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LOS CUARTOS DE FINAL DE LA COPA

Un Barça revolucionario se queda al borde del precipicio en Sevilla

El equipo andaluz, en un partido nada especial, arranca una ventaja de dos goles ante un once inédito de los azulgranas

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Marcos López

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Tanto cambio acabó desfigurando al Barça, que se complicó la vida con un par de despistes defensivos. Todo era extraño, con el Dios Leo descansando en su casa de Barcelona mientras el Sevilla, que no hizo nada del otro mundo, se llevó una valiosa renta de dos goles. Víctima como fue de un síndrome de esterilidad como quedó evidente en la pérdida de Coutinho en el centro del campo, prólogo de un 2-0 en el que Piqué se quedó mirando la pelota.

Messi, por lo tanto, le toca resolver en la vuelta en el Camp Nou la próxima semana el desastre de una ida. Extraño resultó ver un Barça tan inédito y tan extrañamente revolucionario, sin alma, sin fútbol, sin idea ni filosofía. Un equipo tan singular que solo se parecía al que se supone que es por la camiseta azulgrana que lucía. El Sevilla, más de lo mismo. Apático, triste y hasta inocuo, excepto en los minutos finales de la primera mitad cuando emergió Ben Yedder, un astuto delantero que se mueve delicadamente en los espacios pequeños.

Error de Malcom

Antes, eso sí, Arthur dejó un monumental pase para Malcom, una tentación para que el exjugador del Girondins de Burdeos se reencontrara con el gol. Erró Malcom de tal manera que ensució esa magnífica asistencia de su compatriota abriendo así la posibilidad a que un gris Sevilla se animara. Nada del otro mundo. Todo muy aburrido. Parecía hasta un partido veraniego, de pretemporada, de gira por Estados Unidos o Japón.

Nadie pensaba que estaba en juego el pase a las semifinales de la Copa del Rey. ¿El Barça? Ni un remate a portería del equipo de Valverde en los primeros 45 minutos, algo que solo había sucedido dos veces en esta temporada (Atlético y Cultural Leonesa).

Debut gris

¿Boateng? ¿O Prince como luce en su zamarra? Se movió como falso delantero centro intentando abrir un espacio a sus compañeros, pero sin apenas pisar el área. Merodeando zonas peligrosas, pero sin generar peligro. Messi, en casa; Busquets, también. Coutinho, en el banquillo; Luis Suárez, también. Y hasta Jordi Alba.

Era un Barça inusualmente distinto con Semedo confinado al rol de lateral izquierdo, mientras Sergi Roberto quedaba anclado en la banda derecha. Ahí, en ese flanco zurdo de la zaga azulgrana, estaba el verdadero duelo de una triste noche, lejos de la pasión que suele tener el Sanchez Pizjuán. No había nada de arrebato en el partido. Tan solo se quedó en el estremecedor himno oficial que sacude las entrañas del viejo, pero a la vez remozado templo del sevillismo.

El veneno de Navas

Luego, la nada. Pero Navas, un veneno por la banda derecha del ataque andaluz, se midió a las correcciones defensivas de Semedo, desplazado de su hogar natural.  Corría velozmente Jesus, retrocedía atento Nelson. Y, al menos, ahí ocurría algo distinto. Era el único rincón divertido del partido. ¿El resto? Tedio y aburrimiento, excepto en los cinco minutos finales de la primera parte, donde el Barça, por si alguien tenía dudas, dispone de dos porteros extraordinarios.

Poco que añadir de Ter Stegen, uno de los mejores del mundo. Pero lo de Cillessen adquiere matices espectaculares porque no se oxida nunca. Juega poco. Cinco partidos, incluido el de ayer, en seis meses. Y en cada encuentro, una exhibición. Cuando falló Sergi Roberto un despeje, el meta holandés achicó el espacio de tal manera que le hizo la portería diminuta a Ben Yedder. Cuando el delantero francés se giró dentro del área ya tenía delante suyo el cuerpo de Cillessen. Una parada realmente de gol fue la suya.

Regalo de Coutinho

En la segunda mitad, todo fue peor para el Barcelona porque el Sevilla entendió que no podía regalar más minutos a un inoperante rival. Una carrera profunda de Promes rasgó por velocidad a la zaga azulgrana para que Sarabia llegara por detrás firmando el primer tanto del partido. Entonces, Valverde tomó medidas quirúrgicas y lógicas. Adiós a Malcom, superado por el peso de la camiseta, y adiós a Boateng.

Turno entonces para Luis Suárez y Coutinho, ya con el marcador en contra, mientras Arthur era el único que levantaba la bandera de lo que suponía que debía ser el Barça. Un error infantil de Coutinho desencadenó el 2-0 del Sevilla, que coloca al campeón de Copa al borde del precipicio. Acabaron los 90 minutos y un desastre del campeón.

Sevilla, 2; Barcelona, 0

<strong>SEVILLA:</strong> Juan Soriano (5), Mercado (5), Kjaer (6), Sergi Gómez (5), Navas (8), Escudero (6), Amadou (5), Banega (6), Sarabia (7), Promes (7) y Ben Yedder (7). <span style="font-size: 1.6rem; line-height: 2.6rem;">Cambios: Mudo Vázquez (5) por Sarabia (m. 66); André Silva (5) por Navas (m. 70); Arana (s.c.) por Escudero (m. 87). </span><span style="font-size: 1.6rem; line-height: 2.6rem;">Entrenador: Pablo Machín (5)</span>

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