FRIALDAD EN EL CAMP NOU

Los ilesos de Liverpool abaten al Getafe

Vidal y Messi sobresalen con sus goles para sellar la victoria de un Barça decaído en un Camp Nou semivacío

Messi remata en la acción del segundo gol del Barça al Getafe.

Messi remata en la acción del segundo gol del Barça al Getafe. / periodico

Joan Domènech

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Poco variará la alineación del Barça en la final de Copa del próximo 25 de mayo y mucho tendrá que cambiar su juego si no quiere llevarse el segundo disgusto de la temporada. El simbólico ensayo no pudo ser más preocupante, por mucho que las circunstancias serán distintas. Lo más positivo es que Ernesto Valverde tendrá dos semanas para trabajar y el recuerdo de Liverpool se diluirá lentamente.

En el reencuentro con la hinchada se notó el dolor del bofetón, más por omisión que por acción. La grada castigó la catástrofe con indiferencia, representada por la incomparecencia de miles de aficionados todavía malhumorados. Apenas 57.088 espectadores. ¿Cuántos habrían sido con la clasificación para la final de la Champions? La jornada de las despedidas (la de Cillessen, por ejemplo) fue íntima.

Pitos a Coutinho y Busquets

Solo hubo pitos para Coutinho, que ya los traía de casa, y una pequeña tanda para Sergio Busquets, que cometió errores nunca vistos en él. Fue la viva imagen de la depresión que ya mostró cuando le entrevistaron en Anfield y no tenía palabras.

Insistente el Barça en la salida desde atrás con tres jugadores, Busquets se creyó recuperado pero el pie le seguía temblando y en esa posición de riesgo sus fallos fueron muy evidentes. En el descanso había perdido casi la mitad de los balones del equipo. El marcador, no siempre correspondiente con la actividad del césped, aunque la posesión del balón era de un abrumador 80-20, sonreía a favor del Barça. El gol lo marcó Arturo Vidal, uno de los dos incólumes del naufragio europeo.

El otro fue Messi, también goleador, pese a que las señales que emitió fueron débiles e intermitentes. Tres pases combados suyos a Alba y uno de Rakitic a Malcom, acciones comunes y vulgares en cualquier partido, cobraron categoría de asistencias galácticas por la vulgaridad que se veía. Se aburrió hasta el árbitro, que solo pudo llevar a la boca la anulación de un gol en fuera de juego visitante.

Gol por costumbre

Messi ejerció de delantero centro y sin nadie que le barriera el frente de ataque, ausente el operado Suárez, continuó haciendo de pasador y no de rematador, que es lo que tocaría. Marcó casi por costumbre. Coutinho arrastraba el peso del estadio encima y Malcom, en el extremo derecho, cargaba con la oxidación de tanto tiempo sentado en la grada. Los dos brasileños fueron sustitutidos, Coutinho por unas molestias y Malcom por decisión de Valverde. El técnico hizo debutar a Abel Ruiz, un canterano de 19 años. Sergi Roberto ocupó el otro costado en una insólita composición final de la delantera.   

Despliegue conmovedor

Complicado habría sido ganar al Getafe por el orden y el espíritu defensivo del equipo madrileño y su ambición (aunque parezca un contrasentido) por entrar en la Champions, y más lo fue con la resaca completa de Liverpool. Hasta el gol de Vidal, los únicos aplausos se los habían ganado los héroes de Basilea, que hace 40 años entraron en la historia. 

Vidal volvió a resaltar en el juego, una señal considerada como preocupante por las esencias futbolísticas del Barça, pero el privilegio de la titularidad se lo ha ganado con su esfuerzo. Conmovedor en el despliegue, fue el único que transmitió entusiasmo y bombeó sangre desde un centro del campo infartado, donde Busquets lidiaba con su inseguridad y Rakitic transmitía tristeza. Aleñá y Ruiz se pusieron a correr, ilusionados hacia el futuro. 

Barcelona, 2 - Getafe, 0

<strong>Barcelona:</strong> Cillessen (7), Sergi  Roberto (6), Piqué (5), Umtiti (5), Alba (6); Vidal (7), Busquets (5), Rakitic (5), Malcom (6), Messi (6), Coutinho (5).