Estado de precariedad en el Barça

Llegó Xavi al vestuario de la ciudad deportiva de Sant Joan Despí y miró a su alrededor para comprobar que cada día que pasa le quedan menos jugadores. En el retorno al trabajo, tras el parón navideño donde los futbolistas han dispuesto de una semana de vacaciones, el técnico hizo recuento y ha perdido a cuatro piezas de su ya debilitada plantilla por coronavirus. Y este miércoles recibió otra mala noticia porque Dembélé, Umtiti y Gavi también han dado positivos.

Los cuatro del martes eran defensas: Lenglet abrió ese capítulo de tristes noticias, continuado luego por Alves, aunque esté no podría jugar el domingo 2 de enero en Mallorca porque el mercado de fichajes se abre el lunes 3, después por Jordi Alba y, finalmente, por el joven Balde, que podría ser el sustituto del lateral zurdo titular.

Los tres del miércoles son un defensa (Umtiti, que ya sufrió coronavirus en agosto del 2020), un centrocampista (Gavi tampoco podía jugar en Mallorca por sanción) y un delantero: Dembélé.

El problema para Xavi no es solo la nueva ola de la pandemia que ha tenido un impacto grande en su plantilla. En apenas 48 horas ha dejado a siete jugadores "aislados en su domicilio", como ha indicado el club, pero todos ellos "se encuentran bien de salud".

Dembélé, del malestar al positivo

Además, Dembélé, aquejado de "un malestar general", según reveló el Barça, tampoco participó en el primer entrenamiento dibujando un panorama mucho más sombrío para el técnico. Más aún al confirmarse el positivo del delantero francés.

Confinados en casa

Hay siete jugadores confinados, seis siguen de baja por lesión porque no han recibido aún el alta médica y dos (Busquets y Gavi) vieron la quinta cartulina amarilla en el Sánchez Pizjuán durante el empate con el Sevilla (1-1) por lo que se perderán por sanción el retorno a la Liga.

No le quedan a Xavi laterales izquierdos y cuenta ahora con 12 bajas para el duelo con el Mallorca

Esto es lo que hay, debe pensar Xavi, obligado, de nuevo, a trabajar con muy pocos recursos de cara al reencuentro con la competición en un denso mes de enero donde ya se librarán tres competiciones: Liga, Copa del Rey (estreno el miércoles 5 en Linares) y Supercopa de España (semifinal contra el Madrid en Arabia Saudí el próximo miércoles 12).

Demir, salida inminente

La mayor dificultad para Xavi es que no tiene, por ejemplo, ningún lateral izquierdo, por lo que necesita improvisar una solución de emergencia en Mallorca, condicionado, además, por la norma de no alinear a demasiados jóvenes del filial.

En la defensa, a no ser que recupere a Dest, que arrastra desde hace días una molesta lumbalgia, carece de un especialista por la derecha, donde ha reciclado a un central (Araujo) para galopar por la banda.

Tanto Dest como Piqué, Araujo, Coutinho y Neto han gozado de permiso para no participar en la primera sesión después del parón navideño.

Ni tampoco puede el técnico contar con los dos fichajes de invierno porque el mercado se abre el lunes 3, horas después del partido en las islas. Además, Alves no está inscrito. Ferran Torres, tampoco. Pero el exdelantero del City, además, está lesionado desde el pasado mes de octubre.

Pedri se entrena con normalidad, pero Ansu y Memphis solo hacen una parte de la sesión con el grupo

Esta fragilidad física, covid, lesiones, castiga al Barça, que trabaja, entretanto, en la reconstrucción de la plantilla. Mientras Pedri ya comenzó a entrenarse con normalidad (Ansu y Memphis solo hicieron ayer una parte de la sesión con el grupo), el club comunicaba que Demir tenía permiso para ausentarse de la ciudad deportiva, abriendo así la puerta a su inminente salida en el mercado invernal.

Había jugado el futbolista austriaco, de 18 años, nueve partidos (seis de Liga y tres de Champions) y estaba a solo uno (10) de que se ejecutara una cláusula en su contrato para que el Barça se lo quedara en propiedad abonando 10 millones de euros.

Pero la directiva, que abonó medio millón de euros por traerlo al Camp Nou, ya le hizo saber a Demir que no entraba en sus planes de futuro por lo que debe buscarse una salida (está cedido por el Rapid de Viena), que, tal vez, lo lleve a la Bundesliga. Y Xavi, mientras, escucha inquieto a Ricard Pruna, su médico de confianza, para no tener más sustos.