CLAUSURA TEMPORAL DE UN EQUIPAMIENTO DEL RAVAL

La biblioteca de Sant Pau cierra por falta de aire acondicionado

La sala deja a cientos de usuarios sin servicio por tercer verano consecutivo

JORDI SUBIRANA
BARCELONA

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Los vecinos del Raval se quedarán de nuevo este verano sin poder ir a la biblioteca de Sant Pau y de la Santa Creu, una de las más importantes del centro de Barcelona. El motivo, aunque pueda sorprender, es que la sala no dispone de aire acondicionado y entrar en ella es insufrible. El centro, ubicado en los jardines de Rubió i Lluch, entre las calles del Carme y del Hospital, permanecerá cerrado durante dos meses, desde mañana hasta el 31 de agosto.

El problema se prolonga desde hace dos años. En el 2006, un grupo de trabajadores de este equipamiento que ocupa una parte del edificio gótico del antiguo Hospital de Sant Pau se quejó de que el aire que se respiraba era insalubre. Al parecer, el calor y los malos olores que entraban de la calle hicieron que la situación se volviera insostenible y se optó por cerrar la biblioteca antes de que la Conselleria de Salut la precintara. Los jardines de Rubió i Lluch se han convertido en los últimos años en un foco de suciedad y degradación en el que es habitual ver a drogadictos y mendigos.

UNA OBRA CARA

La instalación del aire acondicionado todavía se demorará, posiblemente, algunos años más. Un portavoz municipal justificó que no se haya colocado porque el centro forma parte del catálogo artístico-arquitectónico de la ciudad y no admite según qué tipo de actuaciones y las que se han probado no han funcionado. Al tratarse de una construcción de hace cinco siglos, los trabajos de instalación pasarían por rehacer todo el sistema eléctrico, un trabajo muy caro que, según el Consorcio de Bibliotecas, el distrito de Ciutat Vella se muestra reacio a ejecutar porque el edificio afrontará en los próximos años unas reformas coincidiendo con la transformación de la plaza de la Gardunya, que culminará en el 2012.

Según el ayuntamiento, la solución a la instalación de aire acondicionado no llegará hasta que se haya redactado el plan director del antiguo hospital y que prevé el traslado y la ampliación en 2.500 metros cuadrados --junto a otros servicios del recinto, como la Biblioteca de Catalunya-- de una parte de la biblioteca a la escuela Massana. El centro educativo irá a un nuevo edificio de la plaza de la Gardunya.

Algunos usuarios criticaron que la biblioteca cierre otra vez y que el ayuntamiento siga sin encontrar una solución al problema cuando se trata de uno de los equipamientos más utilizados y más valorados del Raval. El espacio presta un servicio que va más allá de ser una sala de lectura. A diario acuden cientos vecinos de distintas etnias y con pocos recursos económicos para quienes la biblioteca es una salida a sus ratos de ocio. Dispone de una área infantil, con un espacio multimedia con ordenadores, más de 100 periódicos y revistas, un fondo literario especializado en el mundo árabe y una amplia colección en distintos idiomas.

Este verano, los usuarios de Sant Pau no tendrán más remedio que dirigirse a otras bibliotecas de Ciutat Vella que sí abrirán sus puertas: Fraternitat, en la Barceloneta, y Francesca Bonnemaison, en Sant Pere més Baix. Según el Consorcio de Bibliotecas, en verano cierran muchas bibliotecas porque se reducen las visitas y suelen quedar operativas una o dos por distrito, pero la única que baja la persiana por falta de aire acondicionado es la de Sant Pau.