Xavi espera vivir una "noche mágica" con el Barcelona

Un partido de cinco ha ganado el Barça de Xavi como local en Europa. La alarmante hoja de resultados puede mirarse, sin embargo, desde un prisma positivo: la única victoria es el último encuentro jugado en el Camp Nou.

Acoge el cuadro azulgrana la visita del Inter de Milán con urgencias y bajo la máxima presión. No por los antecedentes de los últimos once meses (Xavi debutó el 23 de noviembre de 2021 ante el Benfica), sino porque cualquier resultado que no sea el triunfo supone la sentencia. El fracaso sin paliativos: el traslado por segundo año consecutivo a la segunda división de la Europa League.

"Es una final, no nos queda otra que ganar", asumía Xavi, plenamente conocedor de que los tres puntos solo permiten conservar las opciones de llegar a los octavos de final. Aún quedaría pendientes dos victorias más (en casa ante el Bayern y en la visita a Viktoria Pilsen) para que el Barça sea el dueño de su destino, sin necesidad de que los resultados ajenos tengan que ayudarle.

Repetido y corregido

Xavi preparó a conciencia el partido ante el Inter y lo prepara exactamente igual para el segundo pulso. Una semana mal contada habrá transcurrido. Ninguno de los dos equipos va a cambiar nada: el Inter defensivo de la ida será ultradefensivo en la vuelta, y el Barça que quiso ganar en Milán está obligado a hacerlo esta vez en casa. Ambición multiplicada por necesidad.

"Repetiremos el patrón del partido de ida", confirmó Xavi, que solo tratará de "corregir" los errores de ejecución de San Siro, no los de concepción del juego. El técnico azulgrana considera que los italianos "se encontraron con aquel gol". Al Barça le corresponde saber "atacar mejor y defender de la mejor manera posible".

La teoría está clara. Las consignas incidirán en llegar con más verticalidad al área, buscando más a Lewandowski, llenar el centro campo y multiplicar la agresividad para robar pronto el balón. Otro asunto será conseguirlo. Sobre todo, insistía Xavi, ser fiero desde el inicio, "demostrar que nos va la vida", aunque controlando la ansiedad. No es imprescindible marcar en el primer minuto. Sirve que sea en el último. Aunque el entrenador solo firmaría, antes de empezar, el 2-0.

Y en el terreno de la intimidación, con el equipo no basta. Los once jugadores es un número insuficiente para asustar el Inter. "Lo daremos todo, pero necesitamos el aliento de la afición, que den todo su apoyo, incluso un plus. Que sea una noche mágica", pidió Xavi. Si finalmente no lo es, la obligación moral de los futbolistas es que sus aficionados "se sientan orgullosos del equipo y piensen que se han dejado la piel para ganar".

Una de cinco

Todavía no ha vivido ninguna noche mágica como entrenador. No lo fue el triunfo sobre el Viktoria Pilsen que inauguró la Champions (5-1). Ni tampoco su estreno en la Champions frente al Benfica en la temporada anterior. Aquel 0-0 socavó las opciones de continuar en la máxima competición europea, confirmadas con la derrota por 3-0 de Múnich.

En la Europa League el Barça solo pudo empatar en casa con el Nápoles (1-1) y con el Galatasaray (0-0), y liquidó a sus rivales a domicilio: 2-4 en Nápoles, 1-2 en Estambul. Luego apareció el Eintracht de Frankfurt y aquello fue el acabose: la derrota en el campo (2-3) y en la grada, invadido el Camp Nou por miles de aficionados alemanes frente a la deserción de la hinchada barcelonista.

"Me gustaría más ser jugador mañana y no entrenador. Sabemos la presión que hay, que somos el Barça y se espera mucho de nosotros.

— Xavi Hernández / Entrenador del Barça

Incómoda, no dramática

"Me gustaría más ser jugador que entrenador mañana, es una oportunidad para cambiar al dinámica", observó frente al estadísticas, admitiendo que también es una oportunidad para él y su staff de técnico. "Si no podemos, ya lo afrontaremos, pero estamos motivados y somos positivos", repitió el técnico. Tan positivo que calificó de "situación incómoda" el momento del Barça, tercero en su grupo, obligado a ganar los tres próximos partidos (el primero, para empezar), y pidiendo ayuda a que la afición convierta el 12 de octubre en una noche mágica.

Incómoda, que no dramática. Nada desconocida para Xavi, vieja leyenda del club azulgrana, tetracampeón de la Champions. "Sabemos la presión que hay, que somos el Barça y se espera mucho de nosotros. Es una final y la afrontamos como tal", repitió quien fue futbolista ganador de esas cuatro copas.