La 'grupeta' de Lucho

Van siempre juntos. Cuesta ver solo a Luis Enrique. Anda rodeado siempre de algún colaborador, sea Valdés, el psicólogo, o Unzué, ese segundo fiel que le cuchichea al oído durante los partidos; o Pol, ese alumno de Seirul.lo que diseñó una preparación física que ha permitido volar al Barça hasta Berlín.

JUAN CARLOS UNZUÉ

ARQUITECTO DE LA ESTRATEGIA  Se para el balón en el campo, se sienta Luis Enrique y entra en acción Unzué, el técnico que ha preparado la estrategia. Tanto a favor como en contra. El hombre que ha dibujado la nueva manera de defender los saques de esquina -Suárez al primer palo y Piqué como hombre libre- que tan excelentes resultados ha dado. De tal manera que el Barça solo ha recibido un gol de córner, el de Benatia (Bayern), en los seis últimos meses. Desde la esquina perdió el Barça de Tata una Liga con un cabezazo de Godín. Ahora, aun jugando ante rivales poderosos como el Madrid de Ramos, el City de Kompany, el PSG de Thiago Silva y David Luiz, y el Athletic de Aduriz, entre otros, se ha mantenido la portería a cero.

Unzué, que fue ayudante de Rijkaard y Guardiola, es algo más que un segundo entrenador por la influencia que tiene en Luis Enrique. No solo en el trabajo con la pizarra. El exportero es la última voz que escucha el técnico asturiano (ambos se tapan la boca para evitar lecturas labiales) antes de tomar una decisión. Mira Luis Enrique a Unzué, debaten los dos y luego actúa el jefe.

ROBERT MORENO

LOS OJOS QUE TODO LO VEN

 «Todo empezó por un libro... Y aquí estamos!! Campeones de Liga!!!». Con este mensaje, acompañado con una foto con Rafel Pol, ilustraba Robert Moreno (Barcelona, 1977) en Twitter su apasionante aventura. Un viaje increíble para un joven técnico que ya tuvo Luis Enrique en el Barça B, Roma y Celta, antes de llegar juntos al Camp Nou. Su libro, Mi receta del 4-4-2, prologado en su día por el técnico asturiano, le abrió a este entrenador curioso, que comenzó su carrera en la Penya Blaugrana de Collblanc en el 2003, la puerta del Camp Nou tras pasar previamente por L'Hospitalet, Castelldefels y Damm, antes de llegar al Miniestadi.

Moreno lo mira todo desde fuera. Se sube a un despacho en la tribuna de prensa del Camp Nou con un ordenador, acompañado de Joan Barbarà, exayudante de Luis Enrique en el filial azulgrana y ahora en el primer equipo, y desde allí miran el partido. Su otro partido. Conectados, en todo momento, con Unzué a través de un auricular. Habla Moreno, que tiene también el cargo de segundo entrenador, desde arriba, abajo recibe el consejo Unzué y Luis Enrique procesa al instante toda la información.

RAFEL POL

MODERNIDAD Y TRABAJO

 Mallorquín, joven (28 años), extremadamente obsesivo y enamorado de trabajar con el balón. Estudio con Paco Seirul.lo, el gurú que guio la obra del dream team en la preparación física, el sabio que estuvo luego con Guardiola en los años grandes del Barça. Pol, licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte (INEF) en el 2010, ha llenado de energía las gastadas piernas de los futbolistas después de un par de años de escasa preparación. Primero por la desgracia de Tito, después por los anticuados métodos de Elvio Paoloroso, el preparador físico de Tata Martino. Con Pol, nada queda a la improvisación. Se cuida todo al más mínimo detalle y se recogen datos de todo tipo en esos chalecos oscuros que se ponen los jugadores en cada entrenamiento, con GPS incluido.

No es, por lo tanto, nada casual que el Barça del Tata tuviera 13 lesiones del bíceps femoral la pasada temporada (cinco de ellas en las piernas de Messi). Ahora, y tras haber disputado 59 partidos, solo ha tenido una grave lesión muscular, la de Douglas, que estuvo dos meses de baja, y cuatro de carácter leve: Iniesta, que se perdió seis partidos, Xavi (4), Rafinha, que volvió lesionado de Brasil (4) y Suárez (2). Vermaelen ya llegó lesionado del Mundial.

JOAQUÍN VALDÉS

«EL PSICÓLOGO ES PARA MÍ»

 No engañó Luis Enrique en su primer día (21 de mayo del 2014) como entrenador del Barça cuando le preguntaron por el papel que iba a tener Joaquín Valdés (Oviedo, 1965), el psicólogo que le acompañaba desde su paso por el Mini. «El psicólogo deportivo es solo para mí», avanzó el técnico. Así ha sido. Aparece Luis Enrique y un paso por detrás está la figura de Valdés, que le acompaña en el césped. Y, además, en la sala de prensa.

Habla el entrenador y el psicólogo lo escucha desde la última fila, siempre de pie, acompañado también por Moreno. Los ojos que le ayudan fuera del campo. «Si lo necesita algún periodista, ya le daré la tarjeta», bromeó en la pasada primavera Luis Enrique, quien tuvo que salir a defender a Valdés, y a todos los suyos, en el tempestuoso invierno, coincidiendo con la derrota en Anoeta. «Son los míos, son muy buenos y trabajan muy bien», dijo el técnico. Es la grupeta que nunca abandonó a Lucho.