492 MILLONES PARA LOS DEPORTISTAS

El Barça reduce la masa salarial a la que tenía en 2017

La junta de Laporta ha conseguido rebajar las desbocadas nóminas de los deportistas a costa de algunas dolorosas renuncias

El técnico Xavi Hernández se dirige al público durante la presentación del equipo antes de iniciarse el trofeo Joan Gamper en el estadi Olimpic Lluis Companys en Montjuic, sede del FC Barcelona (Barça) para la temporada 2023-24.

El técnico Xavi Hernández se dirige al público durante la presentación del equipo antes de iniciarse el trofeo Joan Gamper en el estadi Olimpic Lluis Companys en Montjuic, sede del FC Barcelona (Barça) para la temporada 2023-24. / Jordi Cotrina

Joan Domènech

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El 26 de octubre de 2020, Josep Maria Bartomeu negó que tuviera intención de dimitir. Al día siguiente, dimitió. Dio media vuelta para no enfrentarse a la moción de censura que cobraba visos de convertirle en el primer presidente de la historia del Barça que iba a quedar depuesto. Firmó el último fichaje (Sergiño Dest) en una plantilla de 26 futbolistas de la que sólo quedan cinco componentes: Ter Stegen, Sergi Roberto, Araujo, De Jong y Pedri. El citado Dest, Lenglet y Ansu Fati aún pertenecen al club, que los tiene cedidos.

Aquel Barça en decadencia, que se encaminaba a la votación que no se produjo y a unas elecciones que se retrasaron hasta el mes de marzo de 2021, tenía una masa salarial de 617 millones. El presupuesto diseñado por la junta de Bartomeu contemplaba 828 millones de ingresos, que se redujeron a 631 en la primera campaña postcovid. Es decir, que los gastos deportivos deportistas se comieron todo el presupuesto (el 97,7%). Las cuentas las cerró la junta de Joan Laporta.

El vicepresidente Jordi Cardoner y el presidente Josep Maria Bartomeu.

El vicepresidente Jordi Cardoner y el presidente Josep Maria Bartomeu. / EFE / ALEJANDRO GARCIA

Millones comprometidos

El desfase entre los ingresos calculados y los gastos previstos, con ser dramático, alcanzaba ribetes de tragedia por los millones comprometidos para las siguientes campañas (el mandato de Bartomeu acababa en 2021) entre salarios diferidos y bonus que eran casi fijos encubiertos. Una cifra que se aproximaba a los 390 millones.

La mayor preocupación, el foco de Laporta y sus ejecutivos para sanear las cuentas, se ha fijado en los sueldos de los deportistas. El club, sin embargo, ha conseguido invertir en la plantilla y, al mismo tiempo, ahorrar. El círculo virtuoso 2.0 se ha saldado con la conquista de la Liga y una Supercopa de España, que no puntúa. Se ha cumplido el objetivo en el campo y en el excel. 

Bartomeu y Dembélé, en la presentación del futbolista francés.

Bartomeu y Dembélé, en la presentación del futbolista francés. / ANDREU DALMAU

La junta heredó una masa salarial de 617 millones y la ha reducido a los 492 millones de este curso.

Regreso al pasado

El Barça ha vuelto al pasado. A 2017, cuando ganaba títulos y las nóminas andaban por debajo del 70% del presupuesto, que es el límite máximo recomendado por la UEFA en las reglas internacionales del fairplay. El organismo entiende que el mínimo sea del 55% del presupuesto de un club

El coste salarial deportivo del Barça para esta temporada es de 492 millones, que se asemeja a los parámetros de la campaña 2016-17, cuando fue de 432 millones. En la siguiente se disparó hasta los 639 millones sin motivo aparente. Sí hubo un motivo que explica ese desfase: la marcha de Neymar.

Se marchó Neymar al París Saint Germain y dejó 222 millones en caja. Bartomeu los gastó todos y más en dos sustitutos (los recordados y no añorados Dembélé y Coutinho) y en renovaciones al alza de varios miembros de la plantilla. Hasta su marcha de la presidencia, el Barça sobrepasó el 70% del fairplay recomendado.

João Cancelo y João Félix, antes del Osasuna-Barça de El Sadar.

João Cancelo y João Félix, antes del Osasuna-Barça de El Sadar. / REUTERS / Vincent West

La plantilla de fútbol está ahora dentro del ‘fairplay’ de la UEFA al costar solo el 54% del presupuesto.

Muchas renuncias

El Barça es ahora un club pobre y endeudado. Pobre porque apenas ha podido invertir 3,4 millones en refuerzos, el que menos de la Liga excepto el Athletic (cero): han llegado cinco futbolistas (dos de ellos cedidos) y solo se ha pagado por Oriol Romeu. Endeudado porque la deuda sigue por encima de los 1.200 millones, se han vendido varios activos, y está en marcha el Espai Barça. Acomplejado incluso, obligado a asumir renuncias como ser incapaz de poder recuperar gratis a Lionel Messi, carecer de margen para presentar una oferta por Bernardo Silva, el gran deseado, renunciar al emblema del basket internacional que era Nikola Mirotic o asumir la pérdida anticipada, a dos años vista, de Gonzalo Pérez de Vargas, el capitán del balonmano. 

Messi se despide llorando del Barça.

Messi se despide llorando del Barça. / REUTERS / ALBERT GEA

La plantilla de Xavi ha adelgazado con 13 efectivos despedidos, pero entre traspasos, amortizaciones y ahorro se ha rebajado la masa salarial en 161 millones solo en el fútbol. La reducción de gastos total es de 212 millones. Se han ido las fichas más caras de la plantilla, las que sobrevivían de la era Bartomeu, como las de Piqué, Busquets y Alba.

Piqué, Busquets y Alba, suplentes en el Barça-Elche de la Liga 22-23.

Piqué, Busquets y Alba, suplentes en el Barça-Elche de la de la Liga 22-23. / EFE

Doble plan de viabilidad

El año pasado el importe del vestuario era de 566,4 millones (la masa salarial deportiva global fue de 676 millones) y este año será de 404 millones (492 millones con las secciones), que también se han apretado el cinturón (38 millones menos de desembolso) siguiendo el doble plan de viabilidad: el interno de la junta y el externo de laLiga, con la severa mirada de Javier Tebas. Esos 404 millones de la plantilla de fútbol (sueldos, nóminas y amortizaciones de jugadores, técnicos y personal auxiliar) estarían por debajo del listón de la UEFA, el 54% del presupuesto. La de la campaña 22-23 rayaba el 73%. 

La disminución de este verano, sin embargo, se produce después de que el dispendio se hubiera disparado la pasada campaña a una cifra récord, histórica, de 676 millones. Entonces sí que hubo inversiones con los fichajes de Robert Lewandowski, Jules Koundé y Raphinha, y antes la de Ferran Torres. Otro asunto, que no sale en los libros de cuentas, es el valor que tienen futbolistas como Araujo, Pedri, Gavi, Balde y Lamine Yamal. 

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