La medida vuelve a poner de manifiesto la fractura del barcelonismo

Los culés miraban ayer con cautela la decisión de manchar por primera vez la camiseta con publicid. Pese a que, económicamente fuera una gran noticia, el origen del dinero provocaba una profunda división que se reflejaba en la encuesta de la web de EL PERIÓDICO, donde un 54% se posicionaba en contra de la medida frente a un 46% que le daba su respaldo. Una muestra más de la fractura del barcelonismo, que ya se reflejó en la asamblea en la votación sobre la acción social de responsabilidad contra Laporta.

«Hay mucha gente atacando a Rosell por el régimen político de Qatar. Claro que no decían lo mismo de Uzbekistán porque allí los negocios eran de otro presidente», decía uno de los comentarios. En la web de este diario, como en las redes sociales, los negocios de la anterior junta con Uzbekistán saltaban de un lado a otro como arma arrojadiza. «Firmar un acuerdo de esta naturaleza con Qatar es más grave que firmar unos amistosos con un club de Uzbekistán», comentó Alfons Godall. El exvicepresidente no se mordió la lengua al criticar, en Esports COPE, la decisión de la actual directiva. «Se entablan relaciones con un país con un régimen político que no trata bien a las mujeres, machista, no democrático, oscuro, donde nadie sabe quién manda. Además el presidente Rosell tiene negocios particulares allí». Como él, muchos dudaban de que el lema de Unicef sea compatible con el de un régimen antidemocrático que discrimina a la mitad de la población.

CRUCE DE REPROCHES / Otros, por su parte, consideraban que con esta decisión se perdía la singularidad. «Gracias, Rosell, por quitarnos la identidad», decía un laportista. En respuesta, un rosellista señalaba que la anterior junta era la responsable de esta situación. «Gracias, Laporta, así nos luce... no hay ni un pavo».