Un Barça eficaz tumba al Leicester

Cuando Luis Enrique tiene un equipo en la cabeza -y se ve en el tramo final de cada temporada- lo varía poco. Ante el Leicester repitió prácticamente la misma alineación que venció al Celtic el pasado sábado en el primer amistoso. En el segundo, solo cambió un central: el brasileño Marlon sustituyó al sevillano Martínez, autor de dos errores garrafales. El Barça siguió ganando, con la misma suficiencia, quizá más, a un rival teóricamente superior aunque el resultado fuera más ajustado (4-2).

El Leicester empieza a tocar la realidad y a darse cuenta de las limitaciones cuando se enfrenta, de carrerilla a los grandes clubs (de siempre) de Europa. Venció por penaltis al Celtic, salió volteado ante el Paris Saint Germain (0-4) y el Barça le dio un nuevo repaso al principio que obliga a Claudio Ranieri a dar alguna charla en el vestuario para evitar que la caída sea un derrumbe en toda regla. El técnico dio una voz en el descanso que surtió efecto. 

SÍNTOMAS DE REACCIÓN

No se desmorona, en cambio, Munir El Haddadi, pese a que a diario lee las desventuras del Barça en la búsqueda desesperada de un cuarto delantero para el equipo. Como si él no fuera el cuarto de delantero. Por ahora disfruta unos días de ser el tercero, en ausencia de Neymar, que debuta con Brasil este jueves frente a Sudáfrica en los Juegos de Río.

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Aunque nunca ha dado muestras de ser un carácter especialmente sensible, ni en las alegrías ni en las tristezas, Munir da síntomas de reacción. De que se resiste a ceder esa jerarquía de privilegio -el cuarto delantero es el primero del banquillo-  por más que haya futbolistas que no quieran venir al Barça a ser suplentes del tridente, como descubrió amargamente Robert Fernández hace un mes, sin haber encontrado a uno que sí quiera vestir de azulgrana.

TRES MÁS EN EL PRIMER TIEMPO

Munir marcó dos goles al Leicester en el primer tiempo, que se añadieron al primero que anotó frente al Celtic. provocando, siquiera simbólicamente, que Luis Enrique echara una mirada entre el asombro y las perplejidad con sus técnicos: ¿el que venga será el cuarto el quinto?

Una mirada de incredulidad a la que pudieron cruzar cuando Musa desmontó en 25 minutos el excelente marcador que estaba atesorando el Barça, que repitió la misma eficacia que en Dublín, al anotar tres goles en el primer tiempo. Messi dio un paso atrás para que marcaran los otros delanteros con sus pases.

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VUELVEN MASCHERANO Y BUSQUETS

A la hora se retiró el astro y el equipo andaba en claro descenso. Entre otros motivos, porque Ranieri metió juventud y ambición en sus filas. Desaparecieron los nombres ilustres de su alineación, los nombres de los campeones, y la muchachada se puso a correr. En especial Musa, que destrozó a la defensa azulgrana. Mascherano (que reapareció en la segunda mitad, como Busquets) y Mathieu fueron a por uvas al centro del campo y luego Sergi Roberto no pudo contener el impetuoso esprint del nigeriano Musa, autor del segundo tanto tras recibir un balón que robaron a un Cámara muy blando.

El Barça también cambió todo el equipo en la segunda mitad. Solo aguantó los 90 minutos el lateral derecho. Y no era Aleix Vidal, que solo ejerció en el primer tiempo, sino Sergi Roberto, que pasó de dirigir el centro del campo a cuidar la defensa.

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