Laporta debe llamar a Àlex Mir y arreglar esto

Andá pallá Bobo by Emilio Pérez de Rozas

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Emilio Pérez de Rozas

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Lo que tiene solución se debe arreglar. Y más si se soluciona con una llamada telefónica. Y más si alguien reconoce, con un puntito de humildad, que ha fallado, que se ha equivocado, que su comportamiento ha sido incorrecto. Se coge el teléfono, se marca el 647950281, contestará de inmediato el bueno de Àlex Mir, uno de los coordinadores de los festejos del Centenario del Club de Fútbol Sant Feliu de Codines, y, simplemente, con decir, “Àlex, perdona, soy Jan, Joan Laporta, sí, no te preocupes que lo arreglamos”. No cuesta nada.

Estoy absolutamente convencido que el presidente del Barça no sabe nada del asunto. Él está para tareas superiores, lo entiendo, también Àlex lo entiende ¡vaya que sí! Todos comprendemos que el presidente, ahora, debe centrarse en viajar a la sede de la UEFA y tratar de evitar que el Barça sea sancionado con no poder jugar la próxima Champions. Más aún, que se centre en celebrar el macroacuerdo con los del dinero del Espai Barça.

Todo por la pasta

Pero…..pero cuando uno se llena la boca de ‘valors’, airea pancartas sobre el compromiso de catalanidad del Barça e, incluso, se defiende de algo tan mal hecho como el ‘caso Negreira’ diciendo que esa campaña se debe a que son y representan ‘més que un club’, debería coger el teléfono y llamar a Àlex Mir para pedir disculpas (y arreglarlo) por el hecho de que el club, a través de la Agrupación de Jugadores del FCB, le haya pedido al Sant Feliu de Codines 3.000 euros por participar en el evento más importante del Centenario de la entidad, después de haberse comprometido, en octubre pasado, a jugar simplemente pagando el desplazamiento, unos bocadillos y unas bebidas.

El Barça, en la Liga 83-83.

El Barça, en la Liga 83-84. / ANTONI CAMPAÑÁ / ARCHIVO / SPORT

Como sé que Laporta no sabe nada de esto, como sé que Laporta, defensor a ultranza del ‘valors’, del estrechamiento entre catalanes y siempre dispuesto a que el Barça, aunque se lleve, de vez en cuando, algún infantil, alevín, cadete y juvenil de los clubs modestos de Catalunya, contribuya a la felicidad de los pueblos catalanes, llamará a Àlex y lo solucionará, me quedo más tranquilo.

La gente de Sant Feliu de Codines, que se pellizca cada día para tratar de comprender cómo, de pronto, el Barça les pide 3.000 euros para jugar un partido que, hace seis meses, jugaba gratis, cuenta que otras entidades, como el Espanyol y el Girona, tanto masculino como femenino, les han dicho que cuenten con ellos para los partidos, fiestas y actos que quieran, por supuesto.

Ilusión frustrada

Seamos sensatos, esto no tiene nada que ver con las estrecheces económicas que vive el mundo, la sociedad y el Barça. Esto, simplemente, es una chapuza de un club que se llena la boca de valores y, de pronto, decide pedir 3.000 euros a una modestísima entidad catalana para enviar a su equipo de veteranos.

3.000 euros es mucho dinero para el Sant Feliu de Codines, tanto que si el primer día de conversación (8 de octubre pasado), el Barça les hubiese dicho que eran 3.000 euros, más el autobús, “un entrepà i una beguda”, como rezaba el email de la Agrupació, les hubiesen dicho que no podían afrontar ese gasto y punto.

Pero les dijeron que irían encantados. Sant Feliu de Codines lo celebró y publicitó el partido, el evento, el 21 de enero en un acto multitudinario, y, ahora, han tenido que decir a su gente que el Barça no vendrá.

O sí, sí vendrá porque Laporta lo arreglará. Ya verán.

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