El Barça supera por la mínima al Atlético y alcanza las semifinales

“Es el momento de demostrar”, rezaba el espot que lanzó el Barcelona a escasos minutos del convite. Y eso hicieron las azulgranas, demostrar que los fantasmas de la final perdida se han convertido en la chispa perfecta para alcanzar cualquier objetivo. Las de Lluís Cortés se cargaron de paciencia y superaron  (0-1) un combativo Atlético de Madrid para regresar a las semifinales de la competición por segundo año consecutivo.

Saltaron las jugadoras al césped de la Catedral unidas por una misma causa, la de dar apoyo a la exazulgrana y ahora colchonera Virginia Torrecilla, a la que recientemente le extirparon un tumor cerebral. Pero una vez  sonó el silbato ya no hubo caminos iguales. Más bien totalmente opuestos.

Las triangulaciones

El Barcelona se quiso coser el balón a los pies y se aferró a las triangulaciones. El conjunto colchonero, sin embargo, tiró de la garra que le caracteriza y situó la defensa en la divisoria. Pero el meneo que el técnico colchonero le dio a un equipo bajo en efectivos no intimidó para nada al cuadro catalán, más centrado en lo suyo que en lo que tenía delante. Y en un abrir y cerrar de ojos las madrileñas ya achicaban aguas en su propio campo.

Porque el Barça tomó la vía de la valentía y la insistencia y se llevó el premio de quien cree en lo que hace. Con los principios del fútbol azulgrana en mano, las de Lluís Cortés recogieron el testigo del cruyffismo y, como predicaba el neerlandés, se dedicaron a jugar con el cerebro. No hacia falta correr, solo tomar la posesión del balón y hacer bailar al Atleti al compás de sus movimientos.

Ocasiones sin éxito

Aunque no fue nada fácil cogerle el ritmo al encuentro. Las primeras ocasiones sin éxito costaron un disparo de Strom por encima del larguero y una buena llegada de Ángela Sosa por la banda. Tocaba remar. Y desgastar a un rival que se defendía con uñas y dientes.

Porque el Atlético, consciente de la que se le venía encima, decidió salvaguardarse contra las cuerdas. Como Muhammad Ali esperando su chance ante Foreman, las colchoneras aguardaron el error azulgrana. Pero no lo encontraron.

Las percusiones azulgranas se aceleraron a partir de la media hora, cuando lograron encadenar varias jugadas de peligro. La más clara la tuvo Alexia, que se inventó una rosca que Tounkara salvó bajo palos. Su ocasión dio paso a un vendaval de llegadas que termino con el Barcelona reclamando dos penaltis y el Atlético pidiendo la hora.

El gol azulgrana

Descansó el Atletico  tras el tiempo de asueto pero Oshoala se cansó de esperar y empezó a percutir, pero sin éxito. Seguía sin llegar el premio y Cortés decidió mover ficha. Introdujo a Caldentey en el centro del campo y la catalana aceleró el partido. De sus botas nació la mejor jugada de la segunda mitad, aquella que no empaló Oshoala y Putellas envió al lateral de la red. También la tuvo Hansen en una carrera lateral, pero la danesa se topó con el muro de Lindahl. Finalmente, quien desempató la contienda fue Hamraoui con una mediavuelta desde el interior del área en el minuto 80.

Atrapado en un destino anunciado, el Atlético de Madrid se despidió de Europa. Pero lo hizo dando la guerra que su escudo promete. Las bajas, el tiempo en la estocada y un Barça superior en juego sentenciaron al conjunto colchonero y avivaron las esperanzas de la hinchada culé. Las de Lluís Cortés están a dos finales de la gloria.