DAÑOS EN UN MONUMENTO DE SARRIÀ-SANT GERVASI

La torre de Bellesguard se salvará con fondos públicos

La cruz de la torre de Bellesguard, protegida con plásticos, junto al edificio, ayer.

La cruz de la torre de Bellesguard, protegida con plásticos, junto al edificio, ayer.

DAVID PLACER
BARCELONA

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El Ayuntamiento de Barcelona y la Conselleria de Cultura han ofrecido a la familia propietaria de la torre de Bellesguard, construida por Antoni Gaudí hace 100 años, una subvención de 400.000 euros para pagar las reparaciones de emergencia que necesita el inmueble. La cruz de la casa, que amenazaba con desplomarse, ya fue retirada el 21 de mayo en una complicada operación y será reparada cuando el consistorio, la Generalitat y la familia propietaria firmen un acuerdo económico.

Las administraciones se han mostrado dispuestas a pagar el 66,6% de la factura, con lo cual la familia abonaría una tercera parte del total. Los cálculos de los técnicos del ayuntamiento y la Generalitat estiman un coste total de unos 600.000 euros y ya han comenzado los trámites administrativos para hacer efectivas las subvenciones de emergencia.

Los detalles del convenio para la recuperación del monumento, redactado por la Concejalía de Urbanismo, han sido estudiados por el Institut del Paisatge Urbà y por la Generalitat. La familia tendrá que analizar ahora las condiciones del documento, pero se espera que firme un acuerdo en breve, tras lo cual comenzará la reparación.

TODAVÍA SIN REPARAR A

la espera de que se materialice la ayuda, la cruz de la torre continúa bajo resguardo, envuelta y protegida en los jardines de la casa, ubicada en la calle de Bellesguard, en Sarrià, cerca de la Ronda de Dalt. Los técnicos del ayuntamiento y la Generalitat han analizado los daños de la estructura, pero no ordenarán ninguna reparación hasta que no se concrete el acuerdo.

Las condiciones propuestas por las administraciones suponen una mejora para las expectativas de los propietarios. Tras la aparición de las grietas y la peligrosa inclinación de la cruz, el consistorio sugirió que los trabajos debían ser asumidos a partes iguales entre el municipio y los dueños. Pero los recursos prometidos ahora por Cultura aliviarán la carga económica de los dueños, que ya habían costeado reparaciones anteriores, la última hace 25 años y también en el pináculo.

CAUSAS INCIERTAS

Las causas del repentino deterioro del edificio y el aumento de las grietas en pocos días son aún inciertas. El ayuntamiento estudia si las explosiones para la construcción de la gran tubería de agua que conectará las redes del Ter y del Llobregat, coordinadas por la Conselleria de Medi Ambient en la montaña de Collserola, han podido ocasionar los desperfectos. Los vecinos también se han quejado de la aparición de fisuras en los inmuebles cercanos, pero la empresa Aïgues Ter Llobregat niega tener responsabilidad en estos perjuicios.

Los arquitectos de la propiedad aseguran que, sea cual sea la causa de los daños, los materiales tienen más de 100 años y comienzan a mostrar signos de desgaste.