LAS REPERCUSIONES DEL DUELO
Caras (Mingueza, Ilaix) y cruces (Dembélé, Griezmann) en el clásico
Mingueza: 90 minutos, 3 remates a portería, dos bien dirigidos, un gol
Ilaix: 18 minutos, 3 remates a portería, dos bien dirigidos, uno al larguero
Dembélé: 81 minutos, 2 disparos a portería, ninguno bien dirigido
Griezmann: suplente, 45 minutos, ningún remate a portería
Joan Domènech
Periodista
Periodista. Título de Entrenador de fútbol nivel A. Deportista vocacional. Tras retirarme como futbolista, empecé a trabajar en Mundo Deportivo (12 años, 1988-2000). He asistido a cuatro Mundiales y cuatro Eurocopas. Coautor de varios libros. Miembro del colectivo ‘Periodistes Solidaris’ y 'Amics de Johan'.
Marcos López
Periodista
ÓSCAR MINGUEZA
Un estreno con un gol de viejo delantero
Actuó en tres posiciones durante su primer clásico. Hasta en una cuarta, aunque fuera de forma postiza. Pero Óscar Mingueza, a sus 21 años, demostró mucho carácter para sortear una angustiosa primera parte cuando la extraordinaria velocidad de Vinicius ponía a pruebas sus músculos. Resistió como tercer central, enfrentado siempre en un uno contra uno al rápido brasileño.
Después, en la segunda mitad, y con el cambio de sistema ordenado por Koeman, ejerció Mingueza de lateral derecho profundo llegando al área con tanto peligro que firmó el único gol azulgrana, convertido, y de manera circunstancial, en un viejo delantero centro. Después, ya con la entrada de Sergi Roberto, Mingueza retornó al eje central, formando breve pareja con Araujo y luego con Lenglet. Esquivó con personalidad esa peligrosa media hora inicial, que le llevó al borde de un ataque de nervios porque el Barça dejaba más de 40 metros a la espalda de la zaga.
Tuvo, en todo momento, autoridad con el balón (firmó un 96,8% de acierto en el pase) y luego profundidad para disfrazarse de ‘nueve’ y alimentar la esperanza culé. Se fue de Valdebebas sin cometer ni una sola falta en su primer clásico.
ILAIX MORIBA
El rebelde que no entiende de jerarquías
Acabó sentado Ilaix Moriba (18 años) sobre el césped de Valdebebas mirando al horizonte como si buscara respuesta alguna. No la encontró. Ni 20 minutos necesitó el joven para romper con todas las jerarquías, tanto en el equipo donde ya ha pasado por delante de Riqui Puig. Para Koeman, Ilaix, un centrocampista singular, con gran llegada, está siempre antes. Entró por Araujo y, casi de forma inmediata, pisó el área blanca con un remate de cabeza atrapado por Courtouis aprovechando un centro de Messi desde la derecha.
Ni tres minutos llevaba Ilaix en el césped de Valdebebas ganando gracias a su poderoso físico el salto a Militao. El primer mensaje para demostrar que entró en el clásico con fuerza. No solo en acciones futbolísticas, sino también en el otro fútbol cuando se encaró con Casemiro para demostrar que su estreno en un Madrid-Barça no le iba a intimidar. Todo llegó por una entrada del centrocampista brasileño a Messi, que desató la reacción de Ilaix, reprendido también casi al instante por Modric. Las ‘vacas sagradas’ del Madrid querían asustar al imberbe adolescente culé que vivía su primer clásico.Pero no lo consiguieron.
