lo pone cuesta arriba en Barcelona. Así que de momento disfruta de la buena convivencia.

«Hay total confianza y puedo traer amigas o a mi novio a casa sin problemas», cuenta Silvia P., de 24 años y que trabaja en la organización de eventos. La logística es sencilla. Hay un bote común para gastos básicos comunes (detergentes y demás) y una zona para cada uno en la despensa y la nevera, aunque muchas veces cenen juntos. A los dos les cuadran los gastos y encima se cuidan mutuamente.