La aprobación de los socios azulgranas

La asamblea dice 'sí' a todo

Rosell logra la ratificación del contrato de Catar, un estadio sin tabaco y la grada de animación

Los socios del Barça escuchan a Rosell, en pantalla, ayer durante la asamblea general.

Los socios del Barça escuchan a Rosell, en pantalla, ayer durante la asamblea general.

JOAN DOMÈNECH
BARCELONA

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Aprobada la liquidación de las cuentas 2010-11 (9,3 millones de pérdidas), aprobado el presupuesto de la campaña actual (461,1 millones de ingresos, y un beneficio previsto de 20,1 millones), ratificado el acuerdo con Catar, se implanta la prohibición de fumar en el Camp Nou y se instaura una grada de animación. Como era de esperar, como siempre ha sucedido a excepción del breve periodo de interinidad de Enric Reyna en el 2003, la asamblea de compromisarios aceptó todas las iniciativas de la junta de Sandro Rosell por una amplísima mayoría.

El asunto más delicado, según se intuía, era el patrocinio de Qatar Foundation en la camiseta, más por la naturaleza política del país oriental que por la conocida necesidad económica que sufre el club. En consonancia con los esfuerzos empleados por la junta para orientar esta semana a la opinión pública, Javier Faus, el vicepresidente económico, hizo una prolija exposición de motivos para asegurar el «sí». Una profusión de detalles que no se produjo el año pasado al anunciarse la firma del contrato en diciembre.

A pesar de algunas voces disonantes, la platea, mayoritariamente, adelantó la aceptación del acuerdo. La ratificación de Catar fue el asunto que ocupó más tiempo de la reunión. Más de una hora. Tras la votación se advirtió un vaciado de la sala, justo cuando empezaba el debate sobre la prohibición de fumar, que apenas superó los 10 minutos de exposición de Jordi Monés. Los compromisarios enfilaban el camino hacia el estadio. La Diagonal ya estaba llena de coches que se dirigían al Camp Nou.

MENOS ASISTENCIA / Rosell ganó su segunda asamblea, pero no consiguió igualar la concurrencia de la anterior, la de su debut. Entonces se contabilizó una asistencia máxima de 1.158 compromisarios. Ayer no hubo más de 905. La ratificación del patrocinio, con ser sensible, no podía compararse con la votación de la acción de responsabilidad social contra la directiva de Joan Laporta. El expresidente lanzó al aire una serie de preguntas a Rosell a través de su página de Facebook.

La implantación del Camp Nou sin humo se producirá en un par de meses y el club estudiará la habilitación de una zona para fumadores. En cambio, la organización de la grada de animación no tiene una fecha prevista. El proyecto está a expensas de la aprobación, después de la asamblea, de los Mossos d'Esquadra, que han expresado muchas reticencias tras comprobar que en una lista provisional entregada por el Barça se encontraban aficionados que fueron condenados por graves hechos delictivos. Estaría ubicada en la primera grada del Gol Nord, delimitada por una valla y el control de acceso será de identificación electrónica. Jordi Cardoner, el vicepresidente del área social, mostró un tono apesadumbrado, como si la polémica que había desatado esa iniciativa hubiera agotado su entusiasmo.

PENSAR EN EL BARÇA / Después de cinco horas, Rosell ganó las cinco votaciones. Apenas intervino más allá de la presentación inicial, en la que pidió a los compromisarios que votaran «pensando solo en el Barça». El presidente solo resumió el estado actual del club «el mejor de la historia» acompañándose de un vídeo con las imágenes de los 16 títulos logrados. A diferencia de la primera asamblea, del año pasado, tomó claramente partido, solicitando la aprobación de todos los proyectos. El partido le salió perfecto: cinco de cinco.