Ilaix ya había sido el primero en acercarse a Gil Manzano para reclamarle el penalti que no pitó de Mendy a Braithwaite. Aunque su figura adquirió mayor protagonismo cuando en el tiempo añadido emergió para firmar el penúltimo remate del Barça. Quedaban seis segundos para el minuto 94 cuando acunó el balón con el pecho, bajo una lluvia torrencial, y soltó Ilaix un derechazo soberbio que escupió el larguero. Un tiro que no olvidará. n
OUSMANE DEMBÉLÉ
El 'nueve' se asfixia en el área blanca
Un tiro al aire y dos que no iban dirigidos entre los tres palos. Las breves cuentas de la estadística denuncian que la aportación del futbolista más adelantado del Barça fue insuficiente por no decir muy deficiente. En su descargo está que no es ‘nueve’ y que su mayor virtud no es la de ser un rematador fiable. Jugó Dembélé de 'nueve' creyendo Koeman que el francés tendría los espacios para correr entre y tras la defensa blanca, y los dos se encontraron que no había ni metros ni oxígeno para respirar de tan densa que era la defensa del Madrid, pertrechada en su área, multiplicada.
Con diez jugadores por detrás del balón por la voluntad de Zidane y la inmovilidad del Barça, Dembélé no sabía dónde ubicarse sin chocar, ahora con Militao, luego con Lucas, a veces con Nacho...
Dembélé no fue Dembélé hasta que fue reubicado en la banda derecha. Y ahí tuvo metros para enfrentarse a Mendy, al que ha conocido en su regreso a la selección francesa. Corrió y le encaró y le regateó y centró balones, sin poder penetrar porque el trayecto hacia el área seguía colapsado. Acabó sustituido por Koeman, que se echó en brazos de Trincao esperando a que se le ocurriera una idea, ni que fuera descabellada, que tampoco llegó.
ANTOINE GRIEZMANN
La estrella acaba siendo la ficha más débil
Seguramente había ideado ya cómo celebraría un gol en el Clásico, él, que se prepara cada festejo sin dar rienda a la espontaneidad del momento. Y con más motivo esta vez tras el nacimiento de su tercer hijo, Alba, una niña, el pasado día 8, igual que su hermana Mía y su hermano Marco en años anteriores, quienes tuvieron dedicatoria nada más nacer. A la primera.
A Griezmann se le pasó la oportunidad; en realidad, se le acortó. A 45 minutos, lo que le concedió Koeman con el 2-0 en el marcador. Quién lo diría pero el fichaje más caro del club, en sana competencia con Dembélé y Coutinho, según la acumulación de variables en sus respectivas operaciones, era la pieza más débil del Barça cuando el técnico ideó el once titular que alinearía a Valdebebas. Griezmann fue la última ficha del dominó, la que cayó del once titular en la cadena de movimientos que supuso la entrada de Ronald Araujo.
El marcador, sobre todo, precipitó la incorporación de Griezmann al juego, además de la recomposición táctica para que el Barça pudiera cerrar la hemorragia de los contraataques. Llamó Koeman a Griezmann por ser lo más parecido que tiene a un extremo izquierdo, ya que Dembélé sería desplazado a la derecha.
Ante el Madrid de los cinco defensas de Zidane, tan ultradefensivo como pudo serlo el de José Mourinho en su día, Griezmann se encontró rodeado por Odriozola, Valverde, Casemiro y Modric. Casi ni pudo pisar el área blanca, condenado a ejercer una labor de acompañamiento, nunca de finalizador, que es lo que se esperaría de él. Lo más cerca que estuvo de rematar fue cuando dejó pasar el balón que acabó aprovechando Mingueza. Empieza la semana de la final de Copa y le toca contraer méritos para ganarse el puesto.
- Muere Itxaso Mardones, reportera de Gloria Serra en 'Equipo de investigación', a los 45 años
- Hacienda te devuelve 300 euros si tienes un hijo menor de 25 años y 900 si tienes dos: así tienes que ponerlo en la declaración de la renta
- ¿Llamadas que cuelgan? Así son las robollamadas, la nueva táctica de spam telefónico
- Adiós a los cajones de la cocina: la solución con perchas que puedes colocar en cualquier parte
- Sánchez se plantea renunciar y convocar elecciones tras la investigación a su esposa
- La querella del novio de Ayuso se admitirá a trámite pese a la campaña del fiscal para que sea rechazada
- El CIS publica una encuesta sobre las elecciones en Catalunya a pocas horas del comienzo de la campaña
- Pedro Sánchez se plantea renunciar como presidente del Gobierno tras la investigación a su mujer