El Barça trabaja en EEUU con las salidas encalladas

Han ido 32 jugadores y 12 directivos, con el presidente Joan Laporta al frente de esa numerosa expedición del Barça que ha aterrizado esta madrugada en Los Ángeles para iniciar una gira deportiva y comercial por Estados Unidos. Horas después ya trabajaba en el estadio Memorial Coliseum de la metrópolo estadounidense.

Una gira de dos semanas que tendrá cuatro partidos (Juventus, que será el primero a las 04.30 h del domingo, Arsenal, Madrid y Milan), además de la necesidad de encontrar salidas a piezas, como Lenglet, Dest o Julián Araujo, el defensa mexicano, que no tienen sitio y vender jugadores (Ferran Torres, Kessié y Ansu Fati) que permitan aligerar masa salarial y acometer los objetivos aún pendientes en la planificación de la plantilla: un lateral derecho y un interior creativo.

Aterrizó el Barça en EEUU y, curiosamente, minutos después lo hizo el Madrid, que no tiene a Benzema, ya en el fútbol árabe, ni dispone tampoco de Mbappé, el delantero que lleva años persiguiendo. Aterrizó Xavi con 32 jugadores, incluidos los siete jóvenes que pasarán el Erasmus en la costa Oeste norteamericana; Ancelotti, en cambio, solo con 25 futbolistas, apenas tres procedentes de la fábrica blanca.

Ese excedente en la plantilla supone no solo un problema para el técnico del Barça sino también para la caja del club. De momento, no ha recaudado ni un solo euro en la venta. Se han ido Busquets, acababa contrato, y Jordi Alba, tenía firmado hasta 2024, al Inter Miami.

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Umtiti, una de las fichas que había más altas de la plantilla, pese a que estuvo cedido la pasada temporada en el Lecce italiano, se ha desvinculado definitivamente del Barça. Y Pablo Torre ha sido cedido al Girona con ‘cláusula del miedo’ incluida. O sea, no puede enfrentarse a los azulgranas. Ni en Montjuïc. Ni en Montilivi.

Aligerar plantilla

La estructura deportiva barcelonista, liderada por Deco, que ejerce de secretario técnico, aunque no haya sido nombrado oficialmente aún, y Mateu Alemany, el director de fútbol que se fue al Aston Villa de Emery y volvió antes siquiera de firmar el contrato, se vuelcan en hallar soluciones para aligerar la plantilla y encontrar recursos económicos.

Xavi tiene a tres (Gündogan, Iñigo Martínez y Oriol Romeu) de los cuatro fichajes realizados. El otro es Vitor Roque, el joven delantero brasileño (18 años), que no puede venir ahora, precisamente por la delicada situación económica de la entidad, ahogada por el fair play salarial. Se le espera dentro de seis meses o, en el peor de los escenarios, el verano que viene.

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Pero Xavi no tiene tiempo qué perder. Conquistada la corona liguera, destronando al Madrid, y la Supercopa de España, en la que también abatió en Riad al equipo de Ancelotti, necesita elevar el nivel de su plantilla con ese par de refuerzos más que ha pedido. Pero si no hay salidas –queda menos de un mes para el debut en la Liga ante el Getafe, 13 de agosto- y el Barça requiere ventas urgentes de jugadores que no tienen prisa.

Lenglet, cedido el año pasado al Tottenham, ya está en Estados Unidos vestido de azulgrana, aguardando a que las negociaciones se desbloqueen. Dest, más de lo mismo, convencido, sin embargo, de que podrá quebrar la voluntad de Xavi y hacerle cambiar de opinión para le permita retornar al Barça tras su errático préstamo al Milan. Kessié, que llegó gratis hace un año, quiere elegir su futuro.

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Ansu Fati, pese a todos los mensajes que ha recibido, no quiere moverse de Barcelona. Y Ferran Torres, tampoco. El mercado está entrando en los últimos días de su primer mes. Nadie sale del Barça. En agosto, y con el tiempo apremiando a todos, llegarán las prisas.

En Estados Unidos está, ahora mismo, todo el Barça. Y no es ninguna exageración. El primer equipo y la directiva. 32 jugadores y 12 miembros de los 18 miembros de la junta: el presidente Joan Laporta, los vicepresidentes Rafa Yuste, Elena Fort y Antonio Escudero, el tesorero Ferran Olivé y los directivos Miquel Camps, Josep Ignasi Maciá, Aureli Mas, Xavi Puig, Ángel Riudalbas, Joan Solé y Joan Soler. Solo seis no cogieron el chárter camino de Los Ángeles.