La CNE analizará mañana los datos de Endesa y Red Eléctrica sobre el apagón

EL PERIÓDICO / BARCELONA

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Mañana se cumple el primer mes del gran apagón que dejó a oscuras a casi un tercio de los ciudadanos del área metropolitana. Los caprichos de la agenda hacen que mañana, asimismo, se realice la reunión de consejo de administración de la Comisión Nacional de Energía (CNE) para analizar la primera remesa de información que deben aportar Endesa y Red Eléctrica de España (REE) relativa al incidente. La comisión será la encargada de depurar responsabilidades y atribuir las culpas pertinentes.

La CNE --que regula el mercado energético-- decidió el pasado 25 de julio abrir un expediente informativo para esclarecer las causas del apagón y concedió un plazo de 10 días a las empresas afectadas para que remitieran toda información disponible sobre las infraestructuras eléctricas involucradas en la avería. Una semana después, el organismo pidió a Endesa y REE documentación adicional sobre el hecho, instándoles a que la aportaran dentro del plazo de 10 días concedido en el momento de realizar su primera demanda de información.

El 23 de julio, la caída de un cable de Endesa sobre el tendido de alta tensión de REE causó una cadena de cortocircuitos que afectó a varias subestaciones. La disposiciónen rosariode las subestaciones --en lugar de seguir, por ejemplo, un dibujo en malla-- provocó que con el fallo de las instalaciones de Urgell y Maragall el número de afectados fuera creciendo por millares, sin poder recibir suministro de ninguna otra subestación. El alcalde, Jordi Hereu, pidió ayer, una vez más, que se hagan esfuerzos que permitan tener, en un futuro, dicha disposición en red.

UN MILLÓN DE AFECTADOS La avería se saldó con 320.000 clientes afectados, lo que supone cerca de un millón de personas, 10.000 abonados sin luz durante 57 horas --es decir, dos noches-- y con la instalación de 156 grupos electrógenos en las calles de la ciudad.

La comparecencia de los presidentes de las dos eléctricas aludidas, Manuel Pizarro (de Endesa) y Luis Atienza (de REE) sirvió para que cada compañía pusiera sobre la mesa sus versiones --diametralmente opuestas-- del incidente. La cuestión de Maragall parece clave para resolver el embrollo. Endesa defiende que el incendio nada tiene que ver con la caída previa del cable. REE, por su parte, insinúa que el origen del fuego en la subestación del Guinardó debe buscarse en los cables que Endesa tiene en esa instalación.