El factótum de La Casa Azul

El compositor, músico y productor Guille Milkyway triunfa con 'La revolución sexual', último disco del conjunto imaginario, y con las canciones de la teleserie 'Gominolas'

RAMÓN VENDRELL / BARCELONA

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A fuerza de imaginar mundos felices, Guille Milkyway se ha construido una realidad feliz. La racha ganadora empezó en el 2006 con Amo a Laura, de Happiness, y sigue hoy con La revolución sexual, elepé de La Casa Azul que entró en la lista de éxitos en el puesto 25°, una hazaña para un disco indie, y las canciones de Gominolas.

Happiness: un conjunto panoli inventado para una campaña publicitaria de la MTV. La Casa Azul: un grupo imaginario que en su última encarnación está formado por androides. Gominolas: el quinteto infantil que da nombre a la teleserie de Cuatro, un clásico instantáneo. Todos ellos son proyecciones de Milkyway, compositor, productor y músico barcelonés a quien no le gusta dar la cara.

¿Por qué crear un grupo inexistente como La Casa Azul en vez de formar uno de verdad, que debe de ser más fácil? "Tengo motivos --dice Milkyway--. Soy fan de grupos de la música bubblegum que no existían The Archies, The Monkees. Soy poco sociable y me impacta demasido la gente, así que me es cómodo tener una pantalla que me proteja de los medios y el público. Y me es más fácil expresarme en el mundo irreal y escapista que es La Casa Azul".

Problemas de comunicación

Alguien con título de psicólogo comprado por internet puede interpretar que Milkyway tiene problemas de comunicación y que es un obseso del control. "Supongo que es así. Pero no me considero raro porque son problemas muy extendidos. Y más entre artistas, a quienes les es complicado expresarse fuera de su obra".

Hay una larga tradición de cerebros en la sombra del pop con problemas mentales. Sus admirados Joe Meek, Phil Spector y Brian Wilson, por ejemplo. "Es claramente perjudicial para la salud ser un recluso del estudio. Lo comparo a la adicción a una droga. Te permite alejarte de la realidad y crearte un entorno a tu medida donde eres feliz, pero a la larga te da desequilibrio y la felicidad se encuentra en el equilibrio. Soy consciente del peligro".

Mylkyway es hincha, y se nota en la música de La Casa Azul, del soft pop, el easy listening, el europop y el desacomplejado retrofuturismo japonés que tuvo en Pizzicato Five a su buque insignia, entre tantas otras cosas que podrían llenar la página. También es hincha de los grupos infantiles. "Hay grandes discos de pop infantil --dice--. El que la niña Carmen Pascual hizo en 1981 o 1982 está superbien hecho y es precioso". Se comprende, pues, que esté cómodo escribiendo canciones para Gominolas. Parece que bien poco le cuesta hacerlas. "El viernes tengo que entregar un villancico que realmente no he empezado a hacer". Era miércoles.