FIN DE UNA ÉPOCA

Jaume Marcet, la voz de La Masia en Barça TV

La plantilla de Barça TV demandará al club y a Telefónica por cesión ilegal de trabajadores

El Barça cierra Barça TV el próximo 30 de junio

El podcast de EL PERIÓDICO: el cierre de Barça TV

Jaume Marcet, periodista de Barça TV desde el 2000, tras locutar su último partido del fútbol base antes del cierre de la cadena.

Jaume Marcet, periodista de Barça TV desde el 2000, tras locutar su último partido del fútbol base antes del cierre de la cadena. / @jaumemarcet

Marcos López

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Cuando Jaume llegó era un embrionario canal de TV. Un canal que estaba en sus primeros pasos. Nació en los años finales de Josep Lluís Núñez en la presidencia. Tumultuosos años, con moción de censura incluida impulsado por la plataforma opositora ‘L’ Elefant Blau’ liderada por un jovencísimo y desconocido Joan Laporta.

Buscaba Núñez un vehículo directo e inmediato con el socio, eliminando así a los intermediarios. Un mensaje nacido desde el corazón del club - Canal Barça se llamaba entonces – para esquivar los incómodos elementos periodísticos del "entorno", como los calificó Johan Cruyff.

En enero de 2000, cinco meses antes de que el ‘nuñismo’ se rindiera tras 22 años en el cargo, entra un becario en la redacción. No va solo. Jaume Marcet, que estaba de becario en Onda Cero, recibe la llamada de Chus Carrillo, responsable de redacción de Canal Barça. Junto a él el periodista trágicamente desaparecido Dani Montesinos y Marc Casanova. Pero no había dinero para los tres.

El dinero siempre ha sido un problema en este canal ahora llamado Barça TV, que cierra el 30 de junio porque el club, inmerso en recortes sin fin, no le ve viabilidad. Cuesta 14 millones de euros y solo genera dos. De paso, borra la mayor reserva del patrimonio audiovisual culé.

"Jugaba el cadete del Barça. Jugaba un tal Iniesta, era en los campos anexos al Mini Estadi. No pedí yo el partido, me dijeron ‘hay que locutar esto’", recuerda el periodista que debutó a inicios del 2000

Entra Marcet, pero solo hay dos nóminas, por lo que deben repartirse el dinero entre los tres. Y en el primer fin de semana de enero de 2000, ya locuta el primer partido. "Jugaba el cadete del Barça. Jugaba un tal Iniesta, era en los campos anexos al Mini Estadi. No pedí yo el partido, me dijeron ‘hay que locutar esto’", recuerda aún emocionado Jaume Marcet.

No quedan ya ni rastro de esos campos. Ni, por supuesto, del Mini Estadi. A partir de ahí, con una tenacidad indiscutible fusionada con una pasión infinita, va dibujando fin de semana a fin de semana el relato audiovisual de Canal Barça primero y de Barça TV. Es lo mismo, pero cambia la marca.

Seis partidos cada fin de semana

Lo que no cambia es la mirada curiosa ("sí que me gustaba ir al Mini, saber cosas del Barça B, pero no tanto de los demás equipos de la cantera", admite Marcet), que le permite ir levantando una base de datos impresionante. Pero no está escrita en ningún lugar.

"Soy un desastre, no tengo libretas, ni alineaciones de aquellos primeros partidos, ni apuntes… Para bien o para mal lo tengo todo en la cabeza", confiesa ahora asumiendo que el día a día le devoraba el orden porque tenía que narrar una media de cinco o seis partidos cada fin de semana.

"He llegado a hacer incluso hasta cuatro en un solo día y tres al siguiente", dice. No importa que no lo haya documentado. Todo queda registrado en el disco duro de Jaume. No hace falta ni que lo resetee. Cuando le nombran a un jugador que ha pasado por La Masia, él acude a su particular procesador de datos – su memoria – y, de inmediato emite un diagnóstico esquivando la grandilocuencia y ser hiriente.

La generación de Messi, Thiago, Lamine Yamal

Siempre didáctico, consciente de que trabajaba durante más de 23 años con material extremadamente sensible. Un niño. Cuidadoso en la elección de las palabras y, sobre todo, en la forma de comunicarlo para no crear "pequeños monstruos" y evitar las comparaciones ("el nuevo Iniesta, el nuevo Messi, el nuevo Bojan…") que aplastan a cualquiera. Y más si son niños, ni siquiera adolescentes.

Lamine Yamal en su debut contra el Betis

Lamine Yamal en su debut contra el Betis / JORDI COTRINA

Por delante de sus ojos han desfilado generaciones de jugadores enteras. La de Iniesta. La Messi, antes de que llegara Leo. "Mi primer enamoramiento fue la quinta de Piqué, Cesc, Víctor Vázquez... Es el equipo pre Messi con Rodolf Borrell de entrenador, que ahora está de ayudante con Pep en el City", rememora.

La de Bojan, "recuerdo mucho la generación de Thiago, con Montoya, Bartra, Carles Planas, Oriol Romeu, Gay Assulin, Rochina", después transmitió "la de Busquets, Pedro..." y la de Lamine Yamal, el último adolescente que tendrá un catálogo audiovisual de su breve carrera.

En todas ha dibujado un foco "nada abrasivo", consciente de la dificultad a la que se enfrentaba. "No queríamos ser invasivos para evitar los peligros que luego podrían llegar", revela, consciente de que Barça TV ha permitido, eso sí, crear una cultura del conocimiento del fútbol base que fuera mucho más allá del filial. Antes solo se miraba al Barça B; ahora, no. Ahora la mirada es mucho más amplia y transversal.

Al tiempo que iba compartiendo Jaume Marcet su ruta con periodistas que también dedicaban su talento a ese nuevo formato, que iban más allá del primer equipo. Y del segundo. "Están los casos de Oriol Doménech, Gerard Romero, Edu Polo, ahora Albert Rogé…" Se ha creado una cultura del conocimiento de la cantera, una cultura que pierde el mayor patrimonio que puede existir porque la pantalla quedará en negro a partir del 1 de julio.