El Barça acaba pronto

Los azulgranas, con Messi y Suárez de titulares, sentencian el duelo con el Celtic en 45 minutos

Leo Messi, en plena acción, con su nueva imagen, en Dublín

Leo Messi, en plena acción, con su nueva imagen, en Dublín / periodico

JOAN DOMÈNECH / DUBLÍN (Enviado especial)

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Conectaron con un año de retraso. No podían jugar siquiera los amistosos en el 2015, víctimas de la sanción de la FIFA, pero Aleix Vidal y Arda Turan se encontraron para pergeñar el primer gol del Barça en la pretemporada del 2016.

Con buen pie empezaron los dos fichajes del verano pasado, llamados a desempeñar un papel mucho más relevante en su segunda campaña. La obligada reacción a que están obligados tras los grises primeros seis meses fue inmediata. Su solvente actuación se correspondió con la buena primera mitad azulgrana que dejó resuelto el ensayo de Dublín (1-3). 

Aleix jugó de lateral derecho y Arda fue interior izquierdo. Las posiciones que pensaba para ellos Luis Enrique hace un año. Ya se ha agotado la paciencia con ellos y en sus demarcaciones naturales han de ofrecer resultados. Sobre todo Aleix, que debe construir una nueva relación de complicidad con Leo Messi después de que el astro disfrutara de ocho temporadas delante de Dani Alves, que tantos pases le sirvió y tanto trabajo le despachó. El defensa de Puigpelat fue el único que disputó los 90 minutos y de los pocos que lo hizo en una sola demarcación.

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"Aleix debe tejer","text":"\u00a0una nueva relaci\u00f3n de complicidad con Messi\u00a0tras la marcha de Alves y fue el \u00fanico que complet\u00f3\u00a0los 90 minutos"}}

DENIS SUSTITUYE A XAVI

Si no responde Aleix, que lo hizo, con un túnel y un centro a Arda resuelto por este con un gran tiro parabólico, el puesto será para Sergi Roberto, que en Dublín todavía se relamió como mediocentro. Denis se desempeñó de interior derecho y a él le corresponderá la faceta de sustituir a otro antiguo socio de Messi como era Xavi.

Suárez y Messi y Mathieu y Munir completaron, en el primer tiempo, la versión reconocible del Barça ante un Celtic muy venido a menos. Jugó el once de Glasgow como en casa en Dublín, por las raíces irlandesas que atesora el club desde sus inicios. Si para el cuadro azulgrana se trataba del estreno, con apenas bagaje físico (Messi y Arda empezaron a entrenarse el lunes), para el Celtic suponía un incómodo ensayo en cierta manera: el miércoles se juega la vida en la Champions ante el Astana.

GRANDE VENIDO A MENOS

Se salvó del ridículo en la primera ronda, tras perder en la ida con el Lincoln de Gibraltar. Todavía no chuta el equipo de Brendan Rogers, que se estrena en las filas escocesas el campo, que evitó alinear a varios de los titulares y a ninguno de sus fichajes y preservarlos para el miércoles.

Hasta los groseros errores que se vieron correspondían a un ensayo primerizo de julio. El sevillano Martínez comprobó pronto la diferencia de jugar en el Sevilla B a hacerlo en el Barça. A los 10 segundos dio un mal pase a Mathieu que interceptó Roberts y a los 29 minutos no supo aguantar una tímida presión en el área y brindó el momentáneo empate que deshizo Ambrose con un gol en propia puerta.

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"Denis jug\u00f3 de interior derecho y\u00a0","text":"extremo izquierdo y Munir pas\u00f3 por las tres posiciones de la delantera"}}

ALGUNOS EXPERIMENTOS

Los jóvenes del filial aguantaron el tipo en la segunda mitad con solvencia. No da para mucho más este Celtic decadente en un partido, como los iniciales de las pretemporadas, que solo sirven para romper la rutina y el tedio de los entrenamientos.

Luis Enrique se dispuso a hacer experimentos (Denis jugó también de extremo izquierdo, Munir pasó por las tres posiciones de la delantera) y pudo obtener una aproximación de los nuevos componentes del segundo equipo. Alguno aguantarán hasta el próximo amistoso (el miércoles, en Estocolmo, ante el Leicester) y el próximo sábado, en Wembley frente al Liverpool, antes de ceder la camiseta (aún impoluta, sin la publicidad de Qatar) a las estrellas.