El Summercase coloca el broche al verano festivalero de Barcelona

NANDO CRUZ / BARCELONA

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El Summercase marca este fin de semana el fin de la temporada de festivales de pop-rock en Barcelona con dos maratonianas jornadas, hoy y mañana de seis de la tarde a seis de la madrugada, en el Parc del Fòrum. Y como ha venido ocurriendo con la mayoría de los grandes eventos musicales del 2007, las previsiones ya apuntan a que tanto en la edición barcelonesa como en la que se celebra simultáneamente en Boadilla del Monte (Madrid) van a asistir más espectadores que en las del 2006.

El cartel de este año justifica plenamente esta tendencia al alza. En el imponente listado de esta segunda edición coinciden, entre otros: Arcade Fire, Scissor Sisters, The Flaming Lips, Bloc Party, PJ Harvey, The Jesus And Mary Chain, OMD, !!!, Jarvis Cocker, James, The Chemical Brothers, Astrud, Air y Kaiser Chiefs. Dada la acumulación de estrellas de pop, rock y electrónica, hace un mes que el festival superó la cifra de abonos vendidos en el 2006. La única diferencia respecto al Sónar, el Primavera Sound o el FIB de Benicàssim es que, por ahora, la presencia público extranjero al Summercase significa un porcentaje todavía simbólico.

NADA SE SOLAPA

La condición de festival gemelo del Summercase convierte en parte clave del operativo el traslado de los artistas que hoy actúan en Barcelona hasta Madrid, donde actuarán mañana, y viceversa. Sólo algunas bandas que están de gira por Europa harán el trayecto en sus autocares. El resto irá en avión, de modo que el puente aéreo tendrá un intenso tráfico de músicos.

Varios grupos que actúan a primera hora y que, por lo tanto, deben probar sonido por la mañana, vuelan a las seis de la madrugada. Por contra, otros como 2 Many DJs, no abandonarán Barcelona hasta las nueve de la noche ya que no se les espera en el escenario madrileño hasta las 4.15 de la madrugada.

La baja por enfermedad de Mika ha reducido la parrilla a 49 actuaciones que estarán distribuidas en cuatro escenarios. Como gran novedad en la política del programación de los grandes festivales, al menos los conciertos de los dos escenarios principales (Terminal O y Terminal E) se han programado de modo que no se solape ninguna actuación.