TENSIÓN EN EL CAMP NOU

El Barça continúa enredado

La derrota en el Bernabéu reabre las tensiones que se viven en el vestuario con la junta, que gana tiempo mientras se audita la 'crisis digital'

Bartomeu y Setién charlan durante la inauguración de la tienda del Barça en las Ramblas.

Bartomeu y Setién charlan durante la inauguración de la tienda del Barça en las Ramblas. / periodico

Marcos López / Joan Domènech

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El balón siempre dicta sentencia y más aún en un Barça débil. Débil y enredado con una plantilla que reniega de la planificación deportiva del club (Busquets y Rakitic apuntaron la pasada semana en esa dirección, como lo había hecho antes el capitán Messi), mientras la junta, a través de otros canales, cambia la dirección del foco y lo pone en unos jugadores que no supieron aprovechar el clásico para abrir un boquete de cinco puntos en la Liga sobre, como admitió Piqué, "uno de los peores Madrid que se recuerdan". Y el retorno de Neymar vuelve a sobrevolar, a inicios de marzo.

Diecisiete días después de que estallase la crisis digital y once de la pitada al presidente en el Camp Nou en el choque contra el Eibar, la sentencia provisional de la pelota coloca al Barça un punto por debajo del equipo de Zidane, sin margen alguno ya de error.

La sentencia provisional de la pelota coloca al Barça un punto por debajo del equipo de Zidane, sin margen alguno ya de error, La derrota ha provocado la primera crisis en la breve era Setién, porque a ella se ha unido el estallido del caso Sarabia.

Las imágenes emitidas por dos cadenas de televisión reproduciendo las quejas y reproches que lanzó a los jugadores durante el Clásico del Bernabéu ha erosionado todavía un poco más la relación entre un sector de la plantilla y el cuerpo técnico, según reveló Catalunya Ràdio, denunciando varios desencuentros desde la llegada de Setién. Antes hubo otros con Valverde. Ese fue uno de los argumentos en los que se apoyó la junta para justificar un insólito relevo.  

La caída en Mestalla

El problema nació muy pronto. Justo cuando el equipo perdía por vez primera el liderato en Mestalla en su tercer partido como técnico azulgrana. Entonces, Setién dijo una frase que retrató las primeras disfunciones.

"Igual los jugadores no interpretan bien algunas cosas o quizá hay cosas que no hayamos explicado bien", contó el entrenador azulgrana apenas una semana después de debutar: triunfos apurados contra el Granada (1-0) y el Ibiza (1-2), en el último minuto, y derrota en Valencia (2-0).

Equipo debilitado

Sucedió cinco días antes del cierre del mercado de invierno y la junta de Josep Maria Bartomeu, lejos de reforzar la plantilla, la debilitó con varias ventas y ningún traspaso. El refuerzo llegó con Martin Braithwaite tras la confirmación de la grave lesión de Ousmane Dembélé.

Tras prescindir de Jaume Masferrer, su mano derecha, Bartomeu escoge el silencio para huir de la polémica

 La progresiva estabilidad que iba adquiriendo el equipo, pese a la eliminación copera en San Mamés, saltó de nuevo por los aires al trascender que una empresa proveedora del club, I3 Ventures, tenía cuentas de Twitter e Instagram en las que se erosionaba a barcelonistas de distintos estratos. Entre ellos, a Gerard Piqué y Lionel Messi, dos de los capitanes.

El argentino ya había replicado en las redes sociales a Eric Abidal, el secretario técnico, que justificó el despido de Valverde por el desinterés y el abandono de los jugadores. Ronald Koeman confirmó el martes que el club le llamó antes que Setién para asumir el banquillo.

Investigación interna

Bartomeu tuvo que acudir a Sant Joan Despí a darles exlicaciones. "Me pareció un poco raro", admitió Messi, que escuchó del presidente la misma versión que ofreció en público: que el club no había "encargado" una labor de difamación y maledicencia de sus propios jugadores. El resultado de la investigación interna anunciada por el club aún no se conoce y la junta gana tiempo.

"Creí al presidente porque estaba tocado", dijo Piqué, ya en Nápoles. Lo dijo antes del partido; después, el humor de la plantilla se había vuelto a agriar por el mal resultado (1-1) y peor actuación colectiva. Tan decepcionante, o más que la del Bernabéu, donde el Barça perdió el liderato y credibilidad.

Las expresiones de Sarabia desveladas en las imágenes de televisión retratan la tensión existente en el vestuario, entre un cuerpo técnico que va cambiando de planteamiento cada semana y una plantilla que no responde a las expectativas. Mientras, Bartomeu y la directiva calla