El Patronato de la Vivienda de BCN retrata sus 80 años de vida

No se trata de un libro de lectura, sino de un libro «para pasearse por él», explicó el escritor Rafel Vallbona en la presentación de80 anys del Patronat Municipal de l’Habitatge en imatges. 238 páginas que recogen instantáneas de todas las promociones municipales repartidas por prácticamente todos los barrios de la ciudad, con un centenar de imágenes del propio archivo del patronato. «No tenemos costumbre de celebrar aniversarios, pero los 80 años nos parecía una cifra bonita, y el libro nació con la idea de ser un regalo para las muchas asociaciones de vecinos implicadas», explica el delegado de vivienda, Antoni Sorolla.

La primera promoción que cita el libro se remonta a la Exposición Universal de 1929, cuando Barcelona se vio obligada a maquillar ciertos rincones que requerían una actuación urgente, como era el caso de los cuatro grupos de Casas Baratas que se construyeron para acabar con el barraquismo en el barrio de Montjuïc. La obra finaliza con Can Travi, la primera promoción del patronato --entregada el verano pasado-- en la que se centralizó la producción de agua caliente sanitaria y la calefacción. Entre uno y otro proyecto, la capital catalana, como demuestra el libro, ha modernizado radicalmente su política en materia de vivienda.

CARÁCTER INNOVADOR / En estos 80 años se han levantado viviendas protegidas de todo tipo (de la Mina al barrio de Montbau, uno de los paradigmas del patronato). Y, aunque muchas de estas construcciones han sido posteriormente cuestionadas, Sorolla defiende que siempre han sido edificaciones «con un carácter innovador».

Sobre la función social de la institución a lo largo de estos 80 años de trayectoria, Sorolla lo tiene claro: «El problema de la vivienda es un problema latente en la ciudad que no hemos cerrado ni me temo que cerremos nunca». Así pues, el patronato sigue teniendo la misma importancia que el primer día y casi la misma filosofía. «Siempre hemos trabajado con la vivienda y siempre vinculada a la gente con menos recursos», resume.

En referencia a las posibilidades que podría suponer la candidatura olímpica del 2022, teniendo en cuenta que las primeras promociones del patronato se levantaron para acoger a los inmigrantes de la Exposición Universal de 1929, Sorolla se muestra cauto. «Está por ver. Es algo todavía muy embrionario. Puede ser un instrumento para construir una nueva villa olímpica, aunque no comparable a la de los juegos de verano», explica sin querer dar demasiados detalles.

MÁS PISOS PROTEGIDOS / «Lo que está claro es que, si se construye, intentaré que esa obra sirva después para acoger pisos protegidos», prosigue el delegado de vivienda, para quien las prioridades actuales son «consolidar el aumento en la producción de vivienda», que ahora está en 500 por año; consolidar la eficiencia energética, y mejorar el mantenimiento de los hogares ya construidos. Y, algo imprescindible para acabar de cerrar el círculo: que los bancos hagan correr el dinero, para que las familias puedan acceder a esos pisos.