ACTUALIDAD AZULGRANA

Lamine Yamal, la perla indiscutible de la Masia que urge renovar (y no será fácil)

Xavi Hernández ha citado esta semana al delantero de 15 años a entrenar con el primer equipo y Laporta confía en entenderse con el entorno del jugador para firmarle su primer contrato profesional, pero se viene encima mucha competencia de los grandes clubs de Europa

Lamine Yamal.

Lamine Yamal.

Albert Guasch

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Durante la tradicional comida navideña esta semana con los medios de comunicación, Joan Laporta comentó en uno de los apretados corrillos que se formaron a su alrededor que renovar a Lamine Yamal Nasraoui Ebana, la indiscutible perla de la Masia, forma parte de su lista de prioridades del 2023. Lamine, de solo 15 años y que ha saltado de golpe del Cadete A al Juvenil A, ha entrenado esta semana con el primer equipo bajo la supervisión de Xavi Hernández, como ya hizo otras veces desde septiembre. 

Que es un tesoro a preservar y mimar lo sabe cualquiera que lo ha tratado y visto jugar durante su etapa de formación en la cantera azulgrana. De él se opina en modo superlativo. “Después de Leo Messi y Ansu Fati, me refiero al Ansu de las categorías inferiores, es lo más grande que hemos visto en el fútbol base”, explica una voz de dentro de la Masia. Todo el mundo sabe que hay que retenerlo en cuanto cumpla los 16 años y pueda firmar su primer contrato profesional; otra cosa es que el Barça sea capaz de lograrlo. 

Laporta exhibió en ese corrillo su buena relación profesional con Iván de la Peña, el agente de Lamine, que lo es también de Gavi, para sacar a pasear su optimismo. Pero en el caso de este habilidoso delantero existen diversos factores que complican su renovación. El principal, le llueven y le lloverán ofertas irresistibles a su agente de parte de los principales clubs europeos. Eso se da por descontado. Después, el jugador ya está siendo tentado por las grandes agencias futbolísticas para sacarle de la protección de De la Peña. Hay una selva de personajes que se mueven con el cuchillo entre dientes ahí abajo.

Con 16 años, el dinero entra con toda su brillantina en las vidas de estos jóvenes jugadores y sus padres. Y en el caso de Lamine se teme que sea un factor distorsionador, como con tantos otros antes, cabe precisar. Pero con Lamine se ve venir, por la complejidad de su cuadro familiar. 

Evolución espectacular

Lamine nació el 1 de julio del 2007 en Mataró de padre marroquí y madre de Guinea-Ecuatorial. Entró en las categorías inferiores en edad de pre-benjamín, es decir, los 7 u 8 años. “Jugó uno de esos partiditos de prueba y decidimos con Aureli (Altimira) que se quedara, un poco con la actitud de ir viendo”, recuerda Jordi Roura, exdirector del fútbol formativo. “Sin embargo, su evolución fue espectacular y a partir de alevín, con 11 años, ya vimos que tenía un talento extraordinario”. 

“Todo el mundo -prosigue Roura- puede ver que un Messi es algo especial; todo el mundo puede ver cuando alguien no sirve. Lo difícil es decidir sobre jugadores en zonas grises. Lamine es de los primeros, de los que se ven fácil que es alguien distinto”. Zurdo, muy zurdo, de técnica privilegiada y regate eléctrico, puede actuar de extremo (se prodiga sobre todo en el lado derecho, a pierna cambiada), de delantero centro, detrás del ‘9’ o incluso de interior. “Futbolísticamente es un 10”, ratifica Xavier Vilajoana, que como directivo se encargó de supervisar la Masia. 

Va quemando etapas a un ritmo salvaje. Hasta meter la cabeza en el vestuario de la Ciutat Esportiva del primer equipo, Lamine ha jugado desde edad alevín en una o dos categorías superiores. Incluso en la selección ha dado un paso de gigante al ser convocado con la selección sub-19. “Si no se ve muy claro, es preferible evitar que los chicos jueguen en categorías por encima. Pero su caso era muy claro. Había que hacerlo”, explica Roura. 

Durante su formación se tomó una decisión inusual que fue clave en su progresión. Los responsables del fútbol base acordaron que se mudara a La Masia. Al ser de Barcelona, no le correspondería instalarse en la Ciutat Esportiva, pero con él se hizo la excepción. Había que sacarlo de un problemático entorno familiar. “Había que protegerle, mimarle, apartarle de un ambiente complicado, y lo hicimos. Lo cuidamos al máximo”, ratifica Roura. 

“Había que protegerle, mimarle, apartarle de un ambiente complicado, y lo hicimos. Lo cuidamos al máximo. Es un talento extraordinario”

— Jordi Roura, exdirector del fútbol base del Barça

Dicen de él que es un chico muy tranquilo, más bien tímido, de los que bromea solo con su círculo de confianza y muy futbolero, al que es habitual ver como espectador en partidos de diferentes categorías del Barça, un poco como Gavi. En el campo, esa timidez se desvanece. Los técnicos destacan que es fuerte mentalmente, de los que no tiene miedo a fallar, una cualidad que se subraya en las tabletas.

Visita inesperada a Madrid

¿Qué pasará a partir de ahora? Pese a ser la joya de la corona, no conviene perder de vista que solo tiene 15 años y que durante su crecimiento pueden pasar muchas cosas. En el fútbol existen muchas formas de estropearse un proyecto prometedor. Ha pegado un estirón físico (mide ya 1,85) y el 1 de julio cumplirá los temidos 16 años y pegará, por tanto, un estirón económico. Cómo responderá a las potentes ofertas de clubs y agentes está por ver. 

En La Masia ya han tenido que hacer frente a situaciones complejas, en particular relacionadas con su padre. Un día se lo llevó a Madrid y vio un partido desde el palco del Bernabeu. Se tomó, además, unas cuantas fotos con personalidades blancas que generaron incomodidad. Lo hizo sin que De la Peña lo supiera.

En el club se establecen paralelismos con Illaix Moriba. Era un gran talento por el que hubo que hacer un esfuerzo. Se acabó marchando, porque a veces los padres firman contratos sin el consentimiento de los hijos con clubs que exigen una indemnización si la operación no se cumple, colocando al jugador en una situación de chantaje emocional. 

“Se podría estrellar por correr demasiado. Ojalá su entorno no lo estropee. Hace falta mucha mano izquierda y me consta que ahora en la Masia no hay mucha"”

— Xavier Vilajoana, exdirectivo encargado del fútbol formativo

En cualquier caso, todo el mundo entiende que con Lamine habrá que hacer un esfuerzo económico y seguramente buscar el modo de convencer al entorno del jugador, aún menor, a renunciar a ofertas superiores. No se prevé fácil. Opina Vilajoana que llevar al chico a entrenar con el primer equipo, a las puertas de su primer contrato, “es una buena decisión. Es la forma de que vea de que su apuesta por él va en serio”.

Vilajoana cree, no obstante, que antes de dar el salto definitivo, si es que lo logra, debería jugar un par de años en el Barça B. “Se podría estrellar por correr demasiado. Ojalá su entorno no lo estropee”. Pero vivimos en tiempos de precocidad, como si todo el mundo pudiera ser Gavi o Pedri. Ejemplos que pueden llevar a confusión a padres y jugadores. “No ayuda, es cierto, pero hay que saberle dar la vuelta. Conviene mucha mano izquierda y me consta que en la Masia no hay mucha ahora”, critica. Un talento especial está en juego.

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