Primer título de la temporada

La Supercopa, un escaparate artificioso para la cantera

Tres futbolistas del filial (Miño, Romeu y Sergi Gómez), titulares en la ida de la Supercopa del 2010.

Tres futbolistas del filial (Miño, Romeu y Sergi Gómez), titulares en la ida de la Supercopa del 2010. / FC Barcelona

Joan Barretina

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La Supercopa de España, en su condición de Supercopa, es una competición anómala. Se juega a principios de agosto y parece que moleste a los clubs, especialmente, a los grandes: la puesta a punto de la plantilla no está terminada y, además, algunos de los jugadores están recién llegados de sus vacaciones. Por ello, pese a que sea la oportunidad de ganar un título, los entrenadores priman, y mucho, la intención de evitar cualquier contratiempo en forma de lesión.

El bendito 'problema' de disputar un título se convierte en una oportunidad para los jugadores menos habituales y para los de la cantera. Riqui Puig y Juan Miranda fueron los nombres propios más destacados de la gira del Barça por Estados UnidosErnesto Valverde ha querido 'premiarlos' y los dos jóvenes se han entrenado, esta semana, con el primer equipo. Además, tienen muchos números de entrar en la convocatoria para la Supercopa de España.

El ejemplo de 2010

El Barça, con Pep Guardiola por tercer año consecutivo en el banquillo, se plantaba en Sevilla un 14 de agosto de 2010 para disputar la ida de la Supercopa de España. Lo hacia dejando en Barcelona a sus internacionales españoles, que habían vuelto dos días antes de un partido con la selección en México. El técnico azulgrana, además, contaba con otros dos contratiempos: Pinto se lesionó, también dos días antes del encuentro, en el entrenamiento y Messi no estaba al 100%.

Ante este panorama, Guardiola arriesgó. Alineó un once plagado de suplentes y con tres futbolistas del filial: Rubén Miño, Oriol Romeu y Sergi Gómez. Precisamente, este último milita, desde este verano, en las filas del Sevilla y puede jugar contra el Barça en la única competición en la que disputó minutos en partido oficial con el primer equipo azulgrana.

Y es que si bien este encuentro fue una gran oportunidad para los tres, fue la única que tuvieron (excepto Oriol Romeu que también disputó un encuentro liguero). Rubén Miño, ante la ausencia de Víctor Valdés, recién llegado de México, y la lesión de Pinto, le ganó la partida a Oier Olazábal y se puso bajo los palos en el Sánchez-PizjuánSergi Gómez ocupó el centro de la defensa junto a Gabi Milito y, Romeu fue el mediocentro defensivo, escudado por Keita y Jonathan dos Santos. En el banquillo también estaban Sergi Roberto, Muniesa, Jeffren y Thiago, el único con ficha del filial que gozó de minutos en el segundo tiempo.

El partido se puso de cara para el 'equipo B' del Barça con un gol de Ibrahimovic, en su último partido con la camiseta azulgrana, pero el Sevilla tiró de oficio y venció por 3-1. En la vuelta, Guardiola pudo contar con todos los efectivos del primer equipo y alineó un once de gala. El Barça venció por 4-0, con un 'hat-trick' de Messi, y se adjudicó la Supercopa. Los tres titulares del filial en la ida no fueron convocados para la vuelta y volvieron al B. El cuerpo técnico no vio en ellos el nivel ni la continuidad para tener minutos en el primer equipo y no volvieron a subir con los 'mayores'. Terminaron abandonando la disciplina azulgrana para buscar suerte fuera.

Riqui Puig y Miranda pueden viajar a Tánger con el primer equipo. Incluso, pueden llegar a disputar minutos ante el Sevilla. Será una oportunidad única para ellos. Sin embargo, no será definitiva. El ejemplo de 2010 es paradigmático. Valverde ya avisó: "La idea es estar tranquilos con los jugadores porque nos emocionamos todos muy rápido", declaró el 'Txingurri' tras el gran partido de Puig ante el Milan en la gira. Aun así, los que más emocionados estarán con este viaje son Riqui Puig y Miranda.