VILLA: El 'extremo 11'

Al principio, eran los palos. Cada disparo de Villa se estrellaba en la madera para desesperación. Sus compañeros, en cambio, le apoyaban. Guardiola, también. Tanta desgracia no puede ser eterna. En las ocho primeras jornadas de Liga, el Guaje apenas logró dos goles: un cabezazo en Santander para firmar el 0-3 en el debut liguero y un decisivo tanto para abatir al Sporting de su vida en la cuarta jornada. Tras ese irregular inicio en septiembre, llegó el duro octubre para el delantero asturiano, que se quedó seco prácticamente hasta el último día. El 30 de octubre le marcó dos al Sevilla y a partir de aquí Villa, el Villa certero y fiable de siempre, renació.

Arrancando, por supuesto, desde la banda izquierda. Jugando de falso extremo izquierda, subordinado con una disciplina prusiana a los movimientos ofensivos de Messi. Además, Villa, arropado por el equipo en todo momento, especialmente cuando los palos eran un defensa más, encontró luego otro factor externo de motivación, aunque no lo reconociera públicamente. Eran los comentarios de Mourinho aunque no citara su nombre. «Hay un delantero que ha costado mucho dinero y tampoco marca», dijo entonces el técnico del Madrid para defender a Benzema.

Palabra de santo para Villa. Su evolución goleadora ha sido impresionante. Pasó de dos tantos en las ocho primeras jornadas a nueve en las últimas ocho. Ha cuatriplicado su producción, integrado ya definitivamente en el tejido ofensivo del Barça, acercándose a sus mejores cifras en el Valencia: 12 goles en las dos últimas temporadas hasta la jornada 16. Entonces era la prima donna del ataque. Ahora es una tercera parte.