Una noche con Mingueza

Toda una vida, una joven vida, lleva Óscar Mingueza esperando el partido que jugará hoy en Ucrania. El partido que ha soñado desde que siendo un niño, apenas tenía siete años cuando entró en la academia del Barça para recorrer todos los estratos de la cantera antes de asomarse hoy ante el Dinamo de Kiev, que le sonará celestial, con música de Champions prologando los nervios propios de un joven de la cantera, con 21 años, que debutará, al fin, con la camiseta del primer equipo del Barça.

Llegó con siete años al Barça y su mayor éxito fue lograr la Youth League juvenil

A un serio problema, la grave lesión de Piqué, que le tendrá varios meses de baja (al menos seis meses, según anunció ayer Ramon Cugat, el mismo doctor que operó a Ansu Fati) le sucede la oportunidad para un central formado en la casa, a quien Koeman, por pura necesidad, le abre la puerta del primer equipo para formar pareja con Lenglet, el único sano que aún resiste en pie, sin entrar todavía en la enfermería. "Me siento preparado, estoy disponible. La baja de Piqué nos afecta mucho", admitió el defensa francés.

Sin riesgos con Araujo

A Mingueza, en cambio, se le abre un panorama inesperado porque completa el círculo que tanto perseguía. Tampoco lleva Koeman más centrales porque hay tres lesionados: Piqué, del que ya se puede despedir esta temporada, Araujo, "no quiero correr riesgos con él" y Umtiti, que solo ha jugado un partido en los cinco últimos meses.

Su hermana Ariadna juega en el Barça B femenino

"Estará con nosotros en dos semanas», advirtió Koeman, necesitado como anda de centrales en tiempos llenos de escasez en la defensa, por lo que se abre un resquicio para Mingueza. Un central hecho en casa.

Nacido en Santa Perpètua de Mogoda, transitó desde el prebenjamín B al primer equipo tras conquistar la Youth League en la temporada 2017-18. Su hermana Ariadna juega en el Barça B femenino. Y también ejerce de central.

Salida de balón "top"

Tras debutar Óscar con el filial en un amistoso contra el Llagostera (julio del 2016) necesitó esperar un par de temporadas para asentarse, ya de forma definitiva. Tuvo, como ocurre con cualquier joven de talento que viste de azulgrana, posibilidades de abandonar el Barça, pero, al final, decidió quedarse.

Y, de repente, estará hoy Mingueza en Kiev. "Yo empecé a jugar con cuatro añosen Santa Pèrpetua, en el equipo de mi pueblo", recordó Óscar en charla cómplice con su  hermana, que retrató las virtudes del mayor de los Mingueza. "Lo mejor que tienes es la salida de balón y los pases que filtras a los interiores superando líneas. Es muy top".

Empezó Óscar teniendo de ídolo a Ronaldinho. luego Deco y "me fijé mucho en Piqué, era un referente para mí". Y una vez perdido por lesión el referente, llega la noche de Mingueza.