LA CARRERA por LA CANDIDATURA DEL 2022

Hereu admite que los Juegos aún no apasionan a los barceloneses

El alcalde se dio un baño de masas con los entusiastas de los Juegos.

El alcalde se dio un baño de masas con los entusiastas de los Juegos.

XABIER BARRENA
ALP

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jordi Hereu reconoció ayer que el proyecto olímpico no despierta aún entusiasmos entre los barceloneses. «Allá abajo (por Barcelona) hará falta más pedagogía que aquí», dijo en el transcurso de una concurrida comida con alcaldes y cargos de los municipios de la Cerdanya, en Alp. El alcalde culminó ayer el triángulo de presentaciones del proyecto de candidatura olímpica con vistas a los Juegos Olímpicos de Invierno del 2022, acompañado por elconsellerde Obres Públiques, Joaquim Nadal.

Tras la ignición de la idea, en el Museu Olímpic, a mitad de enero y la visita, hace 15 días, al Pallars Sobirà (las pistas de Espot), tocó el turno a la más próxima Cerdanya. Hechas, pues, las presentaciones pertinentes, cerrados los preámbulos, es ya el momento este mes de marzo que se inicia mañana, de definir la oficina técnica y empezar a trabajar. Hereu se dio un auténtico baño de masas en las pistas de La Molina y Masella. El alcalde palía en la montaña el escaso entusiasmo que el asunto olímpico despierta entre los urbanitas barceloneses.

En las mismas pistas y rodeado de casi un millar de niños de las escuelas de esquí de los alrededores, Hereu trajo la buena nueva del posible advenimiento olímpico. El alcalde se acogió en esta ocasión a la tradición catalana en deportes de invierno que se remonta a más de un siglo. Habló también de las primeras infraestructuras que permitieron conectar el Pirineo con Barcelona, el tren del año 1922. Joaquim Nadal remató sus argumentos afirmando, de nuevo, que todas aquellas infraestructuras que se precisen para el 2022 estarán finalizadas «porque ya están en marcha».

PRESENTACIÓN FORMAL / Por la tarde, tras la comida y también en Alp, Hereu llevó a cabo una presentación formal del proyecto a la sociedad civil ceretana. Culminó su apretada agenda con la asistencia al primer partido delplay-off final de la Liga de hockey hielo entre el Puigcerdà y el Jaca, nada menos que la rival olímpica de la capital catalana.

Las pistas de La Molina son una de las bazas fuertes del futuro proyecto olímpico por dos razones. La primera es su cercanía a Barcelona (poco más de hora y media, una hora menos que en la sede de Whistler de los juegos de Vancouver) y su conexión viaria y ferroviaria. Un tren que, siguiendo con el ejemplo, los canadienses no disponían.

El segundo punto es la experiencia organizativa de la estación, cuyas 14 pistas han albergado hasta 12 pruebas de la copa del mundo, entre ellas la próxima celebración de las pruebas del mundial desnowboarden unhalf-pipe–literalmente media tubería, el nombre que recibe el escenario de estas pruebas– que cuenta con las dimensiones homologadas por el COI.

FACTIBLE / La inauguración de este mundial desnowboard, y una de sus pruebas, se realizará en el Estadi Olímpic de Montjuïc, en lo que será la primera puesta en escena de este maridaje entre Barcelona y el Pirineo. Todo ello hizo que el alcalde, teniendo siempre presente las lecciones que aprendió en su reciente viaje a Vancouver, afirmara que es «factible» y que Barcelona «está en condiciones de realizar la mejor candidatura».

Una persistente nevada acompañó a Hereu en su recorrido por La Molina y La Masella. La visita, calificada como de «histórica» por el más que animosospeakerde la estación, que entre sus gritos y la música rap que le acompañaba de fondo apenas permitió escuchar tanto a Hereu como a Nadal, dejó en la retina fijadas varias imágenes curiosas. Por ejemplo, lo último entre los adolescentes es subir a las pistas con una bota de esquí de cada color. Y entre los niños, complementar sus cascos con fundas que simulan orejas de conejo.

Y lo último entre los altos cargos de la Generalitat, ya seanconsellerso bien directores generales de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) es calarse un llamativo gorrito de lana, hasta las orejas, en el caso de Joan Torres (presidente de FGC, empresa propietaria de la estación de La Molina), y a media sien, en el de Joaquim Nadal.