Las voces anti-Bush de Dixie Chicks triunfan en los Grammy

NOELIA SASTRE / NOVA YORK

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Rebautizadas como las refugiadas de Nashville por razones políticas e incompatibilidad de caracteres, las canciones de Dixie Chicks dejaron de sonar en las radios de música country en el 2003 después de que Natalie Maines, líder del trío formado en el mismo estado que George Bush gobernó antes de dar el salto a la Casa Blanca, dijera en un concierto en Londres: "Para que lo sepáis, nos da vergüenza que el presidente de Estados Unidos sea de Tejas". Los fans y máximas autoridades de ese género tan americano y patriota dieron la espalda a las prometedoras pupilas (sus dos primeros discos fueron de los más vendidos en la historia del country). Ahora los boicots, las amenazas de muerte y el vacío en los galardones de la Asociación de Música Country a su álbum Taking the Long Way han sido recompensados en la 49ª edición de los Premios Grammy.

Las Dixie Chicks se llevaron el domingo en Los Ángeles los cinco premios a los que optaban: canción, grabación y disco del año (producido por el también galardonado Rick Rubin), además de mejor álbum country y mejor interpretación en esa categoría por el tema Not Ready to Make Nice, desafiante respuesta a la furia desatada por la polémica frase anti-Bush que ha protagonizado el documental Shut Up and Sing.

NO TAN COUNTRY

Ironías del destino, tras Taking the Long Way las tejanas ya no se consideran artistas country. "No habríamos hecho este álbum de no haber pasado por todo esto; no hay nada que lamentar", dijo Emily Robison junto a su hermana, Martie Maguire, y la cantante, Natalie Maines. "Muchos estarán apagando el televisor ahora. Cuánto lo siento", bromeó sobre los espectadores en los estados del cinturón de la biblia y especialmente de Tejas, a quienes dedican su canción Lubbock or leave It (juego de palabras con la ciudad tejana de Lubbock).

Los veteranos Red Hot Chili Peppers recogieron cuatro Grammy: mejor canción y actuación de rock por Dani California, mejor edición especial y disco de rock por el doble álbum Stadium Arcadium. La cantante Mary J. Blige, que aspiraba a ocho, no ganó ninguno de los grandes pero se llevó tres: mejor álbum de R&B con The Breakthrough, mejor interpretación y canción en esta categoría con Be without you.

Beyoncé, Justin Timberlake, el octogenario Tony Bennett, el rapero Ludacris (que dio las gracias al ultraconservador presentador de la Fox Bill O'Reilly), la artista revelación Carrie Underwood (salida de la factoría de American Idol con su canción country-cristiano Jesus, take the Wheel), Maná y Julieta Venegas también fueron reconocidos por los 11.000 miembros de la academia con derecho a voto, que sin embargo olvidaron el Modern times de Bob Dylan. Se llevó, en cambio, el mejor álbum de folk contemporáneo, y Bruce Springsteen, el de folk clásico.

Además de la esperada presencia de The Police, la gala contó con viejas glorias como Lionel Richie, Stevie Wonder, Earth, Wind & Fire, Joan Baez y una muy prescindible versión del Hotel California de los Eagles. Y hasta montaron el concurso Mi momento Grammy en el que tres jóvenes competían para actuar con Timberlake. Cualquier cosa con tal de recuperar la audiencia perdida.