La jornada de Copa

El Espanyol se atasca en Vigo en un duelo gris

El equipo blanquiazul fue incapaz de marcar ante el Celta y tendrá que decidir en Cornellà

JAIME AMARO
VIGO

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El Espanyol y el Celta se jugarán el pase a los octavos de final de la Copa del Rey dentro de una semana en el estadio de Cornellá-El Prat (20.00 horas). Los dos equipos se olvidaron ayer del fútbol y no expusieron nada en el partido de ida en Balaídos para cambiar ese guion. Pochettino y Herrera tiraron de fondo de armario para disputar un encuentro que sobraba en la planificación de ambos entrenadores. El marcador no se movió porque no hubo ocasiones claras para superar a Casilla y a Sergio.

Nada tuvo que ver el equipo blanquiazul con el que arrolló al Atlético el domingo en su mejor partido de la temporada (4-2). Pochettino presentó un once revolucionario, que solamente se junta en los entrenamientos. Prescindió de hombres claves como Verdú, Romaric, Sergio García y Dídac, vitales en la última victoria.

El escaso margen de descanso y el poco valor que le conceden a la Copa la mayoría de equipos ante la dictadura del Madrid y el Barcelona invitó al técnico argentino a dar descanso a los titulares en la Liga. El Celta eligió la misma fórmula, por lo que el desenlace estaba claro: un duelo decepcionante y aburrido.

Los blanquiazules (ayer de amarillo) apretaron en la presión y de ello se aprovechó Álvaro, un tanto desasistido en la punta de lanza. El ariete del Espanyol estuvo a punto de provocar un autogol de Hugo Mallo (m. 11). A los veinte, lanzó alto tras una jugada que inició Cristian Gómez. Si los pericos dependían de Álvarito, el Celta dejó en manos de Abalo sus escasas acciones de peligro en una primera parte sin intensidad.

ESTADIO DESANGELADO / Con esta fórmula, la Copa se parece cada vez más a los torneos de verano: da igual quien gane, lo importante está en otra parte. Celta y Espanyol saben que su duelo se decidirá dentro de una semana en Cornellá. Ahí, además, será la oportunidad para que se puedan lucir los tres exespanyolistas del cuadro gallego: Catalá, Joan Tomás y Quique de Lucas, que ayer empezó en el banquillo, aunque el preparador (otro experico) le ha prometido que será titular en la vuelta.

Pochettino y Herrera buscaron revulsivos en el banquillo a la hora de juego, con Verdú, Rui Fonte, Aspas y De Lucas. Antes, Álvaro disparo en una acción aislada (m. 53). Las ocasiones llegaban a cuenta gotas. Sin ritmo e intensidad, los dos equipos buscaron la jugada fácil, sin compromiso, por lo que las llegadas al área eran demasiado predecibles y con poca convicción. Todos los jugadores acabaron contagiándose de un ritmo parsimonioso en un estadio desangelado. Con partidos como el de ayer, la federación debería replantearse el modelo de unas eliminatorias coperas sin interés para las audiencias y los equipos.