Jordi Call: Inmigrantes bajo el foco

MARÍA JESÚS IBÁÑEZ / LLEIDA

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Jordi Call

Parets del Vallès, 1971 Debutó con Costaleros El viernes por la noche su documental Terra d'esperança abrió la Mostra de Cinema Llatinoamericà

Un silencio de aprobación, breve pero necesario para acabar de digerir los últimos planos, siguió el pasado viernes a la proyección de Terra d'esperança, el documental que inauguró la 13ª edición de la Mostra de Cinema Llatinoamericà de Lleida. Tras el mutis, el sonoro aplauso del público hizo que Jordi Call, director de la película, recuperara el aliento. Los músicos catalano-argentinos de la agrupación Immigrasons, coprotagonistas del filme, se removieron satisfechos en sus butacas.

El joven realizador, que se dio a conocer en 2002 por su trabajo en el inmenso Costaleros, documental en el que recoge las experiencias de los andaluces llegados a Catalunya en los años sesenta, ha vuelto a ahondar ahora en el tema de la emigración, del exilio forzado por razones políticas o económicas. Terra d'esperança fue un encargo de Manuel Montañés, director artístico del Mercat de Música Viva de Vic. "En él, a través de un grupo de musicos catalanes y argentinos, bautizado con el nombre de Immigrasons, intento explicar historias personales de emigrantes, que hicieron el camino en uno u otro sentido". El resultado es un "documental creativo", donde el autor deja cabos sin atar, "porque quiero que el espectador trabaje, que extraiga sus propias conclusiones", dice Call.