XAVI NO SE FÍA

Eintracht, el "desconocido" muro alemán para el Barça

Xavi, en el entrenamiento en el Frankfurt Stadium.

Xavi, en el entrenamiento en el Frankfurt Stadium. / FCBARCELONA

Marcos López

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En Nápoles, el Barça de Xavi emitió el primer mensaje contundente en Europa (2-4), en el segundo nivel de la Europa futbolística tras sus dos iniciales tropiezos, el 0-0 con el Benfica que le echó de la elite y el cruel 3-0 con que el Bayern Múnich sacudió al técnico y situó al barcelonismo en el sótano. En Estambul, el Barça de Xavi logró sobrevivir remontando un partido que tenía perdido (1-2).

Y ahora, el Barça de Xavi se asoma al hogar del Eintracht, un club lleno de historia en Alemania -fue uno de los fundadores de la Bundesliga-, aunque su presente no invita al optimismo porque deambula por el territorio de nadie ya que ocupa el noveno lugar. 

Pero el club de la Baja Sajonia tiene una afición tan fiel como entusiasmada, capaz de llegar hasta casi las 300.000 peticiones de entradas para ver al reconstruido equipo azulgrana. Pero solo caben 48.000 debido a la normativa de la UEFA que prohíbe a los seguidores estar de pie. "Tendremos que igualar su extra motivación o nos pasarán por encima», subrayó ayer Xavi, excitado «porque venir a Alemania siempre es un lujo".

Memphis, baja

Un lujo, como recordó el técnico, a pesar de que el Eintracht no es una de las grandes potencias del renacido fútbol germánico, gobernado de forma dictatorial por el Bayern Múnich. "No hemos tenido suerte en el sorteo", llegó a decir hasta en tres ocasiones el entrenador del Barça, recordando que se enfrentan esta noche a un equipo singular "que juega diferente, con tres centrales y carrileros largos, que es muy físico y, además, hacen las transiciones en cuatro o cinco segundos".

Está alerta Xavi ("el elogio no nos puede confundir"), consciente de que vivirá su estreno en la casa del Eintracht sin el agobio del todo o nada -fue nada- con el Benfica o el drama que jamás olvidará de Múnich que le enfrentó a sus propios demonios. No tendrá a Memphis, que se quedó en Barcelona ya que arrastra molestias musculares, ni dispondrá tampoco de un lateral derecho específico: Alves no está inscrito y Dest continúa lesionado.

"Una montaña rusa"

Llega el Barça embalado, acortando en la Liga tantas posiciones (en noviembre era noveno, en abril es segundo) que el camino para estar en la próxima edición de la Liga de Campeones se le ha allanado. Ni siquiera en su mejor momento como entrenador del Barça anda tranquilo Xavi. "Esto es una montaña rusa. Y como técnico tienes que saber gestionar todo esto y ser equilibrado, los jugadores, también", subrayó recalcando en varias ocasiones que "el Eintracht puede que no sea tan conocido como otros equipos, pero está muy bien ordenado y juega con un sistema diferente", precisó.

Dembélé, en el entrenamiento en el Frankfurt Stadium.

Dembélé, en el entrenamiento en el Frankfurt Stadium. / FCBARCELONA

"Nos dan ya en semifinales y como favoritos, pero será duro", comentó el técnico, feliz porque la renovación de Araujo está "casi cerrada", algo que, sin embargo, no puede decir con la de Dembélé, un "jugador fundamental" en su sistema. "Ojalá decida quedarse. Yo ya no sé que más decir de Ousmane. Si se queda seremos mejor equipo la próxima temporada, pero no estamos en la mejor situación financiera de la historia. Él está siendo ejemplar y ya lo dije el primer día, bien trabajado puede ser el mejor del mundo en su posición", recalcó, de nuevo.

Está tranquilo el técnico, pero expectante. La Europa de primer nivel no la pudo disfrutar en ningún momento, torturado como quedó el Barça de antes del mercado invernal. La Europa del segundo escalón es más cómoda y más aún tras esos cinco fichajes, incluyendo el retorno del lesionado Pedri. Pero recela de esos halagos sin fin porque se asoma a un desconocido muro alemán.