CASO NEGREIRA

Laporta niega que el Barça comprara árbitros

Editorial: 'Más excusas que respuestas'

El presidente azulgrana asegura que la familia Negreira hizo informes que están acreditados y documentados y cuya confección "no es un ilícito penal"

Joan Laporta comparece por el 'caso Negreira'

Joan Laporta comparece por el 'caso Negreira' / ALEJANDRO GARCÍA / EFE

Joan Domènech

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"El Barça no ha realizado nunca ninguna actuación que tenga como finalidad o como intención alterar la competición para obtener una ventaja a favor". Dos veces repitió la frase Joan Laporta, enfáticamente, para que sirviera como titular, como resumen y como explicación oficial del club a las acusaciones de haber participado en una corrupción de compra de árbitros.

Dos meses después del estallido del caso Negreira, Laporta ha comparecido para expresar la posición del club. Dos meses durante los que la actual directiva ha encargado una investigación a un despacho externo que esclareciera el motivo, el destino, la razón y todas las preguntas necesarias que aclararan por qué José María Enríquez Negreira, exárbitro, exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), percibió del Barça 7,3 millones durante 18 años (de 2001 a 2018).

Joan Laporta, en su comparecencia por el 'caso Negreira', el 17 de abril pasado.

Joan Laporta, en su comparecencia por el 'caso Negreira', el 17 de abril pasado. / VALENTÍ ENRICH / SPORT

La versión oficial del Barça, resumida, fue que el origen del acuerdo residía en que el club recibía unos informes "de asesoramiento técnico arbitral" que están "documentados y acreditados" en los archivos que no elaboraba el árbitro, sino su hijo, Javier Enríquez Romero pero que eran "facturados" por empresas del padre, Enríquez Negreira. Informes que luego fueron de 'scouting' de futbolistas y equipos, de análisis de vídeo, lo que explicaría supuestamente el progresivo aumento de los pagos hasta superar los 7 millones.

"La cantidad pagada hay que contextualizarla en 18 años por informes importantes y necesarios, encargados a unas personas con experiencia en estos temas. Hay 629 informes, 43 cedés y otros 4 informes diversos", dijo Laporta. "El hecho de recibir ese asesoramiento técnico y arbitral no constituye en sí mismo un ilícito, y menos un ilícito penal", destacó el presidente azulgrana, que vinculó toda la polémica en "una gigantesca campaña de desprestigio reputacional" que trata de dañar al Barça para impedir su recuperación de la grave crisis económica que padece. "Es el ataque más feroz que ha recibido el club en toda su historia", resumió.

Joan Laporta comparece por el 'caso Negreira'

Joan Laporta comparece por el 'caso Negreira' / VALENTÍ ENRICH / SPORT

"Es una gigantesca campaña de desprestigio reputacional, el ataque más feroz que ha recibido el club en toda su historia"

— Joan Laporta / Presidente del Barça

Los "enemigos" del Barça

Una campaña nada causal, sostuvo Laporta, cuya génesis radica en la negativa del club de firmar con el fondo de CVC (primer enemigo: Javier Tebas, presidente de la la Liga de Futbol Profesional); el posicionamiento de abogar por una Superliga europea (primero censuró a Aleksandr Ceferin, el presidente de la UEFA, luego elogió su mesura), la concesión de las obras a la empresa constructora Limak (¿competencia de ACS, el holding de Florentino Pérez, presidente también del Real Madrid) y la voluntad catalanista del Barça.

Esa operación desestabilizadora tiene como eje la acusación al Barça de haber querido "influir en la elección de los árbitros o en el resultado de algún partido". "No han podido demostrarlo porque no era posible y porque no ha existido", aseguró, antes de probar que la inexistencia de un delito o de una actitud dolosa estriba en que los pagos se hicieron mediante transferencias bancarias y están registradas en los libros de contabilidad". "Nunca hubo un acto de ocultación propio de quien comete una irregularidad", razonó.

No hablar por terceros

Esas "irregularidades", deslizó las pueden haber cometido otras personas para obtener un beneficio propio. Ahí Laporta dio un paso atrás y rechazó hablar "en boca de terceros", cuando se le preguntó por Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu, los expresidentes que le sucedieron en su primer mandato, y el fallecido Josep Contreras, que estuvo vinculado al club como representante en la Federació Catalana de Futbol. "En ese caso el club sería una víctima y seríamos los primeros interesados en llegar hasta el final".

Florentino Pérez y Joan Laporta.

Florentino Pérez y Joan Laporta. / EP

El "cinismo" del Madrid

Pero habló de Florentino Pérez y la personación del Madrid como acusación particular por ser supuestamente una entidad "perjudicada". "Durante 70 años, las personas que debían dirigir a los árbitros han sido exsocios, exdirectivos o exjugadores del Real Madrid. Que ahora alegue que se siente perjudicado es un ejercicio de cinismo sin precedentes", afirmó, laporta expresando su deseo de que el futuro juicio "desenmascare" al Madrid y se compruebe, "como pensamos todos", que el club blanco "ha sido favorecido decisiones arbitrales durante muchos años". Las relaciones entre los presidentes han quedado "tocadas", reconoció, pero seguirán juntos en la Superliga.