ANÁLISIS TÁCTICO

Las claves tácticas del Barça-Athletic: la goleada de Dembélé

Felicitaciones a Dembelé tras anotar el primer gol

Felicitaciones a Dembelé tras anotar el primer gol / JORDI COTRINA

Joan Domènech

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Tres goles en 10 minutos

El Barça liquidó a Villarreal con tres goles en 7 minutos (del 31 al 38) y destrozó al Athletic más pronto: en diez minutos (del 12 al 22). Dos visitas temibles tras la derrota del Bernabéu quedaron resueltas con más facilidad de la esperada. El Barça sacó provecho de una especial inspiración en el remate. Disparó cinco veces al marco de Unai Simón, cuatro entre los tres palos, y celebró tres goles.

Esa fiabilidad gracias a la gestión de Ousmane Dembélé, que protagonizó una actuación apoteósica por su intervención en los cuatro goles. Perdió otros balones insólitos ante el estado de inspiración y precisión que exhibió.

El mapa de calor de Ousmane Dembélé frente al Athletic.

El mapa de calor de Ousmane Dembélé frente al Athletic. / Sofascore

Cabeceó con la virtud de un nueve para anotar el primer gol en una jugada que continuó después de un gran tiro y la única parada de Unai Simón. Habilitó a Sergi Roberto con un pase de tiralíneas con el 2-0 y detectó solo a Lewandowski para lanzarle el balón del 3-0. La tercera asistencia fue para Ferran. El Barça acabó con 10 tiros a puerta, 7 bien dirigidos.

"Ousmane ha marcado la diferencia", reconoció, agradecido, Xavi. "Ousmane tiene eso, que se la juega: hay días que está más espeso y otros que está estelar. Y hoy ha estado estelar", concluyó.

Dembélé inicia una jugada de ataque del Barça ante el Athletic en el Camp Nou.

Dembélé inicia una jugada de ataque del Barça ante el Athletic en el Camp Nou. / Jordi Cotrina

Cuatro centrocampistas y Kessié

Xavi juntó en el campo por primera vez a Gavi, Busquets, De Jong y Pedri. No alteró el sistema como en Milán dibujando un cuadrado interior, pero sí que retocó el funcionamiento del Barça. Pedri pasó a la banda, a ejercer de extremo izquierdo, pero solo era un punto de partida.

Inicialmente para fijar a De Marcos, que era uno de los jugadores del Athletic que saltaría a la presión junto con Nico Williams. Pero Pedri debía ir hacia dentro para colaborar en la construcción del juego, y De Jong acercarse más a Busquets para asegurar la salida del balón desde atrás, por el centro, para continuar por la banda.

Busquets y Frenkie de Jong charlan antes del Barça-Athletic en el Camp Nou.

Busquets y Frenkie de Jong charlan antes de un saque de centro. / Jordi Cotrina

No fue necesaria disponer de esa superioridad ni de la elaboración porque el Barça encontró el filón de Dembélé estirando al equipo por el otro costado y cerrando muy pronto el marcador.

La idea de Xavi "descolocó" al Athletic. Valverde reconoció que no se esperaba la posición de Pedri, también Yeray. Con la lesión de Gavi entró Kessié, y se mantuvieron esos cuatro centrocampistas, que solo se redujeron a tres cuando Ferran sustituyó a Pedri. Como permanecía aún Dembélé en el campo, hubo otro gol.

Xavi y Valverde se saludan antes de iniciarse el partido.

Xavi y Valverde se saludan antes de iniciarse el partido. / JORDI COTRINA

Uno contra uno por el campo

Lo que tenía preparado Valverde era una lucha de uno contra uno por todo el campo. Vigilancias individuales para dificultar la salida del Barça desde atrás y fomentar su desasosiego. Ter Stegen miraba lejos para salir a través de un zapatazo hacia Lewandowski o Pedri, pero el hábito de los azulgranas en salir de ese tipo de presión permitió al Barça avanzar sin demasiados problemas.

El equipo fue adquiriendo confianza, que se multiplicó a raíz del gol de Dembélé, muy pronto rematado por otro de Sergi Roberto y la guinda de Lewandowski. El Athletic se diluyó conmocionado, y sus opciones individuales quedaron desactivadas.

Lewandowski supera a Williams durante el partido

Lewandowski supera a Williams durante el partido / JORDI COTRINA

Los hermanos Williams vivieron una noche para olvidar. Nico se enfrentó a Balde, viejo amigo de la sub-21 y no le superó ni una sola vez. El defensa ganó los seis duelos. Nico solo acertó en uno de los cuatro regates que intentó. Tampoco compensó su mala noche ofensiva corriendo hacia atrás para frenar alguna de las incursiones que intentó Balde, excelente en todas las prestaciones.

Iñaki, por su parte fue un náufrago ente Koundé y Eric. Esa inferioridad nunca quedó contrarrestada. Sancet y Muniain fueron suplentes. Una sola ocasión clara tuvo el Athletic, y llegó en el último minuto por una pifia de Ter Stegen.

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