LAS CLAVES DE LA ROMA

Di Francesco, un 'guardiolista' declarado

El técnico revelación del Sassuolo, que se enfrentó con Valverde el año pasado, conserva el 4-3-3 en una pujante Roma

Eusebio di Francesco, en el Roma-Shakhtar de los octavos de final de la Champions.

Eusebio di Francesco, en el Roma-Shakhtar de los octavos de final de la Champions. / periodico

JOAN DOMÈNECH

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Eusebio di Francesco y Ernesto Valverde se reencontrarán por segundo año consecutivo. Ya es casualidad. Se enfrentaron la temporada pasada cuando dirigían al Sassuolo y al Athletic, respectivamente, en la Liga Europa. Di Francesco ganó el primer asalto (3-0) y Valverde el segundo (3-2 en San Mamés). El buen trabajo realizado les sirvió de catapulta para repetir el pulso al más alto nivel: con el Barça y la Roma y en la Champions League.

Han cambiado de equipo pero no han alterado demasiado sus planteamientos futbolísticos. Di Francesco ha mantenido en la capital el 4-3-3 que dibujaba con el modesto Sassuolo, al que encumbró, convirtiéndole en la mayor sensación del fútbol italiano de los últimos años. Ünder y Perotti (también El Shaarawy) son los extremos que acompañan a Dzeko en el ataque.

Tener el balón

Ese dibujo, inusual en Italia, tiene un origen. "Mi idea de fútbol también está inspirada en Guardiola, a partir de la reconquista del balón arriba", manifestó Di Francesco en una entrevista concedida Corriere dello Sport. El técnico exponía que copió el dispositivo para que dos hombres apoyen al poseedor del balón en todo momento. El 4-3-3 en ataque se transforma en un 4-5-1 en defensa.

La Roma ocupa actualmente el tercer puesto en la tabla. Mientras el título será un asunto entre la Juventus y el Nápoles, el conjunto granate debe cuidarse de conservar esa plaza que clasifica para la Champions ante la amenaza del Lazio (a tres puntos) y el Inter (a cuatro). La clasificación para los cuartos ha ampliado el crédito que ya se había ganado.

Evitar el miedo

"Quiero seguir soñando con este equipo y vivir noches de este tipo, con muchas emociones", explicó Di Francesco, feliz y satisfecho tras haber eliminado al Shakhtar. No tenía ningún rival deseado ni ninguno temido: "Me gustaría evitar solo el miedo, la Roma no debe tenerle miedo a nadie". 

Tampoco lo tiene al Barça pese a contar con "el mejor jugador del mundo", en referencia, cómo no, a Leo Messi. "Hemos llegado hasta aquí con coraje, determinación y compromiso. Hay que vivir la eliminatoria con entusiasmo y confianza", agregó tras ver la bola de su equipo inmediatamente emparejada a la del Barça.   

Di Francesco (Pescara, 8 de septiembre de 1969) es también un exjugador con una larga carrera de 18 años entre 1987 y el 2005 que incluyó una breve estancia en la Roma (1997-2001), donde conquistó su único título, el Scudetto en la última campaña. Como técnico, los mejores éxitos, por ahora, son dos ascensos: con el Pescara y el Sassuolo, que se ha mantenido desde su irrupción en la élite. Aguantó la categoría en su primera campaña (2013-14) y se clasificó en sexta posición en la 2015-16, lo que le clasificó para la Liga Europa. El hoy valencianista Simone Zaza anotó el primer gol del Sassuolo en la Serie A.

DZEKO, EL VIEJO DELANTERO CENTRO DE TODA LA VIDA

Toda una vida marcando goles lleva Edin Dzeko, que hoy cumplirá 32 años. Ahora en Roma, donde ejerce el papel de 9 que ha desempeñado siempre, después de haber pasado por el fútbol checo, el alemán (Wolfsburgo), el inglés (Manchester City) y el italiano. En las tres de las cuatro ligas más potentes del mundo (excepto la española) ha marcado ya más de 50 goles. El último, sobre el Shakhtar, tramitó el pasaporte para los cuartos de final.

Casi medio gol por partido acredita Dzeko, que fue el máximo realizador de la Liga Europa de la campaña anterior pese a que la Roma fue eliminada en octavos de final. La buena marca palidece cuando se observan las cifras de Messi y Cristiano, que superan las de todos los delanteros centros tradicionales. Como el capitán de la selección bosnia, a la que metió en el Mundial-2014 con su decisiva aportación.

El futbolista es el estilete del conjunto granate, el referente en quien convergen todos los balones. Dzeko puede dedicarse solo al remate ahora que cuenta con extremos a sus lados. Y jugar con tranquilidad y confianza, sin la amenaza de perder la titularidad como le ha sucedido en sus anteriores clubs.

MONCHI ESPERA ACREDITAR SU FAMA COMO 'FICHADOR'

Monchi cumple su primera temporada en Roma. Demasiado pronto para calificar su labor de secretario técnico, que mereció los mejores calificativos cuando la desempeñó en el Sevilla por su habilidad para descubrir jóvenes y baratos talentos que luego se vendieron a un altísimo precio.  El ejecutivo gaditano eligió el desafío de la capital italiana entre las ofertas recibidas, desafío que aumentó él mismo al anunciar su primera decisión: la retirada de Francesco Totti, el emblema del club.

    Monchi se reencontró con dos exsevillistas, Fazio y Perotti, y fichó a Di Francesco a dos exjugadores del Sassuolo, el italiano Pellegrini y el francés Defrel. Los otros refuerzos fueron Héctor Moreno (PSV Eindhoven), Rick Karsdorp (Feyenoord), Aleksandar Kolarov (Manchester City), el francés Maxime Gonalons (Lyón), el checo Patrik Schick (Sampdoria) y Cengiz Ünder, una joven promesa turca de 20 años procedente del Basaksehir.

Casi 80 millones invertidos. Solo se lamentaba Monchi de los 5,7 pagados por Moreno: "Estaba convencido de que podría ser útil para la Roma". Fiel a la fama de gran comprador y mejor vendedor que espera acreditar, lo vendió por 6 a la Real Sociedad.