PROYECTO 'BIENESTAR EMOCIONAL'

El Barça utiliza sofisticados robots para contagiar su magia a colectivos vulnerables

La Fundación Barça utiliza sofisticados robots para que los colectivos más vulnerables, desde niños enfermos hasta presas, puedan vivir, en vivo y en directo, la experiencia de visitar el club y compartir buenos ratos con sus deportistas

La idea, que arrancó para llevar algo de alegría a los hospitales de los niños más enfermos, ha empezado a extenderse en otros ámbitos como campos de refugiados o algunas de las escuelas que el club tiene en puntos duros del mundo

Los robots culés del ‘bienestar emocional’

Los robots culés del ‘bienestar emocional’. /

Emilio Pérez de Rozas

Emilio Pérez de Rozas

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El Barça conoce a la perfección el poder que tiene, la fuerza que representa ser ‘més que un club’ y, sobre todo, el bien que puede provocar más allá de ganar partidos, títulos y representar a todo un país. El Barça sabe la utilidad que puede tener en el mundo entero la vitalidad, la diversidad, la magia que provoca su historia, su camiseta, sus deportistas, sus instalaciones, su palmarés. Por eso y, sobre todo, a través de la Fundación que dirige la doctora Marta Segú ha querido utilizar toda esa fuerza e, insisto, todo ese encanto, seducción e ilusionismo para crear el programa 'Bienestar emocional' y hacer partícipes de todo ese hechizo a los colectivos más vulnerables.

“No tratamos de solucionar los problemas de la gente, no queremos curar a nadie, no poseemos la solución mágica, ni siquiera medicinas que lo curen todo, solo pretendemos que aquellos que están presos se sientan libres, no, o que los que viven en condiciones muy, muy, precarias, en muchos rincones del mundo, vean solucionados sus problemas, de golpe, con la experiencia que les proponemos a través de nuestro sofisticado programa de robots, Pol y Joyce. No, lo que queremos es que, en el rato que les hacemos compañía, sean felices, tengan un momento de descanso, de distracción y disfruten de algo que, sin este proyecto, sería imposible de vivir. ‘Bienestar emocional’ es un proyecto para que los colectivos vulnerables disfruten de la magia del Barça y ese recuerdo les dure el máximo tiempo posible, alejándoles, durante unas horas, de su dura realidad”, explica uno de los miembros de la Fundación Barça que manejan esta innovadora idea.

Primeros pasos

Todo comenzó, sí, como una manera de ayudar a los hospitales con niños enfermos a generar, a provocar, buen rollo. “Lo nuestro no cura, pero ayuda. Si arrancamos una sonrisa, o dos, o dos horas de felicidad, en los niños que soportan duros tratamientos, o que no comen y ese día se animan a comer, que no ríen y ese día se lo pasan en grande, hemos cumplido nuestro sueño y, seguro, que hemos provocado un rato de felicidad enorme y contribuido, fijo, a su paulatina curación”.

El programa, que sirve para tomar contacto, casi en vivo y en directo, con las instalaciones del Barça, con los deportistas culés, con el personal del club, con la visita al museo, empieza a ir más allá de la idea original de los hospitales infantiles y ya visita otro tipo de grupos también muy necesitados de cariño, apoyo emocional y asistencia, como pueden ser los campos de refugiados, determinadas escuelas del propio Barça en rincones duros y difíciles del mundo o, incluso, prisiones. En todos esos lugares, la magia azulgrana ayuda a pasar un buen rato, siempre interesante y novedoso.

Recientemente, el presidente del FC Barcelona y de la Fundación, Joan Laporta, ha dado la bienvenida a una nueva jugadora del 1er equipo femenino, Robot Joyce, en un acto celebrado en el estadio Johan Cruyff, y acompañado por la madre de Joyce, una niña que estaba enferma y murió unas semanas después de participar en una experiencia que le permitió conocer a los jugadores del primer equipo del Barça.

Joan Laporta, presidente del Barça, junto a Xavier Puig, responsable del fútbol femenino y de la madre y hermano de Joyce.

Joan Laporta, presidente del Barça, junto a Xavier Puig, responsable del fútbol femenino y de la madre y hermano de Joyce. / FCBARCELONA

La Robot Joyce, como "nuevo fichaje" del equipo femenino, ayudará a garantizar el acceso a la experiencia “Bienestar emocional” del Barça a niños hospitalizados o personas en situación de vulnerabilidad, que no tienen posibilidad de desplazarse a las instalaciones.

El objetivo de este proyecto es fomentar el bienestar emocional de estos menores a partir de la vivencia de experiencias positivas y emocionantes que genera, por ejemplo, la interacción en directo con las jugadoras del equipo femenino del Barça.

Experiencia única

El proyecto Robots de la Fundación FC Barcelona permite que, mediante el uso de un robot con conexiones de audio y vídeo, los participantes disfruten de la oportunidad de disfrutar de una experiencia Barça. Hasta ahora con el Robot Pol, que se encuentra ubicado en el Museo del FC Barcelona, los niños beneficiarios de este proyecto podían realizar una visita al Camp Nou y al museo, acompañados por personas voluntarias de la Fundación FC Barcelona. Ahora con Robot Joyce los beneficiarios de varios proyectos de la Fundación podrán interactuar con las jugadoras del primer equipo de fútbol femenino y realizar un tour por la Ciutat Esportiva Joan Gamper.

Además, contar con la robot Joyce permitirá ampliar la función de los robots a otros beneficiarios, como las mujeres internas del Centro Penitenciario Brians 1, campos de refugiados, menores vulnerables de diferentes lugares de Cataluña y de otros colectivos en riesgo social.

En esta ocasión, un grupo de cuatro internas que son también participantes del proyecto de la Fundación FC Barcelona en este centro penitenciario han sido las primeras en tener la oportunidad de seguir el entrenamiento del primer femenino e interactuar a través del nuevo robot con las jugadoras.

De izquierda a derecha, Patri Guijarro, Irene Paredes, Marta Torrejón y Sandra Paños, estrellas del equipo femenino del Barça, junto al nuevo robot Pol.

De izquierda a derecha, Patri Guijarro, Irene Paredes, Marta Torrejón y Sandra Paños, estrellas del equipo femenino del Barça, junto al nuevo robot Pol. / FCBARCELONA

En 2017 se puso en marcha el proyecto Robot Pol gracias a la cesión por parte de la empresa Awabot del primer widget teledirigido, que fue llamado Pol en recuerdo del primer niño que participó en este programa. Pol, que estaba ingresado en un hospital a causa de una grave enfermedad, pudo visitar el Museo y el Camp Nou con esta herramienta, pero desgraciadamente meses más tarde murió por esta enfermedad.

Entonces se decidió ponerle el nombre de Pol a este Robot que durante estos años ha hecho disfrutar de la experiencia Barça a más de 300 niños ingresados en los hospitales pediátricos de: Sant Pau, Sant Joan de Déu, Hospital HM nens de Barcelona, Hospital Vall d’Hebron, Hospital Trias i Pujol y Hospital y Parc Taulí.

Ahora Pol tiene una compañera, Joyce, que ha recibido este nombre también en recuerdo de una niña que participó en la actividad el 19 de febrero del 2019, durante la previa del partido entre el Olympique de Lyon y el Barça en el partido de ida de octavos de final de la Champions y donde pudo saludar a muchos jugadores del primer equipo. Joyce tenía entonces 13 años, pero unos meses más tarde murió por la grave enfermedad que padecía.

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