PIEZA CLAVE DEL SECTOR HOTELERO

Los conserjes sacan pecho

El colectivo, experto en asesorar al huésped y tocado por la crisis, defiende su tarea en BCN

PATRICIA CASTÁN
BARCELONA

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«Pon un conserje en tu vida y todo es más fácil», bromea Carlos Martín, curtido profesional del Hotel Juan Carlos I, para ilustrar la quintaesencia de su misión. Desde conseguir mesa para un cliente en el mejor restaurante de Barcelona hasta «tramitar el permiso para que un huésped importe a Arabia Saudí»unos perros con pedigrí, así de variopinta es la labor del primer conserje de este mismo establecimiento, Jordi Leno, que la noche del viernes encabezó en su hotel la defensa de esta profesión –amenazada en Barcelona por la crisis– en la gala anual que convocan los profesionales asociaciados en la prestigiosa red Las Llaves de Oro.

Leno empezó su carrera hotelera como botones y lució unos cuantos uniformes y acarreó muchas maletas antes de desembarcar en una recepción y, más tarde, en la primera línea de la conserjería.

Pregunta obligada, ¿qué diferencia a un conserje de un recepcionista?«El primero atiende al cliente y tramita su entrada y salida, pero el segundo es quien le aconseja, le da un trato personalizado, se convierte en su informador y consejero para lo que necesite dentro y fuera del hotel», sentencia. Su colega, Xavier Porras, del Palace (antes Ritz), agrega que su labor puede marcar la diferencia entre una simple visita a una ciudad o una«estancia inolvidable». Y es que«nunca hay un no para el cliente, cualquier cosa se puede intentar conseguir», defiende.

O casi todo, ya que Xavi Castells, secretario de Las Llaves de Oro en Catalunya y conserje del Renaissance Barcelona Airport, logra contratar aviones privados en tiempo récord, aunque no que a un cliente le devuelvan los puntos perdidos del carnet de conducir, como pedía.

Con varios idiomas a la espalda, un enorme conocimiento de Barcelona, una ilimitada agenda que los erige enconseguidoresy mucha mano derecha para tratar con viajeros de cualquier rincón del mundo, esta nueva generación trata de revitalizar su asociación en Catalunya y defender su puesto de trabajo. Y es que aunque mantienen la hegemonía en los hoteles de cinco estrellas, son muchos los de cuatro que recortan gastos sin esta figura. Algo que ellos rechazan por considerarse«un sinónimo de calidad y un valor añadido», tercia Castells.

De hecho, la conserjería es una pieza clave en la hostelería de alto nivel de EEUU y en muchos países europeos. Les Clefs d’Or a nivel mundial tiene más de 3.500 asociados que se echan una mano para hacer viable lo imposible de un país a otro. El pin dorado en su sopala con dos llaves los distingue.

Recuperación turística

El delegado en Catalunya, Emilio Pecharromán, del Majestic, animó a los 250 invitados (entre profesionales y también colaboradores de empresas vinculadas con el turismo con los que despachan a diario) a sobreponerse a la baja ocupación de los últimos meses y entrever«la luz al final del túnel».

La velada dejó claro que la hermandad del colectivo no sabe de edad. Los superconserjes que marcaron una época siguen fieles a la cita anual, como constató uno de los grandes, Julián Pascual, con 52 años de currículo (hasta el 2002) en el Ritz. Sus recursos han facilitado la estancia de políticos, estrellas y artistas en tiempos en que a falta de internet el mejor instrumento eran una mente ágil y muchosavoir fairepara aderezar las visitas de Salvador Dalí o la diva Sofía Loren.