JUEVES, 18.45 H.

Europa League: otro salto sin red del Barcelona ante el Galatasaray

"Es la misma situación de Nápoles, y de allí salimos reforzados", dice Xavi, que no siente la presión. Aunque el Barça esté obligado a ganar en un escenario hostil para seguir adelante.

Xavi Hernández dando instrucciones en el entrenamiento en Estambul

Xavi Hernández dando instrucciones en el entrenamiento en Estambul / Javi Ferrándiz

Joan Domènech

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Segundo salto mortal sin red. El primero fue en Nápoles, donde el Barça defendía su continuidad en la Europa League con un empate de la ida. No solo cayó de pie, ovacionado al volver con una vigorizante victoria, sino que se sintió capaz de mayores y mejores piruetas. El Galatasaray le obliga a repetir la acrobacia. Tan difícil como esa de ganar en un escenario hostil. Por mucho que Domènec Torrent, el entrenador gerundense del cuadro turco, sostenga que el Barça "es uno de los cinco mejores equipos del mundo".

El Barça se juega el prestigio, el título, 2,5 millones y una dosis de confianza para ir al clásico.

Será una visita caliente a Turquía, como la primera de la historia, la de 1993. Nunca antes el Barça había visitado Estambul y el Galatasaray tenía el privilegio de acoger tan ilustre comparecencia. Era el dream team de Johan Cruyff, reciente ganador de la Copa de Europa (1992) y que acudía con sus estrellas (Laudrup, Stoichkov y compañía, sin Koeman, lesionado) con el añadido de Romario. El viejo Ali Sami Yen ardió, con el fuego de una grada apasionada y de las bengalas. El Galatasaray conservó el empate a cero, pero cayó en el Camp Nou por 3-0.

Este Galatasaray también conservó el empate en Barcelona, y ahora aguarda al Barça con una renovada expectativa de apearle. Sin bengalas –teóricamente- pero con el mismo calor procedente de la grada, incandescente por el triunfo en el derbi ante el Besiktas. El estadio, nuevo desde 2011, entrará en combustión con 52.000 espectadores.

Entrenamiento del Fc Barcelona en el Nef Stadium en Estambul

Entrenamiento del FC Barcelona en el Nef Stadium en Estambul / Javi Ferrándiz

Una oportunidad

"Es la misma situación de Nápoles y de allí salimos reforzados. Lo veo como una oportunidad". Era la lectura positiva que siempre hace Xavi Hernández, justificada, seguramente, por el reimpulso adquirido por el equipo este domingo. "La referencia es el partido ante Osasuna, que en media hora casi los sentenciamos porque fuimos intensos y jugamos con los cinco sentidos", dijo.

Ese fue el pecado del Barça hace una semana, con seis rotaciones que no fueron, aseguraba Xavi, una muestra de subestimación del rival. "No hicimos los deberes y venimos sin un gol a un estadio de los que chillan y animan más", lamentaba Xavi ayer.

Memphis, en el entrenamiento previo al partido frente al Galtasaray

Memphis, en el entrenamiento previo al partido frente al Galatasaray. / Javi Ferrándiz

Se juega el Barça la continuidad europea, los 1,8 millones por pasar a cuartos (más los 630.000 de la imprescindible victoria), una dosis de prestigio ante a un rival inferior y una porción de confianza para viajar al Bernabéu el domingo, aunque la Europa League y la Liga sean competiciones tan dispares. El dinero, por muy pírrica que sea la cantidad, aliviará más el balance económico del curso que apunta a deficitario que la ampliación del límite salarial.

No deja de ser también un salto sin red para el Galatasaray, hundido en la Liga, que se agarra a la posibilidad de la gesta para la salvación de la temporada. Torrent avisó ante los indicios de optimismo detectados en Estambul recordando los cuatro goles endosados a Osasuna tras su visita al Camp Nou. El 0-0 de la ida no ha cambiado la opinión del técnico, que considera al once de Xavi "individualmente muy superior" al suyo.

Los jugadores del FC Barcelona durante el entrenamiento en el Nef Stadium de Estambul

Los jugadores azulgranas, en un rondo sobre el césped del Nef Stadium. / EFE/Erdem Sahin

Un plan, dos planteamientos

Ha pensado un plan, aparte de preparar a sus jugadores «para pasar muchas dificultades durante muchos minutos». El de Barcelona salió redondo, casi perfecto. "Hemos preparado dos planteamientos diferentes según el resultado, porque es una final, es solo un partido", dijo Torrent. Xavi repetía lo mismo horas después. 

Ese plan no es el de plantear un partido "abierto" ante un adversario "de tanta calidad individual que te domina tantos minutos del juego", sino el de combatir al Barça con un juego colectivo fuerte y compacto. Y donde no lleguen los futbolistas, llegará la grada. "Somos más fuertes con los aficionados. Siempre ayuda jugar en casa, porque cuando pasas malos momentos sacas fuerzas de donde no hay", reflexionaba. Lo único que le faltará al Barça: la hinchada.