Arbeloa, el 'cono...cido' de Piqué

Ni ellos mismos hallan explicación a esa súbita caída de tensión. Ni los jugadores encuentran argumentos futbolísticos para justificar los cuatro puntos perdidos por el Barça en una semana. Y siempre en el mismo minuto. En el 85 enganchó un derechazo Santi Mina para firmar el empate en Mestalla. En el 85 enganchó otro derechazo Álex Bergantiños para silenciar el Camp NouÁlex Bergantiños  y, de paso, devolver la máxima emoción a la Liga. Tras el 0-4 del Bernabéu, la creía suya el Barça. Y ahora, ni un mes después –aquella goleada en el templo blanco fue el pasado 21 de noviembre – anda buscando razones a una insólita desconexión. «Es un poco inexplicable», dijo Iniesta, el capitán, todavía vestido de futbolista, recién salido del terreno de juego. Inexplicable resulta que el Barça tenga dominado el partido y permita otro empate.

UN "TUIT MÁS"

Lo que no es ya nada inexplicable es la vieja batalla dialéctica que mantiene Piqué con el madridismo. Sea por lo que sea. A veces, por unos emoticonos. En ocasiones, por sus gestos y en otras sus palabras. Pero el central, que fue autocrítico con el juego del equipo («nos hemos descontrolado por segunda vez», dijo tras recordar que los primeros 75 minutos azulgranas fueron «dignos»), quiso dejar clara su postura en el conflicto abierto con Arbeloa. Al defensa del Madrid, apodado el cono en las redes sociales, no le gustó nada el tuit de Piqué, sin palabra alguna, con una serie de emoticones de carcajadas, tras el ridículo copero en Cádiz con la alineación indebida de Cheryshev. «A Piqué lo veré algún día en el Club de la Comedia», dijo el jugador blanco. Y la respuesta del defensa del Barça no se hizo esperar demasiado. «Es un tuit más. Y recalcar que Arbeloa me dijo que era amigo mío. Yo no lo consideraría amigo», aseguró luego el central barcelonista, retratando así la herida abierta por el paso de Mourinho por el Bernabéu con aquella guerra civil entre Barça y Madrid.

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De amigo, nada de nada. «Es conocido», añadió después sin detenerse en su respuesta. Usaba al inicio la misma entonación, pero antes de marcharse dejó su mensaje: «Es cono... cido, pero no amigo, ¿vale?». Se paró Piqué al inicio de la palabra para enfatizar la diferencia. Apenas 14 segundos duró su ingeniosa réplica al jugador madridista, realizada, precisamente, ante las cámaras de televisión en la zona mixta del Camp Nou.  Antes, había hablado de fútbol. Y como Iniesta («perdimos el control del partido cuando más lo debíamos tener», dijo el capitán) incidió el central en los errores. «El 2-1 nos ha hecho tambalear un poco, debemos mejorar, seguro que nos hará crecer y nos levantaremos», aseguró luego Piqué.

DEL 0-4 A LOS EMPATES

Es inexplicable para el vestuario que tras el 0-4 del Bernabéu hayan encadenado tres empates consecutivos (Valencia, Leverkusen y Deportivo) dejando, además, preocupantes rastros de no gobernar los partidos con la autoridad y jerarquía con la que sometieron al Madrid. «No, no hemos pensado en el Mundial del clubs. Pero en los últimos minutos nos ha costado mucho», dijo Piqué, admitiendo después que «no es bueno perder puntos en el Camp Nou. Pero ellos han sido valientes. Se lo merecen». Puntos que valen una fortuna porque permiten al Atlético y Madrid engancharse a la Liga